26.

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Nos devolvimos esa noche a casa sin el padre de Harry. Dijeron que aun no habían descubierto qué tenía, que debían tenerlo en observación un tiempo.

Ahora, estoy en mi habitación pero cuando iba en el auto a su lado, el iba triste. He manejado yo, quién sabe qué cosa le podría haber pasado si el manejaba. Iba con las rodillas apretadas contra su pecho y sus estrechos pantalones se apretaban aun mas con su piel pero no parecía importarle.

Tenía el anillo de hojas grabadas en su anular aun, pero estaba con las manos sin fuerza, inertes, puestas sobres sus rodillas. Sus ojos estaban cerrados y con la cabeza recostada en vidrio. Su respiración formaba una nube de calor en la fría ventana.

Cada vez que intentaba hablarle, el levantaba una mano sin decirme que parara, eso era suficiente. Seguía con su mirada sin rumbo tras sus párpados cerrados.

Estaba perdiéndose.

Se despidió de mi con su beso en la mejilla y yo intenté abrazarlo sin parecer que lo estaba consintiendo por lo de su padre, pero el se escapó demasiado rápido. Subí a mi auto y me devolví a casa luego de un día que tuvo partes grandísimas como horripilantes.

He llegado demasiado temprano a clases. Los pasillos están vacíos y lo único que encuentro, es uno que otro profesor. Me quito la mochila del hombro y la cargo con los libros y cuadernos que me tocan en una media hora. La dejo en suelo, y comienzo a vagar por el recinto vacío.

-Erin.

Me volteo rápidamente pensando encontrarme con el diablo vestido de ángel pero el no es.

-Profesor Hernández. -murmuro mientras me acerco a la banca de la cafetería en la que está sentado.

-Hola.

El sonríe y golpea la banca con su mano unas veces. Me siento dejando mi mochila a un lado y recojo mis piernas.

-¿Cómo haz estado? -pregunta el. -Ya solo quedan unos meses y el curso se va.

-Me quejo bastante, la verdad. -digo soltando una risita en un suspiro. -Pero qué va, ya estamos aquí. El año se hace de experiencias y... -me encojo de hombros. -Solo es un año y ya.

El hombre sonríe por un segundo y luego esta desaparece de su rostro. Se pasa una mano por el pelo casi a la raz de su cabeza y vuelve a mirarme.

-¿Cómo lo maneja el? -pregunta sacándome de mis niveles. No esperaba esa pregunta. -Ya sabes, con todo esto. Yo... Siempre quise quejarme y lo hice, pero nunca creen hasta que ven las cosas. Sabes que siempre quise ayudarlo, Erin.

-Lo sé, profesor, y él está bien. Ósea, estará mejor en algunos meses mas pero lo está llevando bastante bien. -respondo con sinceridad. Mi cabello rubio cae por mi espalda y me roza un poco mas abajo de la cintura.

-Siempre tuve miedo, ya sabes, de que hiciera algo. -musité bajando el tono. Tuerzo la cabeza y sigo escuchando. -Con el problema de años con Jake y que siempre estuviera solo... Temía que hiciera algo, pero resultó ser muy fuerte.

Jamás había pensando en qué hacía Harry para dejar ir toda esa impotencia cuando Jake lo humillaba. Miro el frente de la cafetería mientras comienzo a pensar todo esto.

-En fin. -responde el profesor pasándose las manos por los muslos mientras se levantaba. Se dio cuenta de que ya me había ido. -Nos vemos en clase, Erin. Un gusto charlar contigo.

-Igualmente. -respondo sin mirarlo.

La campaña comienza a sonar y me levanto rápidamente para volver al pasillo. Camino por los mismos pasillos ya mil veces transitados pero no de esta manera. Sé que debería sentirme libre, pero sabiendo que Jake ya no está aquí, no significa que deje de hacer daño.

Doblo la esquina hacia el salón de matemáticas y veo que el profesor ya ha entrado. Está parado en el puerta y habla alegremente con alguien.

Me acerco lentamente para observar quien es y mi rostro forma una sonrisa instantáneamente l ver a Harry con su típica remera blanca y la mochila colgada al hombro. Enarca las cejas ante algo que me comenta el profesor y gesticula con sus manos al contestarle.

Cargo mi peso hacia otra pierna mientras ellos conversan. Harry se da cuenta de mi presencia y desvía la mirada hacia mi sin dejar de hablar con el profesor.

Le dirijo un saludo con la barbilla y el mantiene la mirada en mis ojos unos segundos que parecen eternos.

Luego sonríe y vuelve a mirar al profesor.

JIJIJIIJIIJIJI, Aquí va uno mas. Por dios, el lunes empieza la tercera semana de clases y ya me quiero matar. ¿Por qué??????? en fin, creo que puedo sobrevivir...

besos, 

Monse.

Leave Me Speechless  (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora