Golpes constantes en la puerta principal del centro comercial hacen que Arlet y Elian se levanten del sofá para ver quien es.
- ¿Quién es? – pregunta Elian antes de decidir quitar el tubo de metal, perteneciente a una lámpara, que han puesto como "seguro".
- Abre la puerta de una vez Elian. – grita desesperada Honey por el intercomunicador, haciendo que instintivamente Elian se coloque la mano en el oído y quite el tubo de metal para dejar pasar a una exasperada morena.
En cuanto Elian abre la puerta los cristianos que se encontraban con Honey entran a prisa, siendo la razón los cazadores que vienen corriendo en su dirección. Aunque se encuentran a una calle de distancia sus ojos verdes brillando de manera innatural los hace fáciles de reconocer. Honey entra de último y de inmediato cierran la puerta de vidrio, un impacto en la misma alerta de la rápida llegada de los cazadores, quienes no tardaran mucho tiempo en entrar aun cuando se supone que el lugar es muy seguro, ellos tienen la absoluta capacidad de derrumbar el edificio por completo.
Cuando todos están dentro se toman un minuto para respirar y calmar sus agitados corazones, Honey habla:
- Ideamos un plan con Elix para llegar hasta aquí. Él me dio la otra mitad del grupo mientras él servía de distracción aunque por poco no da resultado el plan y más aún cuando alguien se demoró una eternidad en abrir la puerta. – dice ella, lo último lo dirige de manera sarcástica a Elian quien se pasa la mano por detrás de su cuello, apenado. Elian y ella están algo alejados de los cristianos quienes están bebiendo el agua embotellada que Arlet les ofrece, la chica saca algunos dulces y frituras de una de las máquinas expendedoras, de las que también saco el agua, a las cuales afortunadamente puedes insertarles el dinero directamente. Podrán ser fugitivos, pero no son ladrones.
- ¿Y Elix? ¿Se encuentra bien? – pregunta Arlet llegando a donde están Elian y Honey. Algunos bostezos se escuchan por parte de los cristianos, lógicamente ya que uno de los relojes digitales del centro comercial marca las tres de la mañana. Se siente al tiempo pasar rápido cuando tu vida corre peligro.
- No lo sé, no lo he vuelto a ver desde que nos separamos.
- ¿Elix? ¿Estás allí? – pregunta Elian por el intercomunicador tratando de comunicarse con el chico. No hay respuesta alguna por varios segundos sin embargo escuchan la voz agitada del chico luego de algo de tiempo:
- Estoy aquí, regrese al túnel por el cual llegamos. – Elix hace una pausa acompañada de un gemido de dolor, lo que pone alerta a los demás.
- ¿Estás herido? ¿Es grave? – pregunta Honey al chico.
- Un proyectil atravesó mi abdomen, pero no se preocupen, entro y salió. – responde quitándole importancia al hecho de que podría estarse desangrando, hecho que es confirmado cuando empieza al hablar hace muchas pausas y su voz suena somnolienta -: Estoy... bien...ustedes...tienen mayores...cosas de las...que preocuparse.
Golpes en la puerta y paredes del centro comercial desvían su atención de Elix y pasan a concentrarse en el hecho de que el vidrio va a ceder y los cazadores los van a capturar.
- Necesitamos idear un plan para salir de aquí antes que los cazadores entren. – informa Elian mientras observa al grupo de cristianos que se han levantado de los sillones y se han acercado a ellos, sus rostros preocupados y cansados esperan un plan de escape para terminar con esto.
- Yo puedo encargarme de ayudar a Elix mientras ustedes resuelven como salir, no se preocupen. – dice Arlet viendo a Elian y Honey, estos asienten y se retiran unos cuantos pasos del grupo de personas para considerar las opciones que tienen.
- ¿En qué podemos ayudar? – pregunta uno de los cristianos a Arlet, los rostros de los demás comparten el mismo deseo de ser útiles o de al menos distraer su mente y tratar de no volverse locos.
- Podrían colocar los sillones en la puerta como una especie de barricada mientras los chicos idean una forma de salir de aquí, con vida. – Arlet sabe que armar una barricada con sillones no servirá de nada pues los cazadores tienen instrumentos capaces de hacer polvo el lugar, pero sabe también que lo feo que se siente ser inútil, ella misma ha experimentado ese desagradable sentimiento, por lo que trata de darles una ocupación la cual ellos acatan rápidamente.
Recuerda al chico moribundo que está en la línea así que habla:
- ¿Elix? ¿Sigues allí? – pregunta ella.
- ¿A dónde más...podría ir? – pregunta él con sarcasmo, vale, fue una pregunta sin sentido.
- Un "estoy aquí" hubiera sido una mejor respuesta. – escucha al chico reír suavemente para luego gemir de dolor -. Vale ¿tienes algo en tu bolsillo que sirva para detener la hemorragia? – pregunta Arlet.
- Tengo... mi dedo... dentro de la herida. – responde Elix dando pequeños suspiros entrecortados.
- Eso no servirá de mucho Elix. ¿No tienes nada más?
- Espera. Tengo algunos dispositivos de ataque...una navaja...el encendedor de mi padre...- menciona lo último con un deje de tristeza -. Y dos bengalas. – sería mejor algún dispositivo que sanara la herida, pero cuando todo lo tecnológico falla siempre puedes recurrir a lo rudimentario.
- Vale. Con la navaja abre la bengala para extraer la pólvora. – dice Arlet a lo que el chico expresa un "ok" -. Saca tu dedo de la herida y rápidamente echa la pólvora en la herida. ¿Lo hiciste? – un suave grito responde la pregunta de la chica.
- ¿Ahora qué? – pregunta el chico con la voz ahogada.
- Va a dolerte lo que sigue Elix. - advierte Arlet con preocupación. El chico solo murmura un "uhum" que obliga a Arlet a dar la indicación final -. Acerca el encendedor de tu padre a la pólvora que está en tu herida y enciéndelo, esto actuara como una barrera para detener la hemorragia. – no se escucha ningún sonido del otro lado y Arlet solo espera que Elix no se haya desmayado pues de ser así morirá desangrado.
- ¡Ah! – un ronco grito de parte del chico advierte a Arlet de la acción de Elix, cuando este cesa solo se escuchan respiraciones agitadas de fondo y gemidos que cesan luego de que paso un minuto.
- ¿Estás bien? – pregunta Arlet.
- Algo ahumado... pero bien. – informa Elix con humor -. La hemorragia se detuvo... gracias, Arlet.
- No hay de que, ahora te dejo aún no hemos salido de aquí.
- Mucho cuidado. – pide Elix.
No se ha terminado aún y todos temen que no vaya a hacerlo jamás, o bueno, que no termine hasta que mueran.
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P E R S E G U I D O S
General FictionEn el año 3095 Ciudad Coliseo cumple más de 100 años de persecución y asesinato a los cristianos, ¿qué podría tener de diferente esta vez? Arlet no lo sabe pero las cosas iban a cambiar más de lo que ella imaginaba, para bien o para mal. Pero nadie...