⌱ 𝑬𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 § ⌲ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

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Quería despertar.

Jungkook sintió esas extrañas ganas de despertar cuando solía nunca querer hacerlo en las mañanas para ir a la preparatoria, o cuando dormía cómodo en los brazos de Kim Taehyung, pero esta vez no se sentía para nada cómodo. Su cuerpo recostado sobre una superficie algo dura e incomoda, aunque apenas lo siente.

Se siente completamente pesado.

Su mente consiente y despierta, deseando abrir los ojos, lo cuales casi sentía cocidos. Era algo desesperante, pero estaba demasiado adormecido como para fijarse en eso. Hasta que de repente, una fuerte luz blanca lo encandilo.

Había despertado, pero no en el presente.

Años y años atrás.

Ese primer día en el que lo sintió.

El amor.

El día en que conoció a Kim Taehyung.

Jungkook jugaba con sus piecitos colgados, pegando el trasero al respaldo y asiento mientras sus manitos en el borde del asiento empujando hacia arriba encogiendo los hombros, aguardando paciente por su mamá, pareciendole poco interesante lo que estaban hablando con el director y ese amable profesor que le había tomado el examen de ingreso.

Aunque oía bajito.

— Su examen de ingreso fue el de puntaje mas alto. Jungkook supo responder a la perfección cada una de las preguntas y por su forma de hacerlo le hicimos unas preguntas extras y vera, señora Jeon, queríamos hacerle una sugerencia. Su hijo esta capacitado para algo más grande que esta institución y....

Ya no quiso oír más y se perdió en la nada.

Estaba aburrido.

Tenía ganas de ir a casa.

No había nadie más cerca de ahí, estaba solito y no sabía que hacer. Aparte no le podía desobeder a su mamá, quien le dejo claro que no iba a tardar mucho y le pidió que se quedara ahí, quietito como estatua.

Estaba siendo una mala estatua por mover los piesitos, pero el trabajo de una estatua era demasiado difícil para él.

Pero, este es un justo caso para usar ese famoso dicho:

“La curiosidad mato al gato”

— Tonta, compórtate.

Esa dulce voz lo llamó indirectamente.

Su cabecita giro en dirección a esas dos personas al final del pasillo, bastante alejadas, pero por el solitario lugar, Jungkook podía oírlos. Vio a un niño y a una niña siendo golpeada suavemente en la frente por ese niño mientras reían.

No estaban aburridos. Jungkook abulto leve los labios por no poder estar así.

Pero lo comprendia.

No tenía amigos.

Entonces no podía solo reírse solito.

Ojeo unos segundos más, curioso, hasta que algo en ese chico le llamo la atención.

Achino los ojitos bajo esos lentes algo grandes para el y saco la punta de la lengua, concentrandose.