No es fácil ser un semidiós. Parte III. Ojalá que sea la última.

Golpeamos a Leo. Empieza la guerra contra el Triunvirato. "Elune"

Todos tuvimos que sacar número para eso. Nico puso un puesto junto a la barra de bocadillos.

—¡La fila empieza a la izquierda! —anunció—. Fórmense con orden, chicos.

—¿Esto es realmente necesario? —preguntó Leo.

—Sí —dijo Miranda Gardner, quien había sacado el primer número. Golpeó a Leo en el brazo.

—¡Auch! —se quejó Leo.

—Eres un idiota y todos te odiamos —luego abrazó a Leo y le dio un beso en la mejilla—. Si vuelves a desaparecer de nuevo, haremos fila para matarte.

—Muy bien. Muy bien.

Me formé también. No conocía mucho a Leo, pero esto parecía divertido, además, se lo tenía merecido por preocupar a todos. La otra persona que venía con Leo y que estaba sentada en la mesa de picnic con Percy y Apolo no era otra que la hechicera inmortal Calypso. Aunque Leo era quien estaba siendo golpeado por todo el campamento, ella era quien parecía realmente incómoda. Noté que ella y Percy se abrazaron de manera incómoda cuando llegaron. No conozco el mito de Calypso, aunque creo que tiene algo que ver con Odiseo. También parecía que no le agradaba Apolo, aunque tampoco sé por qué.

Percy abrazó a Leo y no lo golpeó, aún así, lo miró con descontento.

—No puedo creerlo —dijo Percy—. Seis meses...

—Ya te lo dije —respondió Leo—. Intentamos enviar más holo-pergaminos. Tratamos con mensajes-iris, visiones en sueños, llamadas telefónicas. Nada funcionó... ¡Auch! Hola, Alice. ¿Cómo estás? Como sea, nos encontramos con una crisis tras otra.

Calypso asintió.

—Albania fue particularmente difícil.

Desde el final de la fila Nico gritó:

—¡Por favor, no mencionen Albania! ¿Okay, quién sigue, muchachos? Una sola fila.

Damien White golpeó a Leo en el brazo y se alejó con una sonrisa en el rostro. Creo que ellos no se conocían mucho, pero Damien no iba a desperdiciar la oportunidad de golpear a alguien. Leo se frotó sus bíceps.

—¡Hey, no es justo! Ese tipo se está formando de nuevo. Bueno, como estaba diciendo, si Festus no hubiera captado la señal de esa baliza ayer, aun estaríamos volando en círculos intentando salir del Mar de los Monstruos.

—Odio ese lugar —dijo Percy—. Ahí vive este cíclope, Polifemo...

—Lo sé —convino Leo—. ¿Qué onda con el aliento de ese sujeto?

—Chicos —dijo Calypso—, tal vez sea mejor concentrarnos en el presente.

—Claro, los problemas en las comunicaciones... —dijo Percy—. Rachel cree que se debe a esta compañía Triunvirate.

Rachel había ido a traer a Quirón de la Casa Grande. Mientras tanto, Percy resumió todo lo que sabíamos (que no era mucho) acerca de los emperadores romanos. También, otras seis personas pasaron a golpear a Leo, una de ellas fue James, quien también envolvió a Leo en un abrazo. Luego pasó Tzamn, que no golpeó a su hermano, sino que simplemente lo abrazó y le dio la bienvenida de vuelta. Eso me hizo pensar en el abrazo que le di ayer, no sé por qué lo hice, tal vez porque tenía miedo de morir y actué por impulso. Recuerdo que solamente lo sentí a él en mi sueño de la vez pasada.

—Hombre —dijo Leo mientras sobaba sus nuevos moretones—. ¿Por que no me sorprende que todas las corporaciones sean dirigidas por emperadores romanos zombies?

—No son zombies —dijo Apolo—. Y no estoy seguro que dirijan todas las corporaciones.

—Pero quieren apoderarse de los oráculos —dijo Leo, ignorando la explicación de Apolo.