27.

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Harry ha estado callado durante todo el día.

Desde que me saludó mientras hablaba con el profesor, no ha dicho ni una palabra mas. En matemáticas, me senté a su lado para que trabajáramos juntos, pero se sintió como si estuviese sola.

Sé, con mucha razón, que no debo culparlo. Su padre está bien dentro de lo mal que se encuentra pero eso no quita la alarma de lo que pueda pasar mas adelante. Pero se supone que todo estaba bien...

-Harry. -lo llamo cuando el se apresura a salir del salón de historia luego de almorzar callados. El se voltea, sin embargo, no deja de caminar. -Para. -le ordeno.

El baja la mirada y detiene el paso. Se lleva la mochila hacia la espalda y suspira sin levantar la vista.

-Sé que no te sientes bien, pero debes hablar conmigo... Quizás te haga mejor. -comienzo a decir pero el levanta las manos para que me detenga.

-¿Qué hable contigo? -suelta una risa. -Erin, ¿Quieres que te hable de mi padre, quien tiene recientes problemas al corazón y que probablemente lo que vimos el otro día fue solo lo mínimo que puede suceder?

-No tienes por qué ser así, solo trato de ayudarte. -me quejo rápidamente. La gente se ha detenido a mirarnos mientras "discutimos". Sin Jake merodeando por los pasillos, todos andan en busca de algo emocionante.

Avanzo y tomo a Harry del brazo pero el trata de zafarse. Lo obligo de todos modos, y lo empujo en un pequeño pasillos

-¿Ayudarme? -sigue el. Estamos a solo unos centímetros y el está enojadísimo que no se atreve a tocarme. -Me ayudarías al dejarme solo por una puta vez.

-¿Por qué me tratas así? -digo mientras comienzo a subir el tono. -Sabes perfectamente que no te he hecho nada. No puedo hacer como si lo del otro día no haya pasado. Estuve ahí, contigo. Ahora trato de ayudarte y me tratas así. ¿Qué te pasa?

-¿Que qué me pasa? -sigue el alzando la voz. Mira hacia fuera y se da cuenta de que la ha alzado y baja el tono. -Estoy harto. Estoy harto de todo. ¿Qué no puedo ser normal y estar tranquilo un día? Sin esperar nada malo.

Sus ojos vuelven a estar cargados de furia, odio, tristeza e impotencia. Sus puños están fuertemente cerrados y ahora rodea los ojos al percatar que lo estoy observando.

-Solo deja de hablar de eso ya. -me ordena. Yo suspiro y me apoyo contra la pared tras mi. Está fría y nunca había tenido tanto frío antes. El también se recarga contra la pared de su lado y suspira. -Lo siento.

Se pasa una mano por la cara y se la restriega con rabia. La descansa sobre el puente de su nariz.

-Púdrete. -le digo y trato de sonar ruda pero empiezo a sonreír. Harry se da cuenta de eso y rodea los ojos para sonreír también. -En serio, Harry.

-Ven aquí. -susurra.

-No.

-Mh-hm. -murmura volviendo a exigir. Me toma por los hombros y me estrecha contra si. Recargo mi cabeza contra su pecho y el acaricia mi cabello. -Me pudro si te pudres conmigo.

Alzo la mirada y veo cómo sonríe ampliamente.

-Púdrete.

...

-Tu madre empezará a pensar que soy una especie mal augurio. Creerá que soy como el gato negro en las supersticiones. -comienza a decir Harry.

Estamos en su auto. Ósea, en el de su madre. Se ha ofrecido a llevarme a casa y yo lo he invitado, ha estado negándose y poniendo excusas desde hace unos minutos.

-No digas eso. Le haz caído bien.

-Tiene que pasársele algo por la cabeza. No cualquier chico lleva a su hija a salir, como lugar recurrente, a el hospital. -dice el mientras mira al frente. Aun no se acostumbra del todo a menear y cada vez que frena, lo hace muy bruscamente.

-Eres un chico especial. -le comento y le toco el hombro con una sonrisa picara. El me mira de reojo y sonríe.

-Si, si. -responde rodando los ojos.

Luego de unos minutos de bromas y chistes sin sentido, Harry estaciona el auto frente a mi casa, aunque no frente frente. Un auto lo obstaculiza.

-¿Qué no saben que aquí ya hay gente con auto? -reclamo a viva voz. Me llevo las manos a la cara para tapármela.

-Mas de alguna vez haz hecho lo mismo que ese conductor. -me reprocha él. Le doy un codazo en las costillas y el se reprime en el asiento del conductor. -ahí se está bajando. -dice cuando la puerta del lado del conductor empieza a abrirse. -Prepárate.

Abro la puerta lentamente y me bajo de manera silenciosa. Harry se queda en el asiento y se parte de la risa mientras me ve esperar fuera del auto.

Del auto negro, sale una zapatilla de color blanco. Luego aparece la siguiente y consigo unos pantalones ajustados negros.

Y luego, aparece Jake.

Leave Me Speechless  (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora