Capítulo 12.

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A la mañana siguiente, luego de cerrar la puerta de casa, lo primero que vi fue a un Harry a medio metro de distancia, causándome un gran susto. Antes de que yo fuera capaz de decir algo, sus palabras fluyeron con rapidez.

—Lamento lo de ayer. Es sólo que en serio me gustas, pero si tú no quieres...

—Descuida —le interrumpí poniendo mis manos sobre sus mejillas—. Tú también me gustas.

Harry exhaló con un evidente alivio. Sus ojos viajaron por todo mi rostro, aterrizando finalmente en mis labios, mirándolos, obervándolos y deseándolos visiblemente. Me acerqué un par de centímetros para asegurarle que aún quería que me besara, y así lo hizo. Me besó dulcemente, y poco me importó que siguiéramos frente a mi casa. Finalmente, mi sonrisa nos distanció y Harry sonrió.

—Buenos días, Scar.

—Buenos días, Harry.

*

Las miradas, nuevamente, lograron ponerme nerviosa, pero esta vez parecía ser el doble, ya que mi mano no se había alejado de la de Harry desde que salimos del auto hacia el instituto. Entramos al salón, donde todos dejaron de hacer lo que hacían para observar cada uno de nuestros movimientos. Nos sentamos en el último pupitre al lado de la ventana, como siempre, mientras que con disimulo me encargaba de buscar a Zayn. No estaba por ningún lado.

—Eres muy bonita —Harry me sonrió.

No supe qué decir; no estaba acostumbrada a recibir halagos sin previo aviso o sin siquiera haber hecho el esfuerzo para merecerlo. Simplemente le sonreí antes de bajar la vista hacia nuestras manos entrelazadas. No obstante, no pasaron demasiados segundos antes de que Harry tomara mi barbilla y se inclinara a besar mis labios. Seguí el beso mientras mi cuerpo se hundía en el nerviosismo y sentía mis latidos aumentar cada un segundo.

No podía decir que Harry no me gustaba, porque lo hacía, y mucho; era sólo que me seguía sintiendo extraña con toda esta situación. Ni siquiera tuve el tiempo para realmente cuestionarme qué era lo que sentía por Harry cuando, en menos de un mes de haberlo conocido, ya nos estábamos besando. Pero, como diría Emma, "tenía que dejarme llevar".

*

En el primer receso, Harry me acompañó todo mi camino hasta mi casillero, en donde no paramos de besarnos hasta que Emma llegó a interrumpir.

—¡Lamento la interrupción! —se hizo notar, a lo que ambos la miramos; no pude evitar ruborizarme—. Hola, Harry, ¿cómo estás?

—Bien. ¿Tú?

—Bien, bien —tarareró—. Quería quitarte un poquitín a Scar.

—Oh... claro —él sonrió.

Los dedos de Emma ya se estaban situando alrededor de mi muñeca cuando un Zayn medio despeinado se abrió paso en el grupo. Parecía haber corrido una maratón, pues cada respiración era agitada, casi como un jadeo. Emma, con su sonrisa forzada, fue la primera en hablar.

—Hey, Zayn. Siempre llegando tarde, ¿eh?

—Tuve que hacer unas cosas —alzó un hombro.

—Ya veo... —y su mirada se dirigió hacia Harry y yo—. Saluda a los tórtolos.

Sus marrones y pestañudos ojos la miraron confundido, luego se pasaron a Harry y finalmente se detuvieron en mí. No hice más que apartar la mirada. Ya era mucha atención en una sola mañana.

—¿Me perdí de algo? —preguntó con una sonrisa inquieta.

—Yo diría que de mucho —rió Emma.

Las miradas que Zayn y Harry comenzaron a darse nos decían que ya no estábamos incluídas en la conversación. Ambos estaban completamente serios, sin decir nada, pero parecían entenderse a la perfección. Emma me miró y yo me encogí de hombros. Un segundo más tarde, ambas estábamos caminando fuera del alcance de los chicos; o sea, hacia el baño de niñas.

—¿Viste la cara de Zayn? —exclamó con más euforia de la que debería—. ¡Estaba ultra celoso!

—No hables estupideces, ¿quieres? Es más —corregí—, no hables en absoluto. Ya tengo bastante con todo esto de Harry como para que tú sigas con tus malditos ataques de lengua suelta y tu inexplicable odio hacia Zayn. Si no vas a decir nada bueno, entonces no digas nada y punto.

Y en efecto, Emma no dijo nada. Parecía sorprendida por mi actitud, y la verdad es que yo también lo estaba. No solía explotar muy seguido, y hasta la fecha ya había querido golpear a alguien unas mil veces.

Me miré en el espejo: mi cabello tenía frizz y mi ceño estaba totalmente fruncido. Era un desastre andante. ¿Cómo podía siquiera gustarle a Harry? Mojé mis manos y luego las pasé por mi rostro para intentar calmarme. Me volví hacia Emma y suspiré.

—Hey, lo siento —dije—. Es que ando nerviosa.

—No, está bien —asintió sin mirarme—. Tienes razón. ¿Vamos?

No le pregunté, sin embargo sabía que se había molestado por lo que había dicho. Me sentía como una pésima amiga. 

Nos fuimos de vuelta a los casilleros. Harry seguía ahí, sin despegar los ojos de su celular, pero Zayn ya no se encontraba por ningún lado, otra vez. Al vernos, Harry guardó su teléfono y rodeó mi cintura con sus brazos, inclinándose a darme un ligero beso en los labios.

—¿Y Zayn? —preguntó Emma.

—En la biblioteca —respondió Harry aún en mis labios.

—Ugh, los dejo pasarse saliva en paz —se quejó Emma antes de dar media vuelta y desaparecer de nuestra vista.

Descansé mi cabeza en el pecho de Harry con los ojos cerrados. Me sentía cansada, y apenas era la primera hora del día. En seguida Harry tomó mis mejillas entre sus manos y me obligó a mirarle. 

—¿Ocurre algo?

Mordí mi labio mientras le miraba por lo que parecieron dos años, discutiendo conmigo misma sobre lo mala persona que era. Me sentía tan insegura de todo, incluso de Harry y yo. Aún faltaba para fin de mes como para tener estos repentinos cambios..., si es que sabes a lo que me refiero.

—¿Todo bien, Scar?

A pesar de todo, asentí, totalmente incapaz de seguir atacando a la gente con mis propios problemas.

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Recuerden que dedicaré un capítulo al comentario que más me guste/llame la atención :)

Javi xx

Undercover |malik/styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora