Capitulo 61.

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Francia 1002, días después.

Klaus sostenía la muñeca de una mujer después de haberse alimentado de ella.

-¿Listos para los siguientes?.- Pregunto Kol a sus hermanos, para después acercarse a su hijo.

-Son unos carniceros.- Les dijo Finn a todos con desprecio.

-Y tu un hipócrita.- Le dijo Kol a su hermano mayor.

-Su ropa es hermosa.- Dijo Rebekah con nostalgia.

-Lastima que no la lucirán.- Dijo Raven mirando a su madre mientras esta le sonrío.

-Rebekah ya se discutió y se decidió....- Iba a continuar Elijah pero Rebekah lo interrumpe.

-No tu lo discutiste, no te interesa nuestra opinión, ellos estaban viajando, el carruaje esta lleno de seda y joyería, eran cinco, igual que nosotros.- Le dijo Rebekah a Elijah.

-Hay tía Beka, gracias por contarnos también a los demás.- Le dijo Liam con sarcasmo a su tía.

-Adonde quiera que iban, tal vez podamos sustituirlos.- Les dijo Raven a todos.

-Disfrazarnos de nobles desconocidos, es un plan espero entiendas que suena tan ridículo.- Le dijo Elijah a su hermana.

-Viste el castillo en el camino, todos vestían de gala, estos cuerpos se dirigían hay.- Dijo Rebekah a Elijah.

-Además los sirvientes y los guardias que los acompañaban también están muertos, podríamos pasar desapercibidos.- Les dijo Liam a todos.

-Si, pero en el carruaje no había niños.- Les dijo Elijah mirando a sus sobrinos y hermanos.

-No, pero si hay ropa de niños en el carruaje.- Les dijo Aine la cual estaba husmeando en los cofres del carruaje.

Aine saco una prenda de ropa y se la mostro a su tío, era como de la talla de Liam.

Elijah aun no se convencía.

-Miralos, no son mejores que nosotros.- Le dijo Rebekah a su hermanos mientras señalaba los cuerpos.

-Podemos vivir como ellos, solo por un tiempo, piensalo.- Le dijo Einar a su padre.

-Elijah nos esconderíamos a plena vista y tendríamos vidas normales.- Le dijo Rebekah a su hermano.

-Silencio.- Le dijo Elijah a Rebekah.

Estaba escuchando algo, el sonido d un corazón acelerado.

Aine que estaba en el carruaje tomo una manta de pieles y de abajo salió un chico.

Aine al verlo grito, alertando a todos y Klaus llego inmediatamente a su lado junto con Ciro y Armin.

El chico se bajo del carruaje espantado y se dio cuenta que estaba rodeado.

-No esperen, soy sirviente del conde Martel, vive en el castillo que mencionaron, el me envío a escoltar a estas personas hasta su residencia, se sus costumbres y las del conde también, si pretenden hacerse pasar por la familia que asesinaron, necesitaran mi ayuda para que eso funcione.- Les dijo El chico.

-¿Podemos conservarlo?.- Pregunto Rebekah.

-Si, es difícil encontrar a un chico guapo hoy en día.- Dijo Aine mirando al chico.

Todos la miraron y Lucien se puso rojo, cosa que hizo que Klaus gruñera como un animal.

-Rebekah no, ¿cual es la regla mas importante?.- Les pregunto Elijah a sus hermanos.

-No dejar vivo a quien vio lo que somos.- Comenzó a decir Rebekah pero terminaron todos juntos.

-Se los agradezco y la regla aplica en esta situación.- Dijo Elijah tratando de acercarse al chico pero Finn lo detuvo.

-Tiene un punto, podría ser de uso.- Dijo Finn a su hermano.

-Hay otra pelea familiar.- Dijo Kol con burla.

-Tal vez deberíamos votar, ¿aquellos a favor de dejarlo vivir?.- Pregunto Klaus.

Aine, Raven, Liam, Rebekah, Finn y Einar levantaron la mano.

-¿Los que los quieren de cena?.- Pregunto Kol.

Elijah y Kl levantaron la mano.

-Ríndanse, el vivirá.- Les dijo Aine a todos y sus primos estuvieron de acuerdo al igual que su padre.

-Muy bien, entonces debemos cambiarnos de ropa.- Dijo Rebekah a todos.

Los eunucos y los legionarios de los niños se colocaron la ropa de los sirvientes muertos.

Los niños se colocaron la ropa que estaba en el carruaje y resulto quedarles de maravilla.

A Lucien le llamo la atención los anillos y los collares de los niños, las dos niñas llevaban una garza de oro en el cuello, mientras que uno llevaba un zorro y el otro llevaba una llama de fuego de rubí.

Aine se acerco a Lucien una vez que termino de arreglarse.

-¿Y que te parece?, ¿parezco una noble?.- Le pregunto Aine a Lucien.

Este la miro, a pesar de ser una niña de once años Aine era hermosa y radiante.

Lucien estaba encantado con ella, su cabello castaño oscuro y sus ojos verdes como esmeraldas, ella era un ángel en cuerpo humano o al menos eso creía Lucien.

-Parece toda una noble mi señora.- Le dijo Lucien algo tímido.

-Gracias Lucien.- Le dijo Aine antes de alejarse.

Aine se fue bajo la atenta mirada de Lucien, después todos se pusieron en marcha para ir al castillo del conde.


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Besos, Cattita.

El comienzo de los cazadores de sombras / Klaus Mikaelson. (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora