Algo me hizo retroceder, parpadee un par de veces dirigiendo al mirada hacia el chico pálido y castaño de la habitación, fruncí el ceño, respiré hondo para tranquilizarme, era Chris.
Miré a través de la ventana, tenía que ir, salir… ¿Por qué lo pensaba tanto?
Obligué a mis pies a moverse y me lancé por donde había desaparecido Kat unos minutos antes.
Pero no había nada, ella no estaba Kyle no estaba, fruncí el ceño, miré a mi alrededor.
-¿estás loca?- Chris llegó hasta mí- ¿Cómo saltas de un piso así? eras tres niveles, pudiste romperte algo.
Lo miré, su mirada era extraña, no me veía como antes, o quizá, yo ya no lo veía como antes, bajé la mirada a mi brazo, había un pequeño vidrio incrustado en el, me lo arranque y lanzándolo al suelo empecé a correr.
Sonidos, las pisadas lejanas, corazones latiendo rápido, sangre. Negué con la cabeza no era eso importante ahorita, después.
-“a la plaza ¡ya!”- gritó Kat en mi mente.
-no vuelvas a hacer eso- gruñí cerrando las manos en puños.
Me detuve en seco esperando a Chris que corría detrás de mí.
-a la plaza- le dije y seguí corriendo.
Mis pisadas retumbaban en el bosque, las mías y las de Chris a mi espalda por supuesto, pero de repente me detuve un enorme lobo apareció a mi izquierda, gruñí lanzando una mano hacia delante, el lobo salió volando y pegó de un árbol.
-¡hey, hey ,hey!- Chris me tomó del brazo antes de que me acercara al lobo.
Pero ya no había lobo un muchacho alto y de cabello oscuro se levantaba con dificultad del suelo.
-¿Qué demonios te pasa?- me gruñó.
Fruncí el ceño… Tanner.
-no te reconocí- dije soltando mi brazo del agarre de Chris.
-lo noté- asintió molesto, pero luego se me quedó viendo, mis ojos se cruzaron con los de él- Ness…
-Kat está en problemas- Chris gruñó mirándonos a ambos.
-¡no tiene alma!- gritó Tanner acercándose a mí.
Retrocedí un paso.
-aléjate perro- dije, luego abrí los ojos de par en par- no, no quise decir eso.
-“¡Nessa!”
-¡que no hagas eso!- grité y seguí corriendo.