Lo sabias.

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—Te he traído algo para tomar...

T/n ladeó la cabeza mirando a Aidan. Internamente rezaba por que fuera un poco de café. Jonathan no había regresado para dárselo.

Mendigo desgraciado, hijo de burra lebroza...

<<Tranquila.>>

Yo también quiero café...

—Jace dijo que no querías tomarte el ungüento de Nicolás.

T/n arrugó el gesto. Hizo que la mirara.

—¿Nicolas?

Aidan asintió.

—Se preocupa.

Un bufido y quejido se escuchó por parte de T/n.

—Porque me siga teniendo cerca, mas bien.

Aidan sonrió de lado. T/n estaba lo suficientemente bien como para ser irritable.

—Te traje café... —le miró divertido, una enorme sonrisa se formó en el rostro de T/n. —Supuse que querrías tomar. Jace quería traértelo, pero le he convencido que me dejara hacerlo.

T/n encaró una ceja.

—Tuve que ponerme de rodillas.

Cuando se dio cuenta de lo mucho que T/n se esforzaba en no reír por el dolor, se apresuró a disculparse. Aún le dolía un poco la garganta y el castaño hacía que constantemente soltara una carcajada. No podía evitar hacer cualquier comentario gracioso, era algo que le salía natural. T/n sonrió de lado, tranquilizándolo y esperando ansiosa su café.

Cuando estiró la mano para recibirlo, Aidan negó.

—No tan rápido. —meneó la cabeza —Te lo tomarás antes. —señaló la taza de metal.

T/n arrugó el gesto, como si le pidieran que matara a un perrito.

Ni yo me atrevería a tanto.

Negó inmediatamente con la cabeza.

—Estás mal de la cabeza si crees qie me tomaste esa mierda.

Aidan se cruzó de brazos.

—Pues lo siento, Amor. Pero, ¿O te lo tomas, o no hay café?

—¡¿No hay café?!

Aidan meneó la cabeza.

—No hay café.

T/n lo miró con indignación. La trataba como un maldita niña pequeña.

Eres una niña pequeña.

<<Oh, cállate. Deberías ayudarme.>>

Yo te ayudo, pero tú no pones de tu parte.

—Tómalo como un incentivo. -miró al castaño —Mejorarás y podrás hablar para insultarme a gritos.

<<Insultarte no es precisamente lo que quiero hacer, y no necesito hablar para eso...>>

Irala... ¡Cochinota!

<<¿Y ahora que dije?>>

T/n suspiró de mala gana y extendió la mano para que le dieran la taza. Aidan sonrió con satisfacción. Era el único que podía convencerla de hacer algo.

Aidan se acercó a ella, antes de darle la taza, le dio un rápido beso. Eso bastó para hacerla sonreír. Cerró los ojos con fuerza y tomó la taza con algo de brusquedad. Aidan se tapó la boca con la mano, haciendo un esfuerzo sobre humano para no soltar la carcajada. T/n era como una niña pequeña que se negaba a tomar su jarabe.

Protegiendo a la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora