Capítulo 34

6K 476 53
                                        

Blair

Me intento separar, pero su mano sobre mi cadera se presiona más sobre mi piel. Cuando noto que sus labios se alejan de los míos aprovecho para poder traer aire a mis pulmones. Le miro completamente sorprendida ante su acción, pero él no muestra ningún sentimiento en su rostro.

Mis ojos van de su oscuridad que se encuentra atenta a mí, al cuerpo que hay justo atrás de Alexander. Su rostro es completamente neutro, pero notar como todo su cuerpo se encuentra completamente en tensión.

Su mirada conecta con la mía y puedo ver como el verde que hay alrededor de su pupila comienza a oscurecerse a uno mucho más oscuro e intenso.

—Buena entrada— dice una voz masculina, la cual no tengo ni idea de quien es el responsable de dicho comentario.

La mano de Alexander baja de mi cadera a mis piernas, apoyando su mano sobre mi muslo. Bajo mi vista para ver como sus dedos se encuentran sobre mi piel y no puedo evitar que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

Intento eliminar ese recuerdo que comienza a invadir mi mente sobre actos recientes. A pesar de que llevo una semana trabajando en mi entrenamiento, y noto un poco mi autoestima subiéndose, no es suficiente.

Supongo que poco a poco las cosas podrán progresar. Pero ahora mismo el progreso no es tanto como me hubiese gustado.

Antes las manos cálidas de Alexander sobre mi cuerpo o incluso sus labios sobre los míos me transmitían una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, pero ahora nada de eso.

Soy consciente de que antes, lo que sentía no era igual que lo que siento por Kaiden, que es algo que soy incapaz de definir ahora mismo. Simplemente, era deseo y lujuria, ¿a quien no le prende un hombre cuyo cuerpo y rostro es jodidamente perfecto como aparecen en los libros oscuros? Pero perfección en términos literarios y no reales.

—Así que por fin conocemos a la princesita— mis ojos se levantan ante dicho comentario.

La presión de sus dedos provoca que mi mente se desvié del comentario de ese hombre, pero dicho gesto no es suficiente como para calmar todas las dudas que comienzan a surgir en mi mente.

Recuerdo las palabras de Kaiden, y decido callarme y no preguntar a ese hombre porque narices me ha llamado princesita. No es solo la palabra princesa, sino que la entonación de su voz mientras me hablaba provoca que mi mente se ponga en alerta.

—Yo creo que ya hemos hablado y visto todo lo necesario— dice un hombre joven que se encuentra sentado justo al lado derecho de Alexander y yo.

¿A caso simplemente he venido hasta aquí para hacer acto de presencia?

Hay algo que esta sucediendo y que nadie me esta contando. Porque las ansias con las que me traía Kaiden simplemente para que me siente aquí y que se termine la conversación, hace que comience a sospechar que algo gordo tienen entre manos.

La forma en la que Kaiden hace apenas unos minutos se ha puesto tan protector conmigo y la situación en la que estamos ahora, no me cuadra. Si supuestamente he venido para que vean a Alexander conmigo, ¿entonces porque narices estaba tan tenso con que me mantuviese callada y no abriese la boca ante posibles comentarios?

Las mentiras comienzan a amontonarse, y yo me estoy cansando de ellas. Desde el primer minuto que me encontré en el club con los hermanos Black, todo lo que hay a mi alrededor se ha venido abajo. No tenia nada en mi vida, pero lo poco que tenía ha sido completamente destruido. Y no pienso que nada más se destruya.

Una caricia por mi rostro provoca que mi mente vuelva al presente. Observo la mano de Alexander recoger un mechón de pelo que se encontraba sobre mi rostro y lo arrastra hasta llevarlo a detrás de mi oreja. Alzo la vista y me fijo a los hombres que se encontraban sentados alrededor de la mesa, abandonan la sala acompañados de quienes serán sus hombres de seguridad.

Placer OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora