Leave Me Speechless (h.s)

39.

Cuando miro sus ojos, teniendo miedo, tratando de esconderse en la oscuridad, creo que me puedo perder y no volver más. Su ceño fruncido y su cabeza apoyada en la fría muralla, no hacen más que hacerme confirmar mis teorías.

Está enfadado conmigo.

Pero me ha dicho que se está enamorando de mi. ¿Cómo se supone que debería reacción? ¿Acaso debería correr a sus brazos y abrazarlo? No lo sé, los minutos pasan y pasan, y yo sigo aquí, de pie, frente a su cara, cuerpo inmóvil, que no hace nada más que mirarme de reojo.

Harry suelta un suspiro fuertísimo cuando se pasa una mano por su cabello y se despega de la muralla.

-A la mierda.

Y dicho esto, comienza a caminar por el pasillo hasta que llega al inicio de la escalera. Enarco una ceja y es cuando por fin, mis sentidos comienzan a hacer señales de vida. Corro detrás de él y alcanzo a tomarlo por la manga de su remera.

-Harry, no. Espera. -comienzo a decir y él se voltea para escucharme. -Yo...

-No, Erin. Tu nada. -me corta. En mi interior algo se desvanece y todo lo que alguna vez quise comienza a crear una barrera delante de nosotros.

"No, Harry."

-Déjame solo. Dile a mamá que he pasado descansar porque aún me duele el pecho. -murmura y sube de a uno en uno los escalones de la gran escalera. -Que por cierto, es una mentira porque estoy perfectamente, ya que ni si quiera te detuviste a preguntar.

Termina de decir eso, y una sonrisa se eleva en su boca. Sus ojos no son más que una pelotas negras y brillantes, llenas de furia y terror. Cuando dobla por la muralla para seguir avanzando, me siento en la escalera y pienso.

¿Qué es lo que me pasa? ¿Acaso estoy enamorada de Harry? ¿Cómo se supone que deba interpretar ese sentimiento? Tardé demasiado en averiguar que Harry me gustaba y ahora tengo que saber si me estoy enamorando o no?

-Dios. -murmuro y una lagrima cae por mi mejilla. Siento un ruido delante de mi, y pienso de inmediato que Harry a decidido bajar en un ataque de compresión, pero luego recuerdo de que no hay otra forma para bajar a la planta inferior que las escaleras en las que estoy sentada.

Alzo la vista y me encuentro con Gemma delante de mi. Se ha cruzado de brazos tu me mira extrañada. Me levanto de inmediato y me hago a un lado para que pueda pasar.

-Lo siento, Gemma, no te había visto. -digo soltando una risa nerviosa. -Pasa.

-No quiero pasar, Erin. Solo vine a ver si estabas bien y acabo de comprobar que eso es una mentira tremenda.

La miro a los ojos y me doy cuenta de que tienen la misma capacidad que los de Harry. Puedes mirar en ellos y seguir y seguir, hasta no encontrar el fondo jamás, y perderte para siempre.

-Qué va. -susurro porque si subo aunque sea un poco el tono de mi voz, comenzará a quebrarse y entonces ella se dará cuenta. -Estoy bien, solo quería descansar un poco.