- Hola mamá.
- Hola cariño, entra corre, que hace mucho frío. - Abrazo a mi madre antes de entrar en casa, la verdad es que la echaba muchísimo de menos.
- ¿Cómo está papá?
- Si te soy sincera no muy bien, lleva una semana que no para de trabajar como un loco, pero no te preocupes, que tenga mucho trabajo es bueno.
Mi padre es Clarck Green, uno de los empresarios más importantes de Nueva York, tiene una cadena de hoteles por toda la ciudad. Siempre está trabajando y muy pocas veces lo veo. Mi madre se llama Odette, Odette Green, se casó con mi padre a los veinte años y a los veintidós, tuvo a su primera hija, Sara. Mi hermana es siete años mayor que yo, nos parecemos bastante excepto en que ella se tiñó de rubia, si no fuese por ese pequeño detalle, pareceríamos gemelas. Dos años después de que naciera mi hermana, mi madre tuvo otro hijo, Peter. Él se parece más a mi madre que a mi padre, no como yo o mi hermana, tiene los ojos azules y el pelo rubio, no me parezco en nada a él, excepto por la sonrisa, todo el mundo siempre ha dicho que tenemos la misma sonrisa dulce. Y bueno, cinco años después, nací yo. Me llamo Judith y tengo veinte años.
- No esperaba que vinieras hoy a verme cielo, ¿ha ocurrido algo?
- La verdad es que si. - Cojo aire antes de contestar a su pregunta. - Matt me ha dejado. - Veo en la mirada de mi madre lo que parece una chispa de felicidad, pero entonces se acerca a mí y me abraza.
- Oh cariño, lo siento de todo corazón, ¿estás bien?
- No. - Ahogo un grito y contengo todo lo que puedo las lágrimas, pero es demasiado tarde, me pongo a sollozar como una niña abrazada a mi madre. - ¿Puedo volver a vivir aquí?
- Claro Judith, esta es tu casa, ¿dónde están todas tus cosas? ¿Quieres que hablemos de lo sucedido?
- Las tengo todas en el coche y no mamá, lo único que quiero es subir a mi habitación y descansar. - Le doy un rápido beso a mi madre en la mejilla y le doy las llaves de mi coche.
-Está bien cielo, ahora le diré a Dakota que suba las maletas a tu cuarto. - Me dirijo hacia las escaleras dispuesta a subir al piso de arriba, pero mi madre me coge de la mano y me giro para mirarla. - Bienvenida de nuevo a casa Judith, te habíamos echado de menos.
Cuando abro la puerta de mi habitación, miles de recuerdos hacen que un dolor punzante penetre en lo mas hondo de mi pecho, empiezo a llorar desconsoladamente. Me desnudo casi entera ya que parece que hasta la ropa me asfixia y me meto en la cama. No paro de recordar y cada recuerdo me rompe aun más mi ya destrozado corazón, cierro los ojos y después de lo que parece una eternidad, consigo dormirme entre las frías sabanas de seda.
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I WANT MORE (TERMINADA)
Teen Fiction- No puedes estar enamorada de mí. - Su voz ha dejado de ser firme, su labio inferior ha empezado a temblar. - Uno no elige de quién se enamora. - Trago saliva. - Porque créeme, qué si pudiera elegir de quién enamorarme, tú serías el último al que...