Mírame y dispara

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-¿Dónde está Kyle Bisted?- gruñí mirando a Gabriel quien se limitó a alzar la mirada ante unos de los rayos.

-en la lista no hay ningún Kyle Bisted- dijo el vampiro con el libro grande en las manos- pero hay un Caleb Bisted.

-¿Caleb?- fruncí el ceño.

-¿el niño, Caleb?- Dorot alzó la mirada-ese niño es muy bueno… ¿Qué quieren con él?

-¿lo conoce?- pregunté alzando la mirada.

Me miró a los ojos sin responder, era bastante obvio que lo conocía, pero también estaba claro que nadie aquí me diría nada, negué con la cabeza.

-¡ya basta de esto!- Kat llegaba gruñendo, se notaba cansada, sus ojos aún refulgían con un color dorado intenso, el lobo de Kyle se había vuelto humano y se acercó a ella sonriéndole.

-en los límites debe haber algo que desconecte todo esto- musitó Chris.

-no lo sé- negué con la cabeza.

-es una opción…- Kyle se nos quedó mirando- pero qué si la protección no está ligada al pueblo, sino a una persona… si es un brujo el que está haciendo esto, la magia debe ser muy fuerte y para mantenerla “encendida”… el brujo tiene que estar vivo.

-la manera de deshacernos de la protección….

-sería matando al brujo- musitó Chris.

-el tal Caleb…- dijo el vampiro- puede ser el brujo.

-él tiene mi edad- suspiré- es imposible que proteja un pueblo que tiene muchos más años que él.

-el poder puede transferirse, no importa que no haya sido brujo antes, podría serlo ahora- dijo Kat.

-¿puedes pasar los poderes?- preguntó Chris frunciendo el ceño.

-solo una parte de ellos, pero solo con una persona compatible a ti… ¿me entienden?- Kat frunció el ceño.

-quieres decir… como de un padre a un hijo…- musité.

-sí, más o menos.

-hay que buscarlo- dije.

Tensé los labios, respirando hondo.

El aire empezaba a espesarse, como si una neblina blanca saliera del suelo y nos envolviera por completo.

Empecé a retroceder frunciendo el ceño, la verdad el humo salía del suelo, era como si cada grieta soltara ese extraño color que se esparcía por el aire.

-Kat…- susurré mirando hacia los lados.

Sin arrepentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora