Dos días han pasado desde que Jared hizo aquel show en el jardín. Mi mente no deja de darle vueltas a ese momento. Sus palabras se repiten múltiples veces en mi cabeza. Me llegue a sentir un poco incomoda, pero...
—Tierra llamando a Tanit —dice Fabi quien está sentada a mi lado en la cama de su habitación, la cual no es tan diferente a la mía. Solo por los colores y la posición de los muebles.
Fijo mi mirada en ella y parpadeo.
—Lo siento, creo que me puse a pensar mucho.
—Demasiado diría yo —dice y me fulmina con la mirada—. Me harás repetir todo lo que ya dije —se queja y se cruza de hombros.
—Lo siento —me disculpo mientras me acomodo en una posición diferente en la cama con total libertad. Ya mi pie está casi como nuevo. Ahora solo tengo que usar una gasa para tapar lo herida. Una cicatriz decorará mi pie de hoy en adelante, pero no me desagrada.
—Bueno, te iba diciendo que cada vez se acerca más mi cumpleaños, con exactitud faltan cuatro días. ¿Y quería decirte que si querías ir de compras conmigo mañana temprano? Y como mañana es el día libre de todos no hay problema con el trabajo —dice levantando las cejas y bajándolas rápidamente.
Eso no me lo esperaba. Hace mucho que no voy de compras con amigas. La última vez que fui, fue con mi mejor amiga Laila hace un año y medio, pero realmente no compramos nada ese día... solo comer helado y chocolate.
—Me gusta esa propuesta. Siento que voy a gastarme todo el dinero que tengo— digo y Fabi suelta una risa.
—Esa es la intención, quedarse sin un solo dólar en el bolsillo —dice y se pone de pie caminando hasta su armario y lo abre de par en par—. Este armario mañana estará lleno hasta explotar. No cabera y un calcetín más —exclama y las dos nos reímos.
Me pongo de pie, al fin puedo caminar sin cojera, y camino hasta ella.
—Aunque ya está lleno no es malo llenarlo mucho más —digo mirando el interior del armario y luego a ella. Una sonrisa que muestra sus dientes perfectos decora su rostro.
—Así se habla —dice y me da una nalgada.
—¡Oye! —digo y me llevo las manos a mi trasero y doy tres pasos lejos de ella.
—¿Qué? Tienes un culazo, me tentaste. Mi mano fue sola hasta ahí, no fui yo —dice y levanta ambas manos como si no hubiera hecho nada.
—Tengo un culazo, pero no se toca —digo y entrecierro los ojos en dirección a ella.
—Ok, señorita White —dice y baja las manos, cierra su armario y se gira su mirada hacia mí.
—Bueno vamos, el trabajo espera —dice y me hace un gesto para irnos con la mano.
—El trabajo llama —digo y camino. La adelanto hasta llegar a la puerta, pero antes de cruzarla me da otra nalgada.
—¡Fabi! —le digo.
—¿Qué?
Salimos de la habitación y estallamos en carcajadas.
Casi eran las dos de la madrugada cuando llegue a mi habitación ayer. Me duché y me acosté, estaba tan cansada que me dormí al instante. Había ayudado a Fabi en algunos de sus trabajos, esta vez salí ilesa. Maya y Gina se nos unieron más tarde, almorzamos, cenamos y seguimos haciendo lo que nos tocaba a cada una. Cada día era una tarea diferente la cual nos asignaban a cada uno de los empleados. Algunas en pareja, otras requerían a más de dos personas y otras sola una. Fabi y yo estuvimos limpiando la piscina y el gimnasio. Gina se encargó de la cocina y Maya del jardín delantero.
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Los Blake
RomanceTanit White es una simple chica peliroja que vive junto a su madre, pero esta enferma de gravedad. Los medicamentos son muy caros y sus ahorros no dan para más. Tanit decide que es momento de buscar empleo, pero su misión es en vano al no obtener n...