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Jungkook no supo qué decir.

Un devastador silencio quedó entre ambos cuando Taehyung se sumergió en ese sufrimiento interno, y Jungkook en sus pensamientos al verlo.

Su Taehyung estaba llorando.

Se estaba mostrando débil.

El también podía ser débil.

Jungkook lo sabía interiormente, pero había dejado de creerlo hacía tiempo.

Para él su Taehyung era perfecto.

Es perfecto.

Por eso sabe que no debería llorar por ese dolor que estaba viendo de una manera errónea. Entonces, debía ayudarlo a ver eso.

Volvió a mirarlo, pero esta vez, sus pulmones estaban cargados de confianza y coraje. No había nervios. Sintió ese suave temblor cuando tomó como si fuera una frágil flor la mano que presionaba su pecho, como si quisiera arrancar su corazón.

Taehyung también lo miró. Ahora Jungkook podía ver claramente ese sufrimiento, ese dolor reflejado en sus brillosos ojos inundados que lo miraban con pesar y vergüenza, como si estuviera mal.

— No lo eres. — Contradijo. Taehyung acongojó. — Solo eres un chico que es visto como una mala persona cuando en realidad tiene un gran corazón a pesar de todo lo que sucedió. Todos te juzgan siendo el chico de último año que golpea a los chicos más débiles por diversión, pero yo nunca lo hice por eso, Kim Taehyung.

Ambas miradas descendieron hacia sus manos.

Jungkook no pudo evitar sonreír cuando sus cálidas manos envolvieron la suya, pálida y fría, protegiéndola con decisión y dulzura. Taehyung sintió un suave golpe sobre su pecho y un reconfortante recorrido de calidez sobre su cuerpo lo fascinó, tanto que volvió a mirar al azabache.

— Siempre me pareciste bonito, en todos los aspectos. Kim Taehyung, sé que eres bonito. — Continuó, mirando sus manos. — A pesar de que eres bastante cerrado, en todo este tiempo pude ver al verdadero tú. Eres un chico juguetón, sarcásticamente bromista y pude ver que en verdad... Te preocupas por las personas.

Jungkook volvió a verlo. Taehyung se sintió encantado por la forma en la que esos bonitos orbes oscuros lo miraban con tanta pureza y cariño.

Volvió a sentir esa hermosa sensación de ser importante para alguien, de ser especial para alguien, de ser "Kim Taehyung" y no "El chico de último año que golpea a los chicos más débiles por diversión"

Taehyung volvió a sentirse amado.

Jungkook también se sintió encantado.

Esa forma en la que Kim Taehyung lo miraba, esa forma que tanto les gustaba. Lo dejó hipnotizado, aunque ver la pequeña lágrima que se escapó de su ojo le dolió un poco.

Taehyung se lo pudo haber dicho. Le pudo haber confesado que no había soltado una sola lágrima. Que había dado todo de él para no llorar. Intentó mantener esas malditas lágrimas en sus ojos, pero no pudo cuando una cosquilleante sensación en su estómago dio una descarga sobre su cuerpo y su corazón palpitó con fuerza, gritándole ese nombre y dibujándole ese rostro tan especial.

Jeon Jungkook, su hermoso chico de ojos bonitos.

Se sintió un tanto confundido cuando lo vio agachar la cabeza y reír suavemente, pero Jungkook no dijo nada, hasta que lo escucho decir bajito:

— ¿Por las personas dices...?

— ¿Mh?...

No entendió a lo que se refería. Taehyung permaneció con la cabeza gacha. Jungkook sintió un suave movimiento sobre sus manos, por lo que las miró.

⌱ 𝑬𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 § ⌲ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora