Kat, Tanner, Chris y yo salimos de la casa unos minutos luego. El olor a sangre era demasiado, Chris nos indicó donde había sido atacado y luego Tanner empezó a seguir el rastro.
Recorrimos medio kilómetro corriendo hasta que tuvimos que detenernos.
-atrás- dijo Kat.
Había una pared, o un campo de fuerza alrededor de una sección del bosque.
Kat sacudió las manos y sus brazos se cubrieron de líneas doradas, lanzó un gruñido y una ráfaga de viendo caliente se estrelló contra la pared, estuvo así como unos dos minutos y luego cayó al suelo de rodillas.
-es demasiado fuerte- negó con la cabeza.
Chris tenía las manos cerradas en puños, me sujete de un árbol cuando la tierra empezó a temblar, la tierra dentro del campo de fuerza se agrietaba con rapidez pero el campo no caía.
-¡den la cara cobardes!- gruñó él.
El campo empezó a emitir un silbido, Tanner frunció el ceño acercándose a él y alargando la mano lo tocó, su cuerpo se contorsionó antes de caer al suelo con convulsiones.
Lanzó un gruñido de dolor y luego se incorporó.
-¿estás bien?- le pregunté.
-es magia- dijo Kat frunciendo el ceño- una muy fuerte.
-¿puedes hacer algo?- Chris dio un paso adelante.
-no, no sin salir herida- negó con la cabeza.
-no me quedaré aquí sin hacer nada- gruñó acercándose al campo.
-¡Oye, oye!- lo tomé del brazo apartándolo- no hagas estupideces por esto.
-tengo que hacer algo, ella no podrá… solo lleva convertida un día y…
-la vamos a encontrar-suspiré- ahora volvamos a la casa y pensamos en algo.
Nos sentamos todos en la sala a pensar que era lo que haríamos, Chris no dejaba de respirar hondo para no gritar, y lo entendía, si algo le llegara a pasar a él, destruiría todo lo que estuviera a mi alcance para encontrarlo.
-vamos a descansar, en la mañana estaremos más tranquilos- Rob suspiró.
Me levanté tomando a Rob del brazo arrastrándolo hacia la cocina.
-vigílalo, que no cometa la estupidez de escapar a mitad de la noche- susurré.