Capítulo 30 Consecuencias

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—Bienvenida a tu casa cariño no sabes lo feliz que estoy porque hayas venido, ya mi hijo te tenia bien escondidito. — dijo Catalina volteando a mirar a su hijo guiñándole un ojo.

—No es eso mama, teníamos muchos compromisos ella está con exámenes finales en la universidad y pues yo con la empresa, era imposible viajar.

—Es cierto señora, perdón Catalina.

—Tonterías, siempre tienes abandonada a tu madre, eres un ingrato. —Dijo la madre de Giancarlo reprendiéndolo y tomando asiento en el sofá de la gran sala de la casa de la familia D Luca.

Catalina no soltaba el brazo de Cloe, estaba encantada con ella, mientras que Giancarlo junto a su padre tomaron asiento enfrente.

—Y ahora necesito nietos, muchos. — Cloe jadeo indignada mientras que Giancarlo se froto el rostro pues sabía que su madre haría ese tipo de comentarios.

—Es muy pronto para eso Catalina, apenas llevamos meses. — dijo Cloe mirando a Giancarlo quien la observaba con una ternura sonriendo levemente.

—Cuando yo conocí a Antonio aquí presente, apenas llevamos dos meses de conocernos y ya concebimos a mi hijo Dante en el asiento trasero del auto en una gasolinera.

Cloe no pudo evitar soltar una carcajada.

— ¡Mama por el amor de Dios!

—Es verdad cariño, fueron los mejores años. — contesto coqueto el padre de Giancarlo mientras el solo moría de pena al escuchar a sus padres hablar de esta manera.

—Mama no creo que Cloe quiera escuchar sus aventuras sexuales. — En fin el punto es que Antonio y yo necesitamos muchos nietos antes de morirnos, ya estamos viejos y por lo menos ahora Dante y tú ya me dan esperanzas.

—Y hablando de Dante mama, ¿no sabes si vendrá esta noche? — Antonio movió la cabeza afirmando.

—Quedo en venir.

—Genial ¿iremos a ver chicas bailar papa? — bromeó Giancarlo mientras que Catalina los fulmino con la mirada y Cloe solo se mantuvo sonriente aunque un poco celosa, pero sabía que Giancarlo solo estaba bromeando.

—Hola familia. — entro Carolina la hermana de Giancarlo, como siempre armando escándalo, que al ver a su hermano corrió para tirarse a sus brazos.

—Hola enana como estas.

—Hermanito viniste.— dijo Carolina sentándose en la pierna de Giancarlo llenándolo de besos, sin duda era su hermano favorito.

—Enana mira quiero presentarte a alguien.— Carolina volteo a mirar levantándose de la pierna de Giancarlo mientras que el tomó la mano de Cloe para levantarla y presentarla a su hermana.

Carolina enarcó una ceja porque en verdad no le cayó bien Cloe.

—Ella es Cloe, mi novia.— Carolina la repasó con la mirada de pies a cabeza.

—Cloe ella es mi única hermana y la más mimada de la casa, Carolina.

—Un gusto conocerte Caro.— saludo Cloe amable extendiendo su mano.

—Carolina para ti, no somos amigas para que me llames así.— ¡Carolina!— dijo en tono amenazante el señor Antonio, no seas descortés.

—¿Cuánto tiempo te quedas hermanito?— giró nuevamente hacia Giancarlo ignorando y dejando la mano de Cloe en el aire.

Cloe apretó los labios, tensando su mandíbula y recogió su mano. Giancarlo estaba sorprendido por la actitud de Carolina, como es que Paula le caía tan bien.

Dulce CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora