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Jungkook no pudo correr todo el camino pero lo hizo casi todo. Sintiendo sus ojitos llorosos corrió con el pecho subiendole y bajando pesandamente hasta llegar a su casa.

Abrió la puerta y la cerro brusco, golpeando el cuerpo con ella cuando se apoyo al cerrarla, intentando calmarse.

Quedo en un profundo y agobiante silencio. Perfecto para enfocarse en recuperarse. En pensar en lo que había hecho.

Había salvado a Taehyung, de una manera salvaje y vergonzosa. La mayor parte de su mente le gritaba idiota, pero había otra que estaba satisfecha.

Su Alfa.

Intentaba convencerlo de que había hecho lo correcto, que había salvado a su Omega y se veía patético acobardandose por eso.

Por una parte tenía razón, pero cuando le quiso discutir, no lo logró.

Un extraño ruido en el segundo piso lo hizo mirar al techo y hasta su respiración se detuvo, escuchando con atención. Lo escucho atento, unos suaves pasos bien bajitos.

No estaba solo.

El coche de SeokJin no estaba y su madre debería estar en el hospital.

¿Jimin abra llegado antes?

Era posible. Hoseok tal vez lo había traído y claramente llegarían antes en el coche que una persona corriendo como loca en la calle, con cortas pausas para respirar y que sus piernas no se despegaran de su cuerpo.

Entonces, dudando y teniendo un poco de miedo, Jungkook avanzó lento y con cuidado, subiendo las escaleras y caminando hasta su habitación que tenía la puerta cerrada. Soltando un pequeño suspiro, le costo un poco abrirla. Si no era Jimin, podría ser cualquier peligro. Incluso un conejo rabioso que había entrado a su casa y estaba husmeando en su habitación, porque hasta a ese punto llegaba su imaginación.

— ¿Jimin? ¿Estas aquí?...

Al fin se atrevió a entrar, asomando sus ojitos antes que su cuerpo. Quedo en blanco cuando vio esa figura que no le pertenecía a Jimin dándole la espalda, hasta que lo esucho entrar.

— No, el no.

Taehyung voltea, apenas consiguiendo tener la mirada en alto cuando le respondió, notando que su cuerpo todavía se veía inseguro y su rostro algo hinchado. Jungkook lo escaneo con la mirada sorprendido, sin saber bien como reaccionar.

— ¿Como llegaste aquí? 

— ¿Eso importa?

— ¿Algo te importa a ti?.

Casi no lo pensó, contraataco en voz alta cuando solo quería pensar. A Taehyung le sorprendió, pero desde un principio lo espero.

— Sí, y si no me importara no estaría aquí como el estuvo allí...

Se acercó. Jungkook pudo ver esa mirada sincera, hablándole con determinación, apretando el puño. Volvió a mirarlo. Ya no tenía ese asqueroso abrigo que el chico dos le había dado, pero aún solo tenia un abrigo y se le hacia familiar, parecía ser de Jimin.

Soltó un pequeño suspiro. Taehyung observo en silencio como se acerco a su cama, y la desarmo tomando una de las mantas calentitas en medio, llevandola hasta los hombros de Taehyung, quien la recibió. No quería que se enfermara, así que primero se aseguro de que estuviera bien y calentito.

Taehyung vio la oportunidad para proseguir cuando se coloco frente a el otra vez, apretando la manta contra su pecho para cerrarla bien y que la sostuviera.

— Actúe mal hoy, lo siento. — Se disculpo apresurado. — Debí agradecerte. Debí agradecerte por todo, santo dios, me salvaste la vida.

Casi se reclamo a si mismo, raspando un poco la voz.

⌱ 𝑬𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 § ⌲ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora