Capítulo 29

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Blair

No se cuento tiempo ha pasado pero las preguntas, no dejan de cesar en mi cabeza. Sus ojos aún puestos en mi, pero puedo notar que a pesar de que su mirada este centrada en mi, su mente esta completamente dispersa.

Esas palabras que salieron de su boca hacen que mi cuerpo siga rígido. Dejo de pensar en las miles razones por las que ha podido susurrar esas declaraciones, cuando noto sus manos abandonar mi cuerpo.

Doy un pequeño paso adelante y mi mano se aferra a su brazo intentando atraerlo más a mi.

—¿Cómo has conocido a mi madre?

—Te he confundido con alguien— noto como sus músculos se ponen en alerta.

—¿Pasa algo aquí? — no me hace falta girarme para saber perfectamente quien está detrás de mí.

Luca da dos pasos para atrás, agacha la cabeza y sale corriendo de mi. Me giro y efectivamente, me encuentro a Alexander centrando toda su atención en mi.

Ya podría haber venido en otro momento.

—Veo que mi hermano no sabe hacer de niñera.

—Ni se te ocurra— las palabras salen solas de mi boca, porque una parte de mi cree saber cuales son las ideas que comienzan a aparecer por esa cabeza— Me pidió bailar, Kaiden no tiene la culpa.

Excusas, excusas— da un paso y su mano se apoya en la parte baja de mi cadera, provocando que ambos estemos mucho más cerca del otro.

Toda mi atención se centra en su respiración, noto como su pecho sube y baja al mismo ritmo que el mío, y la leve presión que ejerce su mano sobre mi espalda, provoca que todo mi cuerpo se bloquee.

—Mentir es muy malo Blair. —susurra en mi oído mientras esconde mi pelo por detrás de la oreja.

—Entonces estoy haciendo exactamente lo mismo que tu—el tono burlón con el que las palabras salen de mi boca provoca que una pequeña sonrisa aparezca en su rostro.

—Tendré que hacer algo con esa boquita un día de estos.

Escucho a alguien aclarar su garganta y mi mente vuelve a la realidad. Mi rostro se gira y puedo ver a Kaiden.

Completamente recto, sus manos cruzadas en su pecho y fijando toda su atención en su hermano. Ni si quiera se da cuenta de que yo sigo aquí.

—¿Tu no estabas cerrando el trato? — le pregunta con un tono de voz mucho más grave de lo habitual.

—¿Y tu no sabes hacer el trabajo de niñera? O me vas a obligar a tener que contratar a una por lo incompetente que eres. — mi cuerpo nota una corriente de aire fría al sentir como sus dedos se alejaban de mí.

Ambos se mueven en perfecta sincronía quedando delante el uno del otro.

—¿Tengo cara de ser tu asistente personal para tus caprichos? — le reprocha Kaiden a su hermano.

—Tienes los huevos de hablarme así en público— tras esas palabras estoy segura de que el ambiente se puede cortar perfectamente con unas simples tijeras.

Miro a mi alrededor y veo algunas miradas puestas en los dos, pero que luego se desvían hacia mi susurrando algo. ¿A caso estarán hablando sobre mí? Si ese es el caso, me da absolutamente igual.

Yo no voy a estar aquí parada como si fuese una muñeca que la tienen que mandar para saber a donde ir.

Mis piernas se mueven solas y comienzo a alejarme de ellos dos. Estoy segura de que están tan sumergidos en esa estúpida discusión que no se han percatado de que me he ido. Si se hubiesen dado cuenta no podría haber dado más de dos pasos.

Placer OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora