Alexander
Ignoro el impulso que hay en mi interior para seguir a un pequeña y delicada figura. No puedo permitirme distracciones, no ahora que todo se ha ido a la mierda.
Llevo una de mis manos hacia mi rostro, el cansancio comienza a pasar factura, pero esto forma parte del trabajo.
Alzo la vista y observo a una fila de mis hombres todos de rodillas, eran los encargados de asegurar y de vigilar cada perímetro. No permito que nadie cometa errores, y lo que ha pasado esta noche es algo que no puede volver a pasar. No cuando tengo un tesoro tan cerca de mí.
Noto la presencia de otra persona a mi lado, lo que provoca que me vuelva a centrar en la situación que tengo entre manos.
—El resto que no esta aquí, están muertos— escucho decir a Kaiden a mi lado.
Doy un paso y comienzo a moverme para estudiar cada una de sus caras, muchas de ellas demuestran el miedo ante esta situación y no es algo que me agrade. Demostrar tus sentimientos es un símbolo de debilidad, y no tolero que mis hombres lo demuestren.
Si tengo que ser el villano, lo seré, y nadie me lo impedirá. Pero no pienso dejar que unos mocosos insolentes se carguen todo mi imperio y los planes que tengo a futuro.
Me quedo parado cuando me centro en unos ojos que se diferencian al resto. Yo busco neutralidad ante esta situación de miedo o de terror, pero esa mirada destalla orgullo. Es justo lo que buscaba, el principal peón de todo este juego de ajedrez.
Kaiden, no tiene nada de tonto y se da cuenta de hacia donde van dirigidos mis pensamientos. Da la orden a mis guardias, tirando ante mis pies a ese orgulloso descarado.
—El orgullo en tu rostro te delata, tendrías que intentar disimular un poco más sino quieres acabar mal. Aunque te aseguro de que no va a haber un futuro cercano para ti, ¿pero eso ya lo sabes no?
No dice nada, simplemente se limita a observarme y a sonreír, simulando como si esta situación le agradase. Conozco demasiado bien este tipo de personalidad, y se que a pesar de que Kaiden se encargue de él e intente torturarle para sacar información, no van a sacar una mierda.
No es porque tenga un gran aguante, sino porque es un simple peón. Y los peones no tienen suficiente información valiosa, son solo unas figuras insignificantes que forman parte del juego para mover los planes, pero no saben una mierda.
—Si estas preocupado por esto, quédate sentado porque estas muy jodido.
Me agacho para quedar a la altura de este simple humano, que piensa que cualquier cosa puede vencerme.
—Creo que no debes saber mucho de descifrar a las personas, porque te aseguro que no tengo un ápice de preocupación. Pero es algo que deberías tener tu ahora mismo, porque no pienso permitir que te vayas de rositas con todo esto.
Me incorporo de nuevo, sacando la pistola que se encontraba a mis espaldas y sin dejar de desviar la mirada con el desgraciado que se encuentra a escasos metro de mi, comienzo a disparar al resto de guardias, dejando solo a dos con vida.
—Esto debería servir una lección para todos mis trabajadores.
Kaiden me lee la mente de nuevo y comienza a dar órdenes, obligando a mis hombres a deshacerse de aquellos afortunados que han tenido la suerte de tener una muerte limpia y rápida. Dejando solo a algunos hombres aún de rodillas, completamente expectantes a todo lo que pueda suceder.
Me quedo observando la catástrofe que ven mis ojos en la pared del hotel, me irrita que toda esta mierda luego me toque pagar a mi. Porque a pesar de que este rodeado de muchos criminales, lo que ha sucedido hoy aquí, es una acción para provocar a alguien.
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Placer Oscuro
RomanceLibro I - Duología Oscuridad Blair Walker lleva sufriendo durante toda su vida. Con 21 años, trabajando desde hace 4 como stripper y ahora estudiando. Lo que menos se hubiese esperado es que su padre la vendiese al igual que lo hizo su madre años...