Eran veinte para las ocho de la mañana cuando tomé mi bolso y bajé a la cocina, en donde se hallaban mis padres desayunando. Apenas crucé la puerta, el olor de las tostadas y el café recién servido se introdujo en mis fosas nasales, ocasionando que mi estómago comenzara a retorcerse en hambre, sin embargo la hora me prohibía demorarme unos minutos más.
—Ya me voy —anuncié.
—¿No desayunarás? —preguntó papá levantando la vista de su laptop.
—Voy algo atrasada —besé las mejillas de ambos—. ¡Los quiero!
—¡Te queremos! —dijeron al unísono.
Cerré la puerta a mis espaldas cuando salí a la calle, pero no me moví, pues el ver a Harry, apoyado en el capó de su auto y una inmensa sonrisa en sus labios, me dejó completamente atónita. Carraspeé mi garganta en busca de palabras, pero nada salió de ahí.
—¡Scar! —saludó—. Llevó esperando unos cuantos minutos; veo que vas algo atrasada.
—Harry, hola. No es necesario que hagas esto, en serio.
—¡Pero si no es ninguna molestia! —rió.
—Oh, eres muy amable.
Caminé a su lado, besé su mejilla mientras sentía mis manos temblar con nerviosismo y tomé mi bolso con fuerza entre éstas. Con un gesto caballeroso, me ayudó a subir al asiento del copiloto. Le agradecí con una sonrisa y esperé a que él subiera. Momentos después, ya estábamos yendo camino al instituto.
*
Llegamos al estacionamiento en unos exactos siete minutos; lo supe gracias a que me encontraba revisando la hora de mi celular a cada momento, pues no había recibido ni un mensaje de Emma, como de costumbre. Me preguntaba qué estaría haciendo en este preciso momento. Harry y yo bajamos en silencio del auto y con unos movimientos sincronizados, así que ambos nos percatamos en el mismo instante de todas las hormonas femeninas que llegaban a espiar sin disimulo cada paso que Harry daba. Sin embargo, todas sus miradas me barrieron con desprecio en el instante en que él me sonrió y guiñó un ojo, ocasionando la atención de casi todo el instituto. Musité un “gracias por el aventón” antes de entrar casi corriendo dentro del edificio. En seguida divisé a Emma, quien se encontraba conversando -o, más bien, coqueteando- con un chico, apoyados en unos casilleros. No quise ir a interrumpir, pues jamás había hablado con ese tipo, sólo lo había visto de pasada y parece que estuvimos en unas cuantas clases juntos en años anteriores. Así que simplemente seguí mi camino hacia la primera clase, cuando sentí una mano posarse en mi hombro. Volteé algo asustada, encontrándome con el bonito rostro de Zayn Malik.
—¡Hey, Zayn!
—¿Qué tal todo, Scar?
—Perfecto.
Comencé a buscar a Harry por detrás de su hombro, pero no estaba por ninguna parte; es más, era como si ni siquiera me hubiera seguido el paso una vez que salimos del auto. Justo como si Zayn hubiera leído mis pensamientos, dijo:
—Acabo de ver a Harry acorralado por algunas chicas. Parecían locas fanáticas o qué sé yo.
Solté una cohibida risa, haciendo que Zayn también sonriera, sin dejar de mirarme en ningún momento, lo que causó que yo bajara la vista hasta el suelo de forma involuntaria. Nos quedamos en silencio por unos instantes, dejando que la gente pasara por nuestro lado, sin tomarle importancia a nada. Cuando me di el valor de mirarle, noté la punta de su lengua asomándose por entre sus aperlados dientes. Zayn, al igual que Harry, tenía una sonrisa bastante bonita, digna de anuncio de Colgate.
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Undercover |malik/styles|
Fanfiction"¿Por qué yo?" preguntó con voz débil. "¿Acaso no lo sabes?" rió con ironía, y sin esperar una respuesta, continuó: "Es por tus padres". "¿Mis padres?" "Considéralo una especie de trueque: ellos me dan lo que quiero y yo les devuelvo a su hija sana...