Bufé negando con la cabeza y cruzándome de brazos cerré los ojos.
Desperté sobresaltada con un grito de Chris, salté de la cama tomando la daga que escondía en mi chaqueta.
-¿Qué?- gruñí mirándolo.
Se encontraba en la mitad de la habitación, saliendo del pequeño baño del lugar viendo a Kat.
-hola, chicos- Kat nos sonrió sentándose en uno de los muebles- lindo el cuarto, dejando de lado que se quedan en el centro de un manicomio.
-¿Cómo demonios estás aquí?- gruñó Chris molesto.
-tengo un tiempo libre en la academia, y decidí visitar a mis vampiros favoritos, ya saben…-se encogió de hombros- aprendí un truco nuevo, aparecer y desaparecer, es útil.
-inteligente, pero el hecho de que ahora no podrás salir- suspiré lanzando la daga a la cama.
-oh, sí puedo salir, estos humanos son inteligentes, pero no llegan a superar el poder de los brujos- se encogió de hombros.
-me empiezas a caer mal- inquirió Chris lanzándose a la cama.
-no me molesta eso…- ella sonrió- lo que puedo notar es que durmieron juntos.
Abrí los ojos de par en par, no había recordado eso, hasta ese momento.
-solo hay una cama- se excusó Chris.
-claro, claro…- Kat asintió- miren, su vida privada ahora es la mínima responsabilidad que tengo, hay es que sacarlos de aquí.
-¿Qué hacen estos humanos?- pregunté.
-lo sabrán en un par de horas- se encogió de hombros- mantengan la vista baja hasta que averigüe como debilitar su magia, y los sacaré de aquí.
-no podemos fingir que comemos tres veces al día, no podemos fingir que todo esto no nos incomoda, es solo cuestión de tiempo- dije.
-entonces hagan tiempo- respondió ella.
Miró hacia los lados y sonriendo desapareció.
-debes estarme jodiendo- suspiré sentándome en una esquina de la cama.
-¿hacemos un pequeño tour?-me preguntó Chris.
Alguien golpeo la puerta de nuestra habitación, escondí el cuchillo bajo la cama y Chris abrió.
Dorot, la mujer estaba con una sonrisa escalofriante.
-buenos días, chicos- nos saludó.
-buenos días- respondimos ambos al unísono.