No tardo en llegar al portón. Le enseño la tarjeta al mismo chico de por la mañana y entro en la casa. Todo está en silencio. Las luces están todas apagadas. La poca luz proviene de los faroles de la calle los cuales están bastante lejos. Comienzo a caminar hacia mi habitación, un poco asustada, lo ámbito. Miro a mi alrededor esperando encontrarme algo o alguien que quiera hacerme algo. Es una sensación que ya conozco desde hace años. Como odio el miedo.
Cuando estoy a punto de entrar en el pasillo donde está mi habitación un sonido raro hace que me voltee. Sonó como si algo chocara con otra cosa. Sé que me voy a arrepentir de esto, pero comienzo a caminar en dirección al sonido. Doy pasos lentos y silenciosos. Cada vez me acerco más y me doy cuenta de que el sonido vino de una puerta que jamás había visto aquí. Esta está entre dos cuadros grandes. Si no fuera porque está abierta no me doy cuenta nunca de que está ahí. Me acerco más a ella y con mi mano la empujo un poco, pero no se mueve por lo pesada que es. Le doy un empujón un poco más fuerte. Se mueve dejándome ver unas escaleras que van hacia abajo. Con cuidado y en silencio comienzo a bajar las escaleras. Mientras más bajo, más me doy cuenta de lo grande que es esto aquí. De no ser por unas pequeñas bombillas esto estuviera sumergido en total oscuridad. Miro a mi alrededor, las paredes, el techo, el suelo... me quedo de piedra cuando veo sangre a mis pies. Arrugo las cejas al darme cuenta de que la sangre tiene rastro. La sigo con la mirada y esta se me acaba delante de otra puerta.
Me acerco haciendo el menor ruido posible y la empujo.
—¡AHH! ¡BASTA! ¡YA! Por favor ya —escucho una voz y se me pone la piel de gallina—. Ya... ya... basta —dice y es ahí cuando la reconozco.
Gina... es Gina.
Abro más la puerta y lo que aparece delante de mis ojos me deja paralizada. André, Esteban, Uriel y Jared tienen a Gina amarrada de las muñecas desde el techo y está desnuda. Tiene la cara llena de sangre, los ojos hinchados, su costado está abierto y la sangre mana de la herida cayendo al suelo.
—Hoy te toco a ti... una rubia... hace tiempo no nos tocaba una rubia juntos —dice André en un tono de voz que me da escalofríos. Me muevo como puedo y me escondo dentro de la misma habitación sin perderlos de vista.
—Hace exactamente seis meses que no nos tocaba una rubia —dice Uriel—. Siempre eran castañas y pelinegras.
Esteban y Jared se quedan en silencio , pero el primero se acerca a Gina con un cuchillo en la mano. Gina lo nota y empieza a moverse desesperada intentando soltarse.
No lo hará... ¿o sí?
—No... por favor no... no diré nada se los juro, si me dejan no diré nada ... por favor —dice entre sollozos haciendo que a mí se me escapen algunas lágrimas.
—Cállate rubia... que hasta aquí llegaste —le dice Esteban caminando alrededor de ella y se detiene a su espalda.
—¡NOO! ¡POR FAVOR N...
La frase se queda en el aire cuando Esteban pasa la hoja del cuchillo con fuerza por el cuello de Gina. Un chillido escapa de mis labios y me llevo la mano a la boca. Lágrimas se deslizan por mis mejillas.
No, no acabo de ver esto... Gina. No es que fuera una gran amiga mía, pero le tenía aprecio.
Ella se comienza a ahogar con su propia sangre, mueve su cabeza en busca de oxígeno, el cual no encuentra. La sangre comienza a bajar por su pecho y abdomen, segundos es lo que pasa cuando su cuerpo queda inerte.
Los cuatro se quedan mirándola como si fuera algo hermoso de ver... ¿en dónde he estado viviendo las últimos meses? Me decido por salir de ahí, doy pasos hacia atrás. Mi pecho sube y baja rápidamente por mi acelerada respiración. Doy otro paso, pero justo mi tobillo toca algo blando. Giro mi cabeza lentamente y mis ojos ven el cuerpo de uno de mis compañeros: Landon. Completamente desnudo y sin uno de sus ojos. Su abdomen totalmente abierto. Las náuseas no tardan en hacer presencia.
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Los Blake
RomanceTanit White es una simple chica peliroja que vive junto a su madre, pero esta enferma de gravedad. Los medicamentos son muy caros y sus ahorros no dan para más. Tanit decide que es momento de buscar empleo, pero su misión es en vano al no obtener n...