Capítulo 27. En la cara con la verdad
Después de Federico y yo nos habríamos preparado té. Él colocó su cabeza encima de mis piernas. Estábamos en la sala observando la lluvia caer que se podría ver a través de la ventana.
—Federico creo que... A pesar de que mi amiga sea como sea, tu hermano debió de ser claro con ella desde un principio. Se ve que simplemente la utilizó —me expresé serenamente —. Espero que luego no venga a querer que yo sea la mediadora. Eso es lo que he pensado sobre Uriel.
—Te dije que no veía bien que sucediera algo entre ellos —rodó los ojos —. Mi hermano es el típico hombre malo como en las películas.
—Tampoco así —recordé algunas cosas que Fernanda me había contado —. Creo que Fernanda se enamoró de él.
—Su corazón le hizo una mala jugada. Lo siento por ella pero no creo que logre llenar las expectativas de mi hermano.
—Lo sé, en lo que tengo conociendo a tu hermano diría que no son compatibles —aseguré —. Entonces él tenía problemas con Vanesa y aprovechó el momento.
Inmediatamente se levantó Federico.
—Aprovechado —murmuré.
Vi que Federico regresó con una botella de whisky y dos vasos. Se sentó a mi lado y me brindó. Nos dimos un trago y proseguí.
—Colócale correa a tu hermano —reí.
Escuché las risas de Federico después de haberle dicho eso.
—Y tú a tu amiga.
—Estamos empate.
Hubo un silencio entre los dos.
—Ashley —pronunció Federico, tomando de nuevo el vaso para tomar un trago, mientras yo lo observaba.
Absorbió la bebida, y dejó el vaso donde estaba antes. Se inclinó atrás acomodando su espalda en el mueble.
—Me dirás impertinente, pero creo que tanto tú como Fernanda deben de organizarse de una manera más segura. Dar pasos firmes. Empezar a reconocer cuando las cosas no andan bien.
—Sé que actuamos sin pensar. Pero ya yo no quiero seguir viviendo así.
—Y en cuanto a Henry... No creo que con él encuentres el amor un día.
—El amor no lo encontraré pero sí una estabilidad.
—Ashley eres muy conformista. Escucha mi consejo, por favor. Date tiempo a conocer y a conocer a otros. Verás como de una manera inesperada encontrarás aquello que de verdad mereces.
—Olvidar a Gilbert es difícil, y más que ese idiota trabaja en dónde trabajo —le confesé molesta —. Aunque no me tomo muy personal que indirectas. Me incomoda su firma de ser. Un día me trata bien y de un momento a otro me trata de la mierda.
Federico se acercó más a mí, y me acariciaba el pelo con ternura.
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Acuéstate conmigo ahora y siempre
RomantizmAshley es una joven llena de vida casi graduada de la universidad, se enamora totalmente de nuevo vecino Federico