Comienzo a deslizar mis manos por su remera blanca en su pecho, hasta llegar a su cuello, donde entrelazo mis dedos. Sus labios rozan con los míos en un suave movimiento que cada vez toma más velocidad y ferocidad.
Sus manos están cómodamente apoyadas en mi cintura pero cuando me inclino de puntillas para poder besarlo más intensamente, éstas bajan hasta mis caderas en donde él se queda petrificado; aunque no deja de besarme.
-¿Está bien? -pregunta agitadamente entre besos. Abro mis ojos y veo que el aún los tiene los suyos cerrados. Una sonrisa en mi boca comienza a surgir de modo que él se separa de mi boca instantáneamente.
Me pilla mirándolo.
-Eres asombroso, Harry. -susurro y con mis manos aun entrelazadas tras su cuello, lo empujó hacia mi para seguir besándolo. Pero el impone resistencia apoyando los pulgares entre mis costillas.
-¿Lo dices en modo sarcástico o no? -pregunta enarcando una ceja. Eso solo hace que mi sonrisa se agrande y que en su boca aparezca una. -Por favor, Erin. Mi cerebro está concentrado en un 100% en besarte, por lo que cualquier cosa que no implique algo relacionado con el tema, me parece raro. No puedo distinguir si me estás cargando o no.
Suelta un suspiro y suelta mi cintura con una mano para poder despejar su cara de algunos rizos rebeldes. Cuando termina, nervioso vuelve a posicionar su mano a donde estaba anteriormente y originó el gran dilema. Cargo mi peso hacia atrás, en la pared de su habitación.
-¿Suelo cargarte mucho?
-¿Quieres la verdad? -pregunta él contraatacando. Inclinó la cabeza demostrándole que es algo obvio por lo que el menea la cabeza con una sonrisa. -Mmm... Si.
Mi boca forma una "o" tremenda y se doy un empujón en el pecho con ambas manos. Harry suelta una carcajada y cuñado paso a su lado me detiene tomándome de la mano, lo que hace que me gire hacia el nuevamente.
-¿Está bien?
-Si, obvio que si. -digo pausadamente. Sus ojos se mueven intranquilos y cuando escucha lo que le dije, vuelve a poner sus manos en mi cintura, y me atrae hacia él. -Wow, tranquilo, hombre.
Harry suelta una carcajada y rodea los ojos, vuelvo a entrelazar mis manos tras su cuello. Él sonríe y me estrecha contra si, de modo que ahora estamos abrazados, acerca su boca a mi oreja y comienza a caminar.
Me aferro fuertemente a su remera y suelto un chillido cuando comienza a tropezar por no ver a mis espaldas. Siento las manos fuertes de Harry sujetar mi cintura.
-Pon tus pies sobre los míos. -susurra en mi oído.
Frunzo el ceño al no entender lo que quiere decir, pero de todos modos lo hago. Inmediatamente crezco unos centímetros y quedó casi -lo que significa solo llegar alta hasta su nariz. - a su altura. Harry retoma la marcha.
-Vaya, pensé que sería más cómodo. -murmura sonriendo y caminando por su habitación. Al escuchar su comentario, me cargo más hacia abajo y el me suelta unos segundos pero vuelve rápidamente. -Como vuelvas a hacer eso, te dejo caer de vedad, Erin.
-Ja, já. -me río irónicamente. El rodea los ojos y sigue caminando.
No puedo ver a mis espaldas pero ya noto que salimos de su habitación, estamos en el pasillo del segundo piso. De repente, me dejo llevar por el olor de su cuello. Es increíble lo bien que huele y lo mucho que me hace sentir esa calidez que desprende de el. Quiero estar abrazada a él hasta el fin de los tiempos.
-Te lo dije. -murmura Harry sacándome de mis vacilaciones. Me toma de la cintura con una mano y con la otra me carga por debajo de las rodillas, de modo que ahora estoy solo colgando de sus brazos.
Y sobre la escalera.
-Te dejaré caer de verdad si no haces que cambie de opinión en diez segundos.
-Bájame ahora, o me enojaré contigo, Harry. -grito por encima de su cabeza. Ahora me aprieta más contar él porque me estoy moviendo cada vez mas. -¡Harry, no!
De repente, cierro los ojos y me olvido de que estoy colgando sobre la escalera. No es que le tenga vértigo a las alturas pero siempre me ha dado algo en el estomago, como hormigas o algo. A pesar de tener miedo, no me siento insegura. Sé, que a pesar de estar así, Harry jamás me dejará caer. Y puede que sea el calo de su cuerpo mezclarse con el mío, o tal vez su risa acariciando mis oídos.
No me había dado cuenta de que no he dicho nada por un largo rato.
-Eres un aburrida, Erin Moriarty. -dice Harry dejándome en el suelo. -Dios, cómo hubiese disfrutado dejarte caer.
-La violencia es divertida y genera gozo solo cuando la víctima sufre en voz alta. De otro modo, no hay gozo alguno por lo que la diversión resulta inútil y la violencia en vano.
Harry alza las cejas t se lleva una mano al corazón cerrando los ojos, dándome a entender de que lo que he dicho le ha llegado directamente. Sonrío y lo empujo echándolo a un lado y me voy hacia su habitación.
-Eres tan inteligente, qué sería yo sin ti. -dice él, pasando un brazo por sobre mis hombros. Detengo el paso y apoyo mi cabeza sobre su pecho.
-Probablemente nada, yo soy la mejor. -le digo susurrando contra sus latidos. Harry Suelta una pequeña risa y me estrecha contra si. -No vayas a decir nada para cargarme, porque te juro que soy capaz de sacar fuerza del fondo de mi interior, de la fuente de energía que tengo de reserva para cuando sea anciana y te juro, de verdad, que te levantaré y lanzaré de verdad.
Vuelve a suspirar y me voltea para quedarme mirando. Se pasa la lengua por los labios y levanta sus manos para mantenerlas en mis mejillas rojas por la casi "caída". Entre abre sus labios y deposita un beso suave y lento en mis labios, al que yo correspondo haciendo lo mismo. Apoyo mis manos en su pecho t cuando él se separa de mi, suelto un suspiro de ganas de más.
Vuelve a sonreír y ahora me abraza nuevamente, pero de forma brusca, de modo de que quedo prisionera entre su cintura y brazo. Suelto un grito mientras una sonrisa no abandona mi rostro.
-Y tan tierna. -repone sarcástico.
Y yo, aún sin dejar de sonreír, rodeo los ojos y me dejo llevar.
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Leave Me Speechless (h.s)
FanfictionEra que el que nunca decía nada. El que siempre estaba callado. El mudo de la clase. El mudo de la generación. El mudo de la adolescencia. El mudo del mundo. Era el chico tímido hasta que llegó alguien que lo sacó de ahí.