𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 29

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Adrián está de brazos cruzados negándose por milésima vez a mi petición

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Adrián está de brazos cruzados negándose por milésima vez a mi petición. Le hago un puchero, a lo que voltea los ojos y vuelve a negar.

—¡Por favor, Adrián! —me arrodillo frente a él —sé un buen amigo.

—¡Soy buen amigo! —chilla —pero estás pasando los límites.

—Será solo una vez —junto mis manos.

—¿Por qué a mí no me pides la opinión? —se queja Arturo —Me vas a besar a mí, no a él.

—Nunca me ha interesado tu opinión, Arturo —le doy una falsa sonrisa.

—Gracias, Sierra —voltea los ojos.

—Te odio —me dice Adrián —¿Están seguros de esto? —me mira y luego a Arturo.

—¿Solo un beso? —pregunta Arturo.

—Solo uno —le confirmo.

—¿Tú estás de acuerdo? —le pregunta a mi amigo.

—Solo si es uno.

—Arturo ni siquiera es mi tipo —volteo los ojos —pero es mi única opción.

—Solo dos cosas —dice Arturo —Sabes que mi hermano me va a matar ¿Verdad? —sonrío de manera inocente —Y lo segundo —me da una miradita burlona —¿Cuándo vas a aceptar que te gusta? —volteo los ojos —no creo que quieras hacer esto solo para molestar a un "amigo" —hace comillas.

—¿Para qué aceptarlo? —me encojo de hombros —ustedes ya lo tienen claro.

—¡Lo está aceptando! —grita Adrián.

—¡Agh! Ñoños —me quejo.

—Vale, cuñadita —se burla Arturo —Me debes una muy grande.

—¿Una grande? —arqueo una ceja —Te recuerdo que Adrián se escapa contigo usando la excusa de que me viene a ver a mí —me cruzo de brazos —yo diría que ustedes me debían una a mí y ahora estamos a mano.

—¡A mano! —dicen los dos.

Vi a Felipe besarse con esa chica en la misma semana en que me dejó atrás. Bastante rápido para mi gusto, y si él puede yo también, pero yo puedo ser más hija de puta que él si me lo propongo y ahora su hermano está de mi lado.

¤¤¤

Arturo ha pasado a buscarnos al colegio, ya que se supone que hoy Felipe si bajaría al pueblo. Estos últimos días no lo he visto, así que no podía ejecutar mi plan.

Jugando con la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora