Capítulo 35

6.3K 466 27
                                        

Kaiden

Jamás pensé que algo así pudiese doler tanto.

Llevo mis manos a mi cabeza, porque comienzo a notar un dolor molesto. Noto algo mojado en la yema de mis dedos y observo sangre.

Por si no hubiese sido lo suficientemente estúpido, encima me presento así. Pero no lo pude remediar, me giré por un segundo quitando mi atención de mi hermano y cuando me di cuenta de que ella ya no estaba mi cuerpo se paro. La falta de distracción provocó un labio roto, pero en ese momento la preocupación por ella superó al dolor físico.

El sonido de mi teléfono me obliga a parar de pensar, cuando lo saco del bolsillo de mi pantalón veo la llamada entrante de Andrew.

—¿Qué mierda ha pasado? ¿Sabes como coño esta tu hermano?

—Cual es mi problema en eso Andrew.

Las palabras de Blair resuenan como si formasen parte de mi subconsciencia. Creo que tienes un problema de no entender cuando no consigues lo que quieres.

Ella tiene razón, mi hermano puede ser un obsesivo, pero es así como le enseñaron y no le puedo culpar de algo que se le obligó. Desde que tengo consciencia siempre se ha centrado en la mafia, y en nada más. Esta tan acostumbrado de conseguir lo que quiere bajo cualquier medio y que nadie consiga pararle los pies, que se cree el rey por encima del bien y del mal.

—El problema es que eres la única persona que conozco que le puede desatar de esta forma. Ven aquí ahora mismo a arreglar esta mierda que no es mi trabajo. Yo me encargo de la vigilancia, no de ser una niñera— para su decepción yo no soy la persona que ha provocado que se ponga así, ha sido Blair.

No soy tonto, pude reconocer cada movimiento para saber que estaba asustada mientras decía lo que nadie ha sido capaz de decirle a la cara a mi hermano. Él llevaba un día duro y las palabras de ella agotaron toda su paciencia, desatando la oscuridad que habita en él.

Ha llegado un punto donde tanto mis hermanas y yo decidimos no llevarle a sus límites, porque sabes lo que puede ocasionar. Ellas simplemente se alejan y pasan, a excepción de Rebeca, que a veces se da cuenta de que algo debe de estar sucediendo, pero se mantiene al margen.

—No voy a arreglar nada con él. Es lo bastante mayor para que solucione sus propios problemas— después de esas palabras le cuelgo el teléfono.

La cabeza me duele, y estoy seguro de que, si sigo escuchando a Andrew para que vaya a calmar a mi hermano, el dolor será más persistente y agudo. Necesito un rato para mi mismo, porque últimamente los problemas no dejan de crecer y la saturación se va apoderando cada vez más de mi.

Me muevo pocos metros ya que mi habitación y la de Blair se encuentran en el mismo pasillo. Una vez que entro, me voy directo al salón donde se encuentra mi portátil, lo enciendo y accedo a las cámaras de seguridad. Las cuales me dan visión a la puerta de su habitación.

En mi mente no cabe la posibilidad de que ella salga, tengo la sensación de que psicológicamente ha acumulado tantas cosas, que hoy ha explotado. Y a partir de hoy creo que todo puede cambiar, y no para situar las cosas como antes, sino para complicarlas. 

No puedo evitar sentir un enfado conmigo mismo, porque desde el minuto uno sabía que esto iba a ser una completa locura. Tendríamos que haberlo dejado estar, pero como siempre, si a mi hermano se le mete una idea en la cabeza, es casi imposible que lo deje pasar.

El dolor de la cabeza es persistente y me veo la obligación de tomarme una pastilla para que me alivie el dolor. Veo la maleta con mis pertenencias y saco la pastilla de dentro.

Placer OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora