Nos volvemos locos

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-entonces alguien nos quiere peleando- dijo.

-si, creo que si- asentí.

nos  quedamos un rato más, sentados en el suelo, de vez en cuando Tanner gruñía, pero me aseguró que estaba bien.

claro, que podía ver como sus manos se cerrabany abrían de vez en cuando, sabía que tenía hambre, y que no me lo quisiera decir era ya señal de que no se sentía del todo bien. 

-no me van a desatar.. ¿cierto?- suspiró al rato.

- no creo que sea buana idea- negue con la cabeza. 

-claro, y dime, la morida que tiene Kyle en la pierna... ¿la hice... yo?

-no eras tu.

-pero era mi cuerpo- dijo alzando la mirada.

suspiré, el negó con la cabeza.

sus manos se volvieron a cerrar con fuerza. 

-puedo buscar un animal en el bosque, eso te clamará un poco- le dije. 

-no tolero a los animales, no dedsde... aquello- suspiró.

entonces tendrás que aguantar un poco, o... no tendría problema en que te cenaras a Jill- le sonreí.

-su sangre no es muy buena, creeme, se huele a kilómetros- bufó.

-guao, su sentido del olfato es increible- me rei. 

-una maldicion y una tortura- asintió- deberías ir a hablar con los brujos, antes de que empiece a escasear la sangre. 

-eso es lo que menos quiero- suspiré.

asentí y me levanté, pero antes me incliné y le di un beso en la mejilla. 

-calmae un poco, te daré sangre pronto- le sonreí.

-!Oye, Ness!- me gritó Kat desde lejos. 

-!ahora que!- le grité.

-encerré a los brujos en una casa, no pueden usar sus poderes, pero siguen igual de tercos.

-¿y Caleb?- pregunté.

-ya intentaste hablar con él, y no funcionó... si hablamos con ellosserá mejor convencerlos sin Caleb- dijo ella. 

-está bien, vamos- asentí.

caminamos hasta una de las casas, por como veía los árboles. hacía un viento que daba miedo, pero yo ni me inmutaba, todo dentro de mi burbuja estaba siempre igual, era una sensacion inquietante. 

-deberías darme un segundo, escucha, podrías siquiera escucharme- Chris estaba cerca de la casa junto con jill, ella no dejaba de hablar, y aunque el parecía molesto aun le brillaban los ojos.

-lo discutiremos luego, calmate un poco- suspiró Jill, se acercó a Chria, y enrollando sus brazos al rededor de su cuello lo besó.

mi estómago pidió a gritos vomitas, pero no tenía nada en el estómago, era incómodo, el snisiquiera se alejó, no frunció el ceño, pero si vi el brilo de sus ojos cuando los volvió a abrir, era como si estos estuvieran viendo una luz desde tan cerca que la mirada perdida tuviera sentido. 

-!idiota, ven ahora, o te pego la lengua con ella!- griñó Kat mirandolo.

-hemos pegado otras cosas en los último días, eso no me molesta- dijo Jill sonriendo, jugueteando con la correa del pantalón de Chris. 

-entonces pervertido, muevete ahora- Katr me haló de la mano gruñendo. 

-necesito comer- musité intentando no soltar los gritos que tenía en la punta de la lengua. 

Sin arrepentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora