Entre de nuevo en la casa y Harry me pidió el abrigo.
-Wow, señor Styles, creo que deberíamos ir mas lento -digo con coquetería. El se ruboriza y me desprendo de inmediato de la prenda. Dejo al descubierto, una camiseta de pijama que era al menos unas 2 tallas más grandes que la mía. -No me juzgues, cuando supe de ti nacimiento, salí corriendo.
-Me encargaré de no hacerlo jamás -cuelga el abrigo y se reúne conmigo en el vestíbulo. -Creo que estoy demasiado despierto y dormido para pensar. -yo suelto una risa y el toma el puño del suéter y lo tira para envolverse los dedos -¿Qué hacemos?
Comienzo a pensar. Me llevo una mano a la barbilla para enfatizar la acción. Harry tiene razón. En comparación a cuando abrió la puerta, está despierto. Sus ojos ya no se cierran solos si no que están abiertos de par en par observándome. Me vez en cuando baja la vista y juega con sus anillos.
¿Acaso jamás se los sacaba?
Y entonces se me ocurre una idea.
-Como no te he traído un regalo... -Harry hace ademán de interrumpirte y yo levantó la mano frente a su boca para callarlo. El abre mas sus ojos y sonríe asintiendo. -Te haré uno.
-¿A qué te refieres? -pregunta arqueando una de sus gruesas pero no tanto cejas.
-¿Te gustan los pasteles, Harry? -miró a sus ojos y el sonríe mostrando esos hoyuelos tan extraños.
-¿Y a quien no?
-Entonces, te regalaré un pastel. -arqueo mi codo como un caballero en épocas pasadas que invita a bailar a su dama y lo extiendo hacia Harry. -¿listo, camarada?
El asiente cuando engancha su brazo con el mío. Esto es totalmente raro. Es mucho más alto que yo, de modo que mi brazo esta inclinado hacia arriba y siento que el se esfuerza por no caminar rápido. Su pisada equivale a unas 10 mías.
Llegamos a la cocina y lo suelto. Me apoyo en la encimera y suspiro. Harry saca un piso de un rincón y se sienta. Se echa un poco hacia delante y es como si descansara.
-¿Tienes harina? -el asiente e indica un mesón. Me agacho y sacó el paquete de harina. -¿Huevos? -apunta al refrigerador y cuando lo abro me alegro de encontrar la leche. -¿Azúcar? -se alarga para sacar de un cajón cerca de el y saca un frasco con azúcar. -Bueno, que empiece la fabrica de regalos.
Junté todo en un lado de la mesa y Harry me alcanzó un bowl grande. Eran la 01:10 de la madrugada y nosotros estábamos haciendo un pastel. Cuando ya estuvo hecho, metí un dedo en la orilla y probé.
-No tengo idea por qué siempre me gustó probar la masa así. -lo sumerjo y me lo echo a la boca. -Es decir, está todo crudo.
Harry pasa a mi lado y me empuja con su hombro para que me haga a un lado. Pone su dedo en la orilla y gira un poco el bowl para llenar su dedo de masa. Cuando lo prueba, su cara se ilumina.
-Quizás deberíamos dejarlo así, Erin.
-Y entonces moriremos de mil enfermedades -le suelto y me agacho para poder ver horno. Pongo la temperatura y el tiempo adecuado y meto dentro el pastel sin antes meter otra ves el dedo y Harry me toca la mano con timidez indicándome que no lo haga. Lo miro y le paso el dedo por la mejilla. -Así mejor. -le sonrío. -Bueno, ahora tendremos que esperar unos 40 minutos o mas, cumpleañero.
El asiente y se pasa la mano encerrada en un puño por la mejilla. Luego chupa el resto que le quedó en la mano y sonríe.
-Todo por esa belleza.
Se sacude las manos en los pantalones y sale de la cocina. Me sacudo las mías en la remera y salgo corriendo tras el. Está plantado en el inicio de las escaleras y cuando me ve empieza a subirlas. Me quedo plantada donde estaba y enarco una ceja. El se da vuelta cuando está apunto de desaparecer en el piso superior e inclina la cabeza.
-¿No subes? -pregunta.
-Ahora si -digo. Harry ríe y se afirma a la barandilla para no caer.
Lo sigo y veo los rulos que aparecen bajo su cabellera. Cuando alargo una mano para poder jugar con ellos, el llega a la cima y corre para ponerse de espaldas a una puerta blanca.
Cuando llego a su lado, el comienza a girar el pomo y abre la puerta. Veo como delante de mi empieza a aparecer una habitación con las paredes pintadas de un lado negras y otras blancas. La cama está deshecha pero ordena y el edredón es negro al igual que las almohadas. Sobre ella hay mueble alargado que tiene cajas de discos apiladas hasta completarlo. En la esquina hay un amplificador y varios cables en el suelo y a su lado, la esquina de un mueble blanco amenaza con ser visto pero desde donde estoy no lo logro ver.
-¿Otra vez necesitas mi permiso? -pregunta Harry sacándome de mis pensamientos. Sonrío irónica e inclino la cabeza. El sonríe extensamente y menea la cabeza. -Pasa.
Y lo hago.
Ahora puedo ver el mueble blanco que amenazaba con ser visto y me doy cuenta que es un librero. Está lleno de libros excepto un cuadrado en la parte de abajo. Me volteo y veo que el está apoyado con solo la parte alta de la espalda y con el resto de su cuerpo inclinado hacia delante. Puedo ver los músculos de sus piernas marcarse y como el empieza a jugar con sus anillos otra vez.
-¿Nunca te los sacas? -le pregunto indicando sus anillos. El sonríe y me pasa un brazo detrás de la cabeza mirando hacia abajo.
-Bienvenida a mi mundo.
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Leave Me Speechless (h.s)
FanfictionEra que el que nunca decía nada. El que siempre estaba callado. El mudo de la clase. El mudo de la generación. El mudo de la adolescencia. El mudo del mundo. Era el chico tímido hasta que llegó alguien que lo sacó de ahí.