𝐂𝐍𝐂𝐎 | 𝟐𝟐

749 75 22
                                    

𝐂𝐍𝐂𝐎 | 𝟐𝟐

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐂𝐍𝐂𝐎 | 𝟐𝟐

—___, ¿Qué te pasó, nena? ¡PARECES UN PANDA! —manifestó mamá viéndome detrás de la pantalla de su celular, esforzando la vista al no tener sus lentes en donde correspondían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

___, ¿Qué te pasó, nena? ¡PARECES UN PANDA! —manifestó mamá viéndome detrás de la pantalla de su celular, esforzando la vista al no tener sus lentes en donde correspondían. 

—Es el rímel, mamá. Me olvidé de sacarme el maquillaje que me hicieron —pasé mi dedo anular por debajo de mis ojos, despacio, borrando rastro de rímel corrido—¿Ahora? —pregunté tratando de verme en el reflejo de la videollamada.

___, no te esfuerces, son ojeras —rió Valeria recibiendo un codazo de mamá. Largó un quejido causando ahora mi risa.—No te rías que igual seguís con esas ojeras.

Bueno, la cortan las dos —dijo mamá mirando a mi hermana y luego a mi—¿Cómo la pasaste? Nosotros increíble como todo los años, carnaval y tus tíos llorando por el pedo que se agarraron. Tu hermana renegando porque le ensuciaron el vestidito blanco de Valen. 

Reí,—Si le ponemos escala del uno al diez, un nueve cincuenta es mi respuesta. Dentro de todo disfruté estar en un karaoke y cantar canciones que mi señora interna ama. Encima conocí gente copada y eso es bueno cuando se inicia un año.

¿Y el cincuenta restante? —preguntaron ambas.

—¿Discutí? con Erick —dije algo dudosa reposando mi cabeza en mi mano y trayendo de nuevo sus palabras a mi mente. Desde que me levanté su voz no se me va y aunque me cueste reconocerlo supongo que sus palabras eran razonable.—En fin, fuera de eso, espero que el veinte veinte traiga las buenas y que me traiga un señor millonario que me pague los implantes y la rinoplastia.

Sus risas resonaron por el altavoz a los segundos me uní a ellas.

Bueno, nena, ahora nos vamos a lo de tu abuela a comer no sabes lo deliciosa que está la ensalada rusa que hizo —dijo formando con su mano un "montoncito" y dándole un beso, como si de un chef se tratara.

Le hice burla a sus palabras. Sabe perfectamente que en todo el mundo culinario mi debilidad es la comida de la abuela Berta y como estoy a una distancia considerable, se toma el afán de molestarme sobre aquello. 

➸Whatsapp ; CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora