⌱ 𝑬𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 § ⌲ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

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— ¿Taehy-... Carajo.

Yoongi maldice a lo bajo cuando abre la puerta de su habitación, encontrandose con ese desorden de hojas mal gastadas que hay en el suelo, repisas, biblioteca, armario y muebles, en medio del que estaba Kim Taehyung mordiendo nerviosamente su lápiz destruido envuelto en una manta blanca

— Oye, ¿Sabes que las hojas no son gratis, cierto?

Le mostró una mueca, dolido con ese gasto innecesario. 

— Lo siento...

Como si fuera un cachorrito triste se levanto del suelo aún cubierto con esa manta, sentandose en su cama.

— Tengo un bloqueo. — Finalizo.

— ¿Un bloqueo?. — Se acercó confuso. — Pero tu- Oh~, ya entiendo que esta pasando.

La sonrisa que enseña le causa curiosidad y es por eso que ladea la cabeza.

— Jungkook, ¿Cierto?

Taehyung soltó una risilla, apartando la mirada.

— Por favor, debes estar bromeando.

— Esa sonrisa... — Chasqueo la lengua, evaluandolo con diversión.

Taehyung borró al instante esa mueca que lo había condenado y lo miró. 

— Si, definitivamente es por el.

No pudo objetar.

Lo había atrapado, él se había delatado desde un principio.

— ¿Crees que no note lo raro que te comportas desde que ese amigo de Jungkook llegó?

¿Estaba mal responder que había creído que no?

Yoongi no era de esos amigos que se preocupaba mucho por los problemas de los demás si no lo involucraban, mucho menos relacionados con el amor y creyó que cuando le hablo un poco en el almuerzo respecto a su cara larga el ni siquiera lo estaba escuchando. Ósea, ni siquiera dijo “A”, el solo comía y comía.

— No sabia que eras alguien celoso pero... — Lo escaneo con la mirada, cruzandose de brazos. — Vaya que lo eres.

— No estoy celoso, ¿Bien?

— ¿Entonces puedes confirmarme que no tienes un bloqueo por que Jungkook decidió ir con él y no contigo? — Lo desafío.

Taehyung lo miró con molestia por su insistencia, hasta que se rindió.

— Bien, si. — Gruñó, apartando la mirada. — Tal vez estoy algo celoso.

Apretó la manta sobre su pecho, intentando concentrarse en olvidar esos molestos sentimientos que lo habían estado molestando desde que Jungkook se había marcahado con su amigo, rechazando su invitación. Pero no le fue muy bien con eso.

— Ash, esto es una maldita mierda.

Se quejó afligido, extendiendo la manta con la que ahora se cubrió por completo, dejandose caer hacia atrás en su cama.