Maratón 3/3 Bienvenidos al final de la historia
Blair
La vida nunca es fácil para nadie, cada uno de nosotros tenemos nuestros propios problemas los cuales debemos de afrontar y luchar para salir adelante. No es justo comparar problemas entre personas ya que a simple vista algo puede parecer sencillo para uno y un gran dilema para el otro, la clave de ello es la mente.
Debemos de ser mentalmente fuertes si queremos ser capaces de afrontar los problemas que la vida o nuestra mente nos otorga.
Para mi, estoy en un punto de mi vida donde los problemas me han superado. Jamás me hubiese planteado que toda mi vida se hubiese basado en una gran mentira.
Me parece irónico que lleve dos días prisionera guardando luto a personas que ni siquiera tengo un vago recuerdo de ellas.
Durante todos estos días mi actividad principal se ha basado en alimentarme, ir a mi habitación a no hacer nada y hablar con Alice, quien me ha ayudado demasiado aunque ella no se de cuenta porque me ha mantenido la mente ocupada.
Mi propia cabeza me está jugando una mala pasada, después de todo este tiempo he sido incapaz de poder procesar toda la información que me ha contado Lulú.
He tenido una vida de mierda pero no ha sido culpa mía, muchas veces me lamentaba haber nacido en un ambiente tan malo. Pero no fue porque el destino lo quiso ni fue culpa mía, sino fue por personas que se divertían de mí sin yo saber la verdad ¿Pero como lo podía saber si todo el mundo a mi alrededor cerraba la boca?
He sido un simple trofeo el cual enseñar y presumir para toda la familia, he sido el hazmerreir de a saber cuantas personas, pero eso se acaba aquí. Porque la pequeña confianza que me queda ahora mismo, la he depositado en una persona.
A veces los lazos de sangre no tienen porque significar una unión de confianza para siempre, pero hay algo que siempre que cuando estaba al lado de Hunt me resultaba reconfortante y familiar, y ahora ya entiendo esa sensación. Desde que hablé con su trabajador no he sabido nada de él y ni siquiera le he visto de lejos.
Tampoco es que le haya prestado mucho hincapié a ello, creo que a pesar de depositar una ligera confianza en que me saque de estas cuatro paredes, mi mente se centra en los peores escenarios posibles.
No es algo que pueda evitar, simplemente es un mecanismo de defensa que ha establecido mi mente para no llevarse más golpes en esta vida, porque suficiente es todo lo que he sufrido.
El sonido de la puerta provoca que mi mente regrese a la vida real, aparto mi mirada del paisaje que me ofrece la habitación para girarme y conectar mis ojos con los de Alice.
—¿Molesto?— pregunta Alice mirando mis alrededores para saber si estaba haciendo algo.
—Que va, no estaba haciendo nada.
—Me preguntaba si te gustaría ayudarme en la cocina mientras charlamos un poco.
—Me encantaría— me levanto de la silla que había dejado al lado de la ventana.
Salgo enroscando mi brazo con el de Alice, y las dos bajamos hasta el piso de abajo. Mientras llegamos a la cocina, mi vista no puede evitar buscar el contacto de Hunt, pero sin tener esperanza ninguna no veo a nadie.
Es muy extraño que ninguno de los hermanos haya entrado a la casa desde que llegamos aquí, por muy desastre que haya sido la situación en París me extraña que ni siquiera Alexander se haya acercado para dormir.
Observo a Alice comenzar a sacar los ingredientes de la nevera mientras, estoy apoyada en la encimera a espera de que me indique como puedo ayudarla. Una vez que tiene todo listo sobre la encimera, saca unos cuchillos y unas tablas de madera.

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Placer Oscuro
RomanceLibro I - Duología Oscuridad Blair Walker lleva sufriendo durante toda su vida. Con 21 años, trabajando desde hace 4 como stripper y ahora estudiando. Lo que menos se hubiese esperado es que su padre la vendiese al igual que lo hizo su madre años...