Es irónico que una solo quiera vivir en paz, tranquilamente, sin molestar a nadie. Teniendo que afrontar los problemas cotidianos que una persona normal tiene que sufrir. Ni si quiera se que clases de problemas o retos se tienen que afrontar las personas normales.
Ser normal, suena como el mayor reto de la historia para mi. Ser normal implica no tener problemas con mafiosos, un pasado oscuro y un padre que no la utilice para quitarse las deudas.
Debo de ser la mayor pringada del mundo, porque a pesar de cambiarse de nombre, da igual, me siguen persiguiendo por culpa de mis progenitores.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que eché a Kaiden? No lo se, ¿Me importa? No.
Me duele la cabeza, estoy agotada tanto físicamente como psicológicamente. Solo quiero meterme en la cama y no pensar.
El simple hecho de recordar las palabras de Alexander provoca un escalofrío por todo mi cuerpo.
"Tienes una semana para tener listos 100.000 euros, te esperare aquí en 7 días para que me pagues. Y te aviso Blair no te gustarán las consecuencias si vienes vacía."
100.000 euros ni si quiera en todo lo que llevo de vida, he sido capaz de ver ni la cuarta parte de esa cifra que me pide. Tengo 21 años como narices se supone que debo tener tal cifra. Ni con lo que me pagan en Diamonds Queens me es suficiente para llegar a los 5.000 en una semana.
Tengo que pagarles toda esa cantidad, apenas tengo dinero para la comida, ni si quiera se que pasará con la casa de Lulú ahora que ella no esta.
No puedo pedir un préstamo, porque ni de broma me lo darían.
Joder, joder, joder.
Vuelvo a apoyar mi espalda a la pared, cerrando los ojos y dejando que las lágrimas caigan. Siento como cada vez mi cuerpo me pide aire, mis pulmones no obtienen el oxigeno necesario. Comienzo a coger aire por la boca y lo suelto muy rápido.
Pero no es suficiente, pues tengo una sensación de que no respiro, soy incapaz de escuchar nada de lo que hay a mi alrededor, lo único que reconozco son los latidos de mi corazón cada vez más agitados.
Me tumbo en el suelo, cerrando los ojos e intentando calmarme.
No se cuanto tiempo tardo, pero una vez que vuelvo a estar más tranquila, me levanto lentamente y miro el reloj. Tengo que empezar a cambiarme si quiero llegar a tiempo al trabajo.
Me voy corriendo a la ducha, y dejo correr un poco el agua para que este tibia, mientras aprovecho y saco del armario lo primero que pillo, una sudadera, pantalones y deportivas.
Regreso al baño con la ropa limpia y me meto en la ducha rápidamente, sin perder mucho tiempo mojo mi cuerpo en el agua aun un poco fría y me enjabono. Después de aclararme y vestirme, arreglo mi bolso con lo necesario y salgo de casa.
Con todo esto que me ha pasado no he cenado, aunque no tengo ahora mismo mucho apetito, pues mi mente esta ocupada en otros asuntos.
Sin darme cuenta de lo que hay en la calle, me tropiezo cayéndome completamente al suelo. Con el impacto, mis rodillas y manos son las primeras afectadas.
—¿Señorita esta bien? —alzo la mirada y veo a un hombre agachado extendiendo su mano.
Decido ignorar su oferta y opto por levantarme por mi misma.
—¿Estas bien?
—Si, no se preocupe.
—Esta sangrando, deje que la lleve al hospital. — intenta acercarse a mi, pero me alejo.
ESTÁS LEYENDO
Placer Oscuro
RomanceLibro I - Duología Oscuridad Blair Walker lleva sufriendo durante toda su vida. Con 21 años, trabajando desde hace 4 como stripper y ahora estudiando. Lo que menos se hubiese esperado es que su padre la vendiese al igual que lo hizo su madre años...