Fierce termina de hablar; al otro lado solo se escucha silencio luego de tal vez media hora en la que solo Fierce hablaba. Elix cumplió su promesa, escucho pacientemente y sin interrumpirle que muchas veces llego a pensar que el chico no le estaba escuchando, pero si lo hacía.
- Ok. ¿Tú los lastimaste? – pregunta Elix, es pregunta desconcierta a Fierce, pero se aclara la garganta antes de responder.
- No, nunca lo hice. Admiro su lealtad y valentía al sufrir tanto por su fe. – responde. Un suspiro se escuchó al otro lado e incluso se pueden percibir, metafóricamente, los engranes del cerebro de Elix trabajando y los de Fierce esperando una respuesta.
- ¿Tú estuviste implicando en el secuestro? ¿Tú los llevaste a ese lugar? – otra pregunta por parte de Elix.
- No. Yo no tuve nada que ver con su secuestro, solo me dijeron que tenían nuevos reclusos y que formaría parte del equipo que los vería. No sé cómo llegaron aquí o quien los trajo solo sé que quiero sacarlos. – explica a Elix, sus palabras son ciertas, él no los secuestro y tampoco sabe quién fue, solo seguía órdenes.
- Aunque suene muy extraño y me repita a mí mismo que estoy loco, creo en tu palabra. No creo que los hayas lastimado, ni secuestrado. Pero no sé si creer que de verdad quieres ayudarlos. – dice Elix, con mucha razón ¿Cómo podrías confiarle las vidas de tus amigos a un completo extraño? ¿Y si sus verdaderas intenciones solo eran descubrir su ubicación y entregar a todos los cristianos a Ciudad Coliseo? Las probabilidades de que no fuera una trampa eran pocas, pero seguían a alguien que no funcionaba con base en probabilidades. Solo faltaba escuchar la respuesta de parte de Fierce.
- Verdaderamente no sé cómo probarte que quiero ayudar porque ni siquiera yo sé que estoy haciendo. Mi mente no encuentra una lógica para mis acciones y solo me lanza alertas diciéndome que estoy cometiendo un error y que las consecuencias a enfrentar serán muy duras, pero no estoy haciéndole caso a mi lógica o razón y eso es demasiado para ese porcentaje de maquinaria que está dentro de mí. Pero te diré que la parte humana, mi corazón solamente me indica que lo haga, hay un tipo de fuego que no sé cómo describir y le estoy haciendo caso, no estoy pensando en probabilidades ni en posibles consecuencias, solo dejo que "eso" que no puedo definir me guie. – explica Fierce con emoción, con un sentimiento extraño al que no puede darle nombre. Elix sonríe del otro lado, muchas veces él tampoco puede describir con palabras esa especie de "fuego" dentro de sí así que decanta por llamarle Dios ese ser al que no puede describir o comprender, pero que sigue con fervor.
- ¿Cuál es tu plan? – pregunta Elix, la pregunta sorprende a Fierce.
- ¿Así de fácil? – pregunta Fierce ante su inminente y extraña pregunta.
- Yo también estoy sintiendo "eso" que no puedes describir, pero al que yo llamo Dios. – responde.
Dios. Incomprensible. Incomparable. Indefinible. Dios. Si así le gusta llamarle.
- Vale. Mañana o bueno dentro de algunas horas será el cumpleaños del presidente de Ciudad Coliseo, Traian Raclaw, en su honor se llevará a cabo un espectáculo en el Coliseo, en el que Arlet y Elian serán los juguetes principales. Muy pocas veces he visto al presidente, pero solo puedo decirte que es alguien sanguinario y amante de las aberrantes muertes cristianas, por lo que no se conformara con un simple acto buscara la manera de hacer sufrir a sus víctimas hasta que imploren la muerte, y por más fuertes que considero a tus amigos, él lleva la tortura a otro nivel y no dudara en ensuciarse las manos si es necesario. – explica Fierce.
El cuerpo de Elix se eriza había visto a Traian, él personalmente le había encargado llevar a cabo uno de los espectáculos del Coliseo del que se negó y a causa del cual huyo de la ciudad; Elix lo había visto llegar a las salas de tortura que él supervisaba e incluso de muchas había sido causante, Fierce tenía razón, él no dudaba en ensuciarse las manos, entre ellas corría la sangre de muchos hermanos y las vidas de otros habían sido quitadas por él.
- ¿Cuál es el plan? – pregunta Elix, deben sacar a Elian y Arlet de ese lugar cuanto antes porque sabía que si Traian quería asesinarlos con sus propias manos, lo haría.
- Antes de que se lleve a cabo el espectáculo se tiene a los reclusos en las salas de tortura para después encaminarlos a una de las puertas del Coliseo de las cuales saldrán hacia el anfiteatro donde se realiza el espectáculo frente a...- la palabra queda en el aire a causa de Elix, quien lo interrumpe.
- ¿Si sabes que fui funcionario del Coliseo cierto? ¿Sabes que conozco el lugar? – pregunta, Fierce ríe.
- Tienes razón, lo siento. – se disculpa él, un "no hay problema" se escucha de parte de Elix por lo que Fierce prosigue -. Ok, los pasillos para llegar a la salida y los que llevan al Coliseo están conectados a excepción de dos caminos divididos. Sacaré a los chicos y luego tú estarás allí para que los saquemos de la ciudad.
- ¿Y los guardias? – pregunta Elix.
- Hay en los pasillos, pero no en las salidas y en las puertas debido a que se supone que somos cazadores y que podemos con los reclusos. Creo que eso servirá a nuestro favor, no tendremos que pasar por ningún punto de revisión.
- Ok, suena bien. – concuerda Elix con el plan.
- Pero hay un problema. – siempre debe haber un pero ¿no?
- ¿Cuál? – pregunta Elix.
- Todas las salidas estarán cerradas durante el evento por medio del campo de fuerza de la ciudad, no quieren que nadie se pierda el espectáculo. – él no sabe de los túneles, Elix si, aunque no conoce todos los caminos podrían tomar el mismo que en la misión en la que quedaron atrapados en la ciudad.
- No te preocupes, tengo una solución para eso. – responde Elix, parece que si lo van a lograr después de todo.
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P E R S E G U I D O S
General FictionEn el año 3095 Ciudad Coliseo cumple más de 100 años de persecución y asesinato a los cristianos, ¿qué podría tener de diferente esta vez? Arlet no lo sabe pero las cosas iban a cambiar más de lo que ella imaginaba, para bien o para mal. Pero nadie...