-hay que irnos, no pasará lo mismo, no otra vez- negó con la cabeza.
-¿Qué?
-la última vez que estuvieron juntos todos en un solo lugar, fue hace cinco meses…
-¿la noche en que me mordieron?
-los cazadores rondaban toda la ciudad, los vampiros no podían salir sin ser cazados y… simplemente las cosas se salieron de control.
-¿sabes quién lo hizo?- pregunté.
-te he dicho que no- suspiró.
-me parece que sabes- alcé la mirada hasta sus ojos.
-¿Por qué necesitas saberlo?
-¡porque, quiero acabar con el desgraciado que lo hizo! ¡Esto…!- me bajé el cuello de la camisa dejando ver las pequeñas marcas de los colmillos- ¡quiero que lo page!
-¿crees que fue algo malo?- gruñó.
-solo me hizo aún más inaccesibles las cosas que antes me parecían difíciles- suspiré- ¿es cierto lo de matar al que te convirtió…?
-¿te vuelve a la normalidad?- negó con la cabeza- yo maté a Lillith, y aun así sigo con esto.
-le dijeron a Chris que lo hiciera- suspiré- en cierto modo, hubiera sido capaz de dar mi vida porque él volviera a la suya.
-¿está bien?
-como siempre- asentí.
-todo va a salir bien- asintió- al final siempre nos va bien.
Suspiré asintiendo.
-no me voy a mudar, no me voy a ir y alejarme de las personas que quiero.
-pasaremos inadvertidos entonces… empezaré por dejar de andar con bolsas de sangre por la calle- sonrió.
-no voy a alimentarme de vivos.
-ya lo hiciste una vez…
-¡Y fue lo peor que pude hacer! No tengo que recordarte lo que pasó.
Llegamos a la casa sin que me diera cuenta, al final lo único que pude hacer fue mantenerme despierta viendo el techo hasta que sonó el despertador.
Me cambié con rapidez tomando la mochila y saliendo temprano para el instituto.
-¡espera!- escuché que alguien gritaba.