Mierda.
El chico se despega de mí y se pone de pie de manera rápida. Imito su acción, pero me arrepiento de haberlo hecho en cuanto veo que la reina quiere matarme con la mirada.
—Tú —me apunta —largo de aquí —dice enojada.
—No, Sierra, espera —dice Felipe intentado detenerme —Dame un segundo —le dice a su madre y me arrastra fuera de la habitación —Va a ser mejor que te vayas antes de que mamá ponga el grito en el cielo —dice en voz baja —me encantaría que te quedaras, pero si lo haces, ella no dejará de molestar en toda la noche.
—Está bien, lo entiendo.
Le hace un gesto a uno de los guardias que está en el pasillo. De seguro llegaron con la reina, porque antes no estaban.
—Dígame, príncipe.
—Lleva a Sierra a casa —le pide —sana y salva —el tipo asiente.
—Vuelve adentro antes de que te maten.
—Te llamo más tarde —asiento —Adiós —se acerca y me da un rápido beso, dejando al guardia un poco sorprendido.
—Tú no digas nada de lo que viste —le digo al hombre cuando vamos caminando por el pasillo.
—Está bien, señorita —dice intentando reprimir una risita.
Me dirige hasta uno de los autos negros del palacio, mientras yo intento buscar mi celular para llamar a Adrián e informarle que me voy, porque por un segundo olvidé que le di mi celular a él, ya que no llevaba bolsillo.
—Gracias —le digo al guardia cuando me ha dejado fuera de la casa.
—Buenos noches, señorita —se despide a través de la ventanilla.
Solo muevo mi mano y espero a que se largue para poder entrar. Jannet está en el sofá tomando una taza de café, mientras lee una revista de manera concentrada.
—Hola —la saludo para llamar su atención.
—¿Por qué has vuelto tan temprano?
—Para ahorrarme problemas —me encojo de hombros —Ahora me iré a dormir —camino a la escalera.
—¿Qué clase de problemas?
—La reina me encontró en la habitación de su hijo —le respondo desde la escalera —pero no preguntes más.
Termino de subir y me encierro para ponerme mi pijama. No tengo nada más interesante que hacer, así que mi única opción es intentar dormir, porque de seguro Adrián no traerá mi celular hasta mañana.
¤¤¤
Salimos del colegio y caminamos en dirección a la casa de Adrián para pasar el rato. Ayer me devolvió mi celular y se enteró de lo ocurrido porque Felipe intentó llamarme, pero contestó él, así que le expliqué cómo pasaron las cosas. Por otro lado, Felipe no intentó llamarme el día de ayer, aunque si estuvo con su celular, ya que subió una foto con su queridísima Camille, a la cual le di like en un tonto arrebato.
ESTÁS LEYENDO
Jugando con la Realeza
Ficção AdolescenteLas promesas y la realeza eran las cosas más anticuadas para mí. Decir algo que no ibas a cumplir y ver personas que se quedaron estancadas en los siglos pasados, no, no me agradaba, era algo ñoño. Además, yo era una chica a la que le gustaba ir en...