Cada persona es diferente, y eso es algo bueno pues nos hace ser únicos. Por eso existen todas esas características que clasifican a las personas, y uno de los adjetivos de los infinitos que existen en el diccionario es cuando una persona es positiva o negativa.
Negativo es aquella persona que ve todo negro, todo lo hace mal, todo alrededor suyo es una mierda, no le gusta nada de lo que hace o de la situación en la que se encuentra. Y alguien positivo, es completamente lo contrario, una persona que intenta ver el lado bueno de las cosas, es optimista ante situaciones complicadas. ¿Qué algo te ha salido mal? No pasa nada, ya habrá buenos momentos en el futuro.
Yo personalmente no me considero una chica negativa, intento ser positiva ante la situación no tan perfecta que me ha tocado vivir. Pero ahora mismo, todo lo que veo por mis ojos provoca que comience a ser negativa.
Todos los muebles vacíos y en el suelo, algunos incluso destrozados, los armarios de la cocina abiertos y con toda la vaquilla destrozada, las sillas y la mesa de la cocina también destrozadas. La televisión en el suelo hecha añicos, papeles tirados y destrozados por el suelo.
Me dirijo a mi habitación y la cama esta completamente rota, rajada por todos los lados. Mis armarios vacíos y rotos, mi ropa tirada por el suelo, mis papeles de la universidad y todos mis apuntes relacionados con eso están esparcidos por toda la casa. El baño completamente destrozado y hecho añicos, el espejo roto al igual que la ducha y todos los frascos abiertos y en el suelo.
Me pregunto, ante este tipo de situaciones, cuando una persona lleva una mochila invisible en su espalda llena de mierda, y de la nada le tienes que añadir en la situación en la que me encuentro yo ahora ¿las personas son capaces de ser positivas? Porque mi respuesta para mi misma, en este preciso instante es un no.
No soy capaz ahora mismo de ser positiva, de ver el lado bueno de lo que me esta ocurriendo. Pues llevo menos de 72 horas donde parece que caigo al vacío y no llego al fondo, pues sigo cayendo y cayendo indefinidamente.
Me siento en el suelo del comedor, cruzando mis piernas y observando todo. Ahora mismo soy incapaz de llorar más, no se si mi cuerpo se encuentra en estado de shock, pero siento que ahora mismo no soy yo misma. Es como si algo se hubiese adueñado de mi cuerpo, y no me permite procesar todo esto que esta pasando.
—Hey— levanto la vista y veo a Lulú agachándose para quedar a mi altura— Todo estará bien cariño, no te preocupes.
—Yyyoo...— digo sin poder evitar que me tiemblen las manos y la voz.
—Shh— dice atrayéndome a su cuerpo. — Acabo de llamar a la policía, tranquila. Ya verás que encontraremos una solución.
Pierdo completamente la noción del tiempo, nos quedamos en esa misma posición, yo agarrada a ella sin poder llorar y seguramente con una cara horrenda. Y ella arropándome y moviendo su mano por mi espalda para tranquilizarme.
Toc. Toc.
Al escuchar eso me separo y alzo la vista hasta la procedencia de dicho sonido.
—Buenas tardes— dice uno de los policías que se encuentra en la puerta de mi apartamento.
—Hola agente. Llegamos para coger unas cosas y nos lo hemos encontrado así. — dice Lulú separándose de mi, para poder hablar con ellos.
—¿Es usted la que vive aquí? — la pregunta a ella.
—No.
Al escuchar su respuesta me levanto para poder responder.
—Yo soy la que vive aquí— no puedo evitar responder con una voz rota.

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Placer Oscuro
RomanceLibro I - Duología Oscuridad Blair Walker lleva sufriendo durante toda su vida. Con 21 años, trabajando desde hace 4 como stripper y ahora estudiando. Lo que menos se hubiese esperado es que su padre la vendiese al igual que lo hizo su madre años...