Epílogo.

1.4K 118 62
                                    

 Scarlett Lemarie.

Adaptarme a mi nueva vida fue una de las cosas más complicadas que tuve que hacer en el mundo. Seguía sin recordar cómo es que había ocurrido el accidente de mis padres, lo que me había causado una profunda depresión que tuvo que ser tratada con psiquiatras y todo tipo de ayuda. Estuve realmente perdida, sin embargo Emma y su familia fue de gran cooperación en todo el proceso. Y aquí me encontraba ahora, siete años después, viviendo en Manchester junto a mi novio, Austin. Nada podía salir mal si lo tenía a él a mi lado. Era un chico genial, y no recuerdo haber sido más feliz y haber amado más a alguien en toda mi vida.

Esta tarde esperábamos la visita de Emma, así que, mientras yo preparaba la mesa para una increíble cena, Austin terminaba los últimos detalles de la comida. Él era chef en un restaurante de mucho prestigio, así que jamás me dejaba siquiera preparar un plato; le encantaba servirme. Lo conocía hace seis años debido a que estaba en su segundo año de cocina cuando yo entré a estudiar psicología. En cuanto lo vi, algo hizo click entre nosotros. Él fue de gran ayuda para mí cuando seguía pasando por mis difíciles momentos o tenía recaídas. Es una gran persona y hombre. Y yo estaba esperando un hijo de él.

El timbre sonó, así que rápidamente fui a atender la puerta. Al abrirla, no tan sólo vi a Emma, sino a otro chico a su lado. Mi sonrisa se esfumó sin que lo pudiese evitar. Ambos se miraron entre ellos, como si el mero hecho de estar frente a mí hubiese sido un gran error.

—¡Emma! —la saludé de todas formas.

—¡Hola, Scar! —se acercó a abrazarme, con cuidado de no pasar a llevar mi barriga de siete meses—. ¡Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te vi!

—Sí, te he extrañado mucho —hablé con voz ausente; no podía abandonar mis ojos de la inesperada visita—. Um, ¿quién es tu amigo?

Emma volvió a acercarse al tipo a su lado y tomó su brazo entre sus manos. Carraspeó mirando hacia el suelo y finalmente dijo:

—Él es Zayn Malik. Un amigo. Le he hablado mucho sobre ti y tenía muchas ganas de... conocerte.

Le sonreí, y él me sonrió de vuelta. Era moreno, con grandes ojos marrones y pestañudos, y su sonrisa era digna de una estrella de cine. Era bastante atractivo; de alguna forma sentí como si lo hubiese conocido en una ocasión anterior, pero rechacé el pensamiento de inmediato. De haberle visto antes, seguramente hubiese recordado su rostro.

—Mucho gusto —dijo mientras tendía su mano.

La miré un momento antes de aceptarla. Al momento en que lo hice, mi pecho se infló y mi corazón se aceleró. Jamás me había pasado algo parecido con alguien que no fuese mi propio novio, sin embargo ahí estaba, sintiéndome incapaz de soltar la mano de este chico.

—¡Emma! —fue la voz de Austin la que hizo que nuestras manos se alejaran.

Ambos se saludaron y Emma se encargó de presentar a Zayn, entretanto, mi mente seguía divagando con su rostro. ¿Alguna vez le había visto? Era como si mi cuerpo gritara que sí con urgencia, pero en mi cerebro no había ningún rastro de él. 

Una vez que reaccioné, les hice pasar. Como siempre, Emma no dejaba de hablar y preguntar cosas a Austin y a mí sobre nuestro futuro hijo.

—¿Aún no quieren saber el sexo del bebé? —preguntó.

—No —negué con la cabeza—. Queremos que sea una sorpresita.

—¿Puedo...? —Zayn preguntó, dudoso, mientras acercaba sus manos a mi vientre.

Asentí de inmediato y lo vi acunar sus manos en él con delicadeza. Vi cómo una pequeña sonrisa salía de sus labios mientras observaba mi panza. Cuando alzó la vista, fue casi imposible no mirarlo a esta distancia, incluso con Austin frente a nosotros.

—Será un bebé muy afortunado —susurró.

Afirmé con la cabeza, sonriendo ante el hecho de pensar que mi pequeño bebé sería la criatura con más suerte en el planeta por tener a los padres que éramos Austin y yo. Miré hacia Emma y a mi novio, que nos miraban en silencio. Emma sólo sonreía, pero en cambio, el rostro de Austin no podía estar más serio. Rápidamente me alejé.

—Emma, ¿me acompañas a la cocina?

—Claro —dijo rápidamente.

En seguida ambas nos dirigimos al lugar y procurando que nadie estuviese cerca, susurré:

—¿Quién es este chico? 

—Oh, um... es un amigo. Lo conocí hace unos meses en el trabajo. Es una muy buena persona.

—¿Por qué tengo este sentimiento de que lo he visto antes?

—¡Pff, ¡qué se yo!? —se carcajeó—. Estás media chalada, ¿sabes? ¿Por qué no volvemos a la sala? Austin y Zayn están solos y no creo que sea muy cortés dejar a mi acompañante conversando con un desconocido.

Dio media vuelta con toda esa gracia que sólo Emma Larson podría poseer y volvió a la sala. Yo me quedé en la cocina unos momentos más, aún con las dudas respecto a ese chico. ¿Lo conocía de algún lado? No. Era ilógico.  Una persona como Zayn Malik sería imposible sacar de la cabeza.

Zayn Malik.

Estaba preciosa. Ese fino rostro de adolescente inocente que conocí seguía siendo el mismo, aunque en su mirada había experiencia, y estoy casi seguro de que también nostalgia. Y ahora estaba embarazada. Me alegraba mucho por ella, sobre todo porque sabía que su novio era un buen tipo. Estaba al tanto de todo, pues no dejé jamás de hablar con Emma y me era imposible no sacarle información sobre Scarlett, aún luego de mi promesa sobre jamás volver a verla. Me aguanté suficiente tiempo y me estaba volviendo loco. No volví a ver a nadie; no volví a tener amoríos ni mucho menos a enamorarme. Toda mi vida estaba enfocada en el bienestar de Scarlett. Emma no dejaba de decirme que ya era tiempo de seguir adelante, que ella estaba en buenas manos, sin embargo no podía hacerlo sin verla una última vez. Le rogué por meses y meses a que me permitiera verla sólo un momento, hasta que finalmente lo logré. Y ahí me encontraba, viendo su hermoso rostro, su hermoso vientre, sus hermosos ojos. ¡Dios, cuánto la amaba! Nunca pude dejar de hacerlo. Cuando tomé su mano nuevamente, después de unos eternos siete años, el mundo volvió a nacer. La vida se había vuelto colores ante mis ojos. 

Pero yo seguía siendo un extraño para ella. ¿Qué estaba yo siquiera haciendo en su casa? ¿Estaba yo esperando a que una parte de su ser se acordase de mí? Eso no era posible, ni menos luego de tantos años. Y de haber sido así, tan sólo hubiera estado empeorando las cosas. Yo no quería que ella volviera a recordar lo horrible que lo pasó, ni menos ahora que estaba en el mejor momento de su vida. ¿Qué estaba pensando? Yo no tenía nada que hacer ahí, sólo estaba abrumando su día, y de paso, mi existencia entera.

Quizás debía seguir encubierto. Fue así como la conocí y era así como iba a dejarla ir, sólo que esta vez la razón era para protegerla y no para secuestrarla. Era el momento de decirle adiós para siempre al tan sólo hecho de pensar en ella.

FIN.

_____________________________________________

Sé lo que están pensando: ¿en serio este es tu maldito final, javiera? >:ccc Y sí, este es el maldito final. ¿Por qué? Porque no quería que fuese una típica historia donde el chico malo termina con la chica buena y salva el día. Bueno, fue más o menos así, pero en diferente contexto, jeje. 

No fuimos tantas lectoras como he tenido en otras fanfics, pero la verdad me divertí mucho escribiendo esta fanfic (en la cual demoré todo un año de mi existencia), y espero que a ustedes les haya gustado mucho también.♥

Saben que pueden dejarme sus críticas, comentarios y (si es que hay) felicitaciones por la fanfic, así que espero de todo. Muchas gracias por haber leído esto y a las que lo han recomendado. Son todas un amor y me encanta leer todo lo que me escriben. Se merecen lo mejor, muchísimas gracias.

Aprovecho de hacerme publicidad, juju. Empezaré con una novela no fanfic en mi otra cuenta @brightsouls y sería lindo si se pasaran por ahí también. Besos♥.

Javi xx

Undercover |malik/styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora