No es fácil ser un semidiós. Parte III. Ojalá que sea la última.

Jason es el papa. "Lurygon"

Viajamos en una camioneta Escalade, Meg, Apolo, Piper y yo. Piper condujo y yo iba de copiloto, Apolo y Meg iban en los asientos traseros. Durante el viaje, Apolo me contó lo que había vivido desde que Zeus lo desterró del Olimpo. Me habló sobre Meg, cuyo apellido era McCaffrey, y como se vio obligado a estar a su servicio. Historia muy divertida, por cierto.

La misión de Apolo era recuperar cinco oráculos del control de Triunvirate Holdings, la malvada empresa dirigida por los tres emperadores: Nerón, Cómodo y Calígula. Hasta ahora uno de los Oráculos, la Arboleda de Dodona, estaba bajo el control del Campamento Mestizo y el otro, la Cueva de Trophonius, lo destruyeron luego de obtener una profecía que fue justamente la que los trajo aquí. Me la recitó, pero para ser honesto no recuerdo mucho, sólo la parte de cuerpos llenando el Tíber, la cuál me hizo preocuparme bastante.

—Te agradezco, Lurygon Harington —dijo Apolo al terminar su historia—. Sé que Zeus quiere que cumpla con esta misión por mi cuenta para molestarme. Pero ya que vas en camino a salvar a tu madre, me alegra que te unas.

—Siempre feliz de ayudar —dije—. Lamento que te convirtieran en mortal. Otra vez.

Creí que comenzaría a quejarse, como suelen hacer los dioses, pero sólo asintió. Después me contó su versión de los eventos recientes y aunque ya los conozco por la carta que me envió Nika, fue útil para darme una perspectiva de quién era Apolo en este momento. La parte donde James le dio un puñetazo y luego lo abofeteó me hizo reír. Después me contó sobre Indianápolis, Cómodo y Waystation.

—¿Cómo estaban mis amigos cuando se fueron de ahí? —pregunté.

—Yo los vi bien —respondió Apolo—. Su intervención en la batalla fue de gran ayuda. James estuvo increíble, me hizo sentir orgulloso. Creo que estaban planeando venir aquí, pero por un camino diferente. Tu amiga rusa se hizo muy cercana con Lit en poco tiempo.

Recordé que Nika lo mencionó en su carta. Edward lo había enfrentado junto a Jason cuando se coló en la misión para salvar a Hera. Su nombre completo es Lityerses y es hijo del Rey Midas y la diosa Deméter, en la Antigüedad era conocido como el Segador de Hombres, pero como siempre, Hércules se encargó de matarlo. Mi amiga sólo mencionó brevemente a Lit, no que se habían hecho cercanos en tan poco tiempo. Si me hubiera enterado hace un mes o dos, probablemente habría estallado de celos, pero no ahora. Estaba tranquilo y me sentía feliz por ella, después de su fracaso amoroso con Tzamn, le costó mucho recuperarse. Esperaba verla pronto para felicitarla. 

El resto del viaje continuó sin conversación hasta que llegamos al Valle de Pasadena.

—Nunca me ha gustado esta ciudad —murmuró Apolo—. Me hace pensar en programas de juego, desfiles cursis y aspirantes a estrellas borrachos bronceados con aerosol.

Piper tosió.

—Para tu información, la madre de Jason era de aquí. Murió en un accidente automovilístico cerca de aquí.

—Lo siento —dijo Apolo—. ¿A qué se dedicaba?

—Era una aspirante a estrella bronceada con aerosol.

—Ah —Apolo esperó para seguir hablando, supongo que estaba avergonzado, pasaron unos cuantos kilómetros—. ¿Entonces por qué Jason querría venir a la escuela aquí?

Piper agarró con fuerza el volante.

—Cuando rompimos, se transfirió a un internado sólo para chicos en las colinas. Ya verás. Supongo que quería algo diferente, algo tranquilo y sin drama.

—Entonces estará feliz de vernos —murmuró Meg, que miraba fijamente por la ventana.

Nos adentramos en las colinas sobre la ciudad. Las casas se hacían cada vez más impresionantes conforme subíamos. Pero aún en la Tierra de las Mansiones, los árboles empezaban a morir. Los jardines podados tenían un color marrón sobre los extremos. Me di cuenta de que cuando hay sequías y grandes incrementos en la temperatura, los ricos y los dioses son los últimos en sufrir.