Capítulo 1.

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Pequeño derrumbe

Sabes de esas personas que se obligan asi mismos hacer pensar a los demás que tienen una vida de ensueño, que todo en su vida es felicidad. Pero la cruda realidad es que su vida no es tan feliz, su vida está llena de grietas y estás la están destruyendo. Pues yo soy una de esas personas que viven en la fantasía de querer que todo en vida sea pura felicidad sin importar que sea una farsa.

A lo lejos escucho chandelier de sia, anunciando que mi tiempo de dormir finalizó, claro como olvidarlo debía ir a la preparatorio, estudiaba en el último año. Lunes, como odiaba los Lunes.

Me levanto de mi cómoda cama y me dirijo al baño a realizar mi ruta matutina, luego de tomar un baño relajante, camino al armario y busco algo que ponerme el día de hoy, opte por ponerme un vestido suelto de color azul cielo y unos zapatillas de color blanco, solté mi cabello y lo deje al natural, ondas suaves se podían notar en la punta de estos, tomó mi celular y mi mochila, bajo a la cocina y como de costumbre la casa esta en un gran silencio, mis padres vivían su vida para el trabajo con la excusa de "es para darte lo que mereces", tomó una manzana de la nevera y oigo una bocina afuera de mi casa, sabía de quien se trataba.

Al salir veo un auto deportivo color negro del Capitán del equipo de fútbol "los alcohones", el más popular, el amor platónico de todas las chicas y mi novio, Cárter Hudson.

Al subir al auto el posa sus labios sobre los míos, no sabia si realmente estaba enamorada de él, pues no sentía eso que todos dicen sentir al besar a la persona que aman.

-Buenos días, preciosa- Dice poniendo en marcha en auto.

-Buenos días.- Fue lo único que dije, pude ver como posaba su mano en la parte superior de mi pierna.

Odiaba que hiciera eso.

-Comenzaste con algo malo?- Pregunta con la mirada fija en la carretera.

-Mis padres no estaban hoy en casa y ya estoy cansada de eso.- Dije viendo por milésima vez la pantalla de mi celular en busca de algún mensaje de mis padres.

-Preciosa, ellos trabajan para darte lo mejor, no deberías quejarte por algo que hacen por ti- Dice tomando su celular al ver que había llegado un mensaje.

Esa era una de sus tantas costumbre, no importa quién sea pero aquella persona que le escribe es más importante de lo que sea que estemos hablando.

-Y que pasa si lo único que quiero es que estén en la mañana y poder desayunar con ellos o si solo quiero un abrazo de ellos- Digo viendo que finalmente habíamos llegado al estacionamiento de la preparatoria.

-Con esas cosas insignificante no tendrás una gran vida, Alexa.-Ignorando su estúpida respuesta salgo del auto.

Para un jodido avaricioso como tú es lo más importante. Fue lo que quise decir pero como siempre mi mala costumbre de tratar de hacer feliz a medio mundo ganó está batalla y simplemente calle.

A lo lejos pude ver Aleida Ferrer, una rubia con un cuerpo que todos los hombres desean.

Líder del equipo de las porristas de la preparatorio, la más deseada por los chicos  y mi mejor amiga desde hace 2 años.

Se preguntarán que tan popular eres para estar rodeada con estos dos chicos?, pues totalmente ninguna, solo me conocen como la novia de Cárter, conocí a Aleida hace 2 años cuando la entrenadora de las porristas me pidió que ayudará a las porristas con la coreografía pues yo estaba en el grupo de danza y artes dramáticas, luego de ayudarlas con coreografía fui acercándome a Aleida y me fue invitado a las fiestas y en una de ellas conocí a Cárter y ahora acá estamos.

-Hola, hermosa. Nos vamos?- Dice Aleida ignorando por completo a Cárter, ellos nunca se habían agradado.

-Si, vamos. Debo apresurarme- Digo caminando hacia la entrada de la preparatoria con Aleida, al llegar los casilleros ella se da cuenta de la hora y simplemente se va.

Camino hasta el aula que me tocaba para ver mi clase de literatura, una de mis clases favoritas, al entrar veo que aunque aunque la clase no haya empezado había mucha gente y habían pocos asientos libres, siento como la puerta a mi espalda se abre y se ve a la Señorita Rosa, la profesora que dirige esta clase, tomó rápidamente un asiento junto a un chico con el aquello negro y una chaqueta de cuero del mismo color, le reste importancia para escuchar el anuncio de la Señorita Rosa.

-Buenos días, chicos. Hoy no podre dar clase por un problema personal, pero la otra semana empezaremos con algunos trabajos que deberán hacer, yo misma eligire a las parejas para realizar esté trabajo, ustedes deben pensar en un tema y luego lo discutirán con su pareja, esto era todo, ya pueden retirarse- Dice retirándose del aula.

Ya que no tenia ninguna otra clase, decidí ir a visitar a Cárter en su práctica, al entrar al área de entrenamiento note que no había ni un alma, quizás la práctica se había cancelado, di una paso hacia la puerta para macharme pero un ruido que provenía de los camerinos me hizo detenerme, camino lo más silencioso que puedo y poco me asomo para ver a que se debía tan ruido y en ese momento desee que nunca mi curiosidad me hubiese empujado a este lugar o a este momento.

Lo Perfecto en lo Imperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora