Capítulo XVI

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Se dieron la vuelta, dejando de lado el hecho de que ese lugar podría ser su futuro. Activaron el pequeño botón de sus trajes ubicado en la parte trasera de sus cuellos que les daba protección, sacaron de sus mochilas las armas, las cuales eran un par de guantes que disparaban de la palma de la mano pequeños círculos que inmovilizaban a sus enemigos. Además tenían una nueva adquisición: botas de supervelocidad que, como su nombre lo dice, les daba rapidez inhumana. Estas se pensaron y diseñaron luego de la muerte de la familia de Honey.

Sus mochilas estaban llenas de varios dispositivos, como explosivos, cuerdas y otros útiles que tenían variadas funciones. Se colocaron los intercomunicadores en la sien derecha y emprendieron camino a la dirección de los cristianos atrapados quienes se encontraban a unos cuantos del túnel del cual salieron.

Salieron del callejón enfrentándose con las brillantes luces de Ciudad Coliseo, los enormes edificios de cristal se elevaban cada vez más, los aeroautos iban de un lado a otro, varios aerobuses se paraban y recogían a los que ya habían terminado su jornada de trabajo. Los robots llevaban de la mano a ancianos o niños, otros a mascotas; la inteligencia artificial se observaba hasta en las vallas publicitarias. Elian ve su reloj digital el cual anuncia las once de la noche, la ciudad hoy no dormiría, faltaba una hora para que comenzara el espectáculo más esperado del año, el aniversario de las persecuciones. Lo que todo misionero temía dado que era la cacería de cristianos más grande todas.

Caminaron aproximadamente una cuadra hasta que al dar vuelta en una esquina se detuvieron frente a un pequeño edificio de cinco pisos que decía: Tienda de Mascotas, ingenioso a decir verdad. Ese era, según la descripción Yannick; edificio de cinco pisos, color gris, ventanas grandes de vidrio y un letrero de color verde que informa: Tienda de Mascotas. Ubicado en la Avenida Central, calle número tres, edificio número cinco. Vieron los letreros flotantes en color neón que marcaban la avenida y la calle. En la pared izquierda, tomando en cuenta la entrada, marcaba el número del edificio.

Al contrario de los demás edificios iluminados de la zona, este estaba completamente oscuro. No había luces y hasta el letrero estaba apagado, desentonaba de los otros. Por muy raro que parezca, nadie los había observado, todos estaban concentrados en sus asuntos y pasaban por la calle aparentemente sin notar al grupo de cuatro chicos vestidos de trajes negros parados sospechosamente enfrente de un edificio completamente oscuro.

- Tenemos que ver si el lugar está vacío. Honey y Elix vayan por atrás, Arlet y yo entraremos de frente. – informa Elian, todos asienten ante su orden, cabe mencionar que él es el líder de la misión, acatan las instrucciones y se separan.

- Los ojos abiertos Arlet. – dice el chico hacia su prometida, esta asiente y le sonríe, causando una sonrisa en el rostro de su prometido.

Observando a su alrededor, se colocan frente a la puerta y luego de forzar la cerradura, abren la puerta de vidrio encontrándose con el lugar completamente vacío, a excepción de los muebles y electrodomésticos, claro. Ven el espacio de recepción y una puerta al lado de este.

- Honey ¿Qué tal por allá? – habla Elian a través del intercomunicador.

- Todo bien, entramos por la puerta trasera. – responde la morena.

Encienden las linternas que trajeron de los túneles y observan un rastro de sangre en el piso que sigue y atraviesa la puerta que está al lado de la isla de la recepción. Tal parece que alguien arrastro un cuerpo herido y ensangrentado por el lugar. Toman la manija de la puerta de vidrio templado, que no está con seguro, y la abren.

Se encuentran con el rastro de sangre que continúa hasta llegar a una pequeña puerta de madera de lo que al parecer es un almacén, Honey y Elix llegan a donde están los chicos y expectantes esperan a que Elian abra la puerta, este lo hace y ven que el lugar está completamente vacío, a excepción de un charco de sangre enorme pero sin un cuerpo. 

No parece haber señal de que haya alguien allí así que prosiguen a salir, pero el sonido de un objeto que impacta el suelo los detiene, se miran entre todos y vuelven a observar el lugar. Cierran la puerta para que quien sea que esté allí crea que ya se fueron, tratando de no hacer el menor ruido posible y apagando sus linternas comienzan a investigar.

El espacio es reducido, un cubículo de 3x3 con un tragaluz en el techo que ilumina, aunque sea un poco, el espacio; no hay nada, excepto un mueble pegado a una pared algo extraño en verdad.

Con la poca luz que hay empiezan a investigar el lugar, las paredes son de cemento, pintadas de blanco, con pequeñas tablillas de un ancho de un centímetro y del largo de toda la pared, colocadas a cada cincuenta centímetros de pared.

- Chicos, miren. – dice Elian, quien está parado enfrente de una pared, observándola, todos se acercan a él y dirigen su mirada a esta -. Si notan no hay mucha luz en el lugar, observen que las tuberías de agua pasan por el techo y de seguro hay fisuras en estas porque el aire es húmedo.

- ¿Eso que tiene que ver? – pregunta Elix viendo a Elian.

- Las paredes son de cemento y a causa de la humedad la pintura se abomba, como pueden ver hay pequeñas bombas en las paredes. – explica Elian señalando las otras paredes -. Sin embargo en esta pared no es así, es diferente. Si la tocan notan que esta mojada por lo que es de madera. La madera absorbe la humedad a diferencia del cemento que abomba la pintura.

- Interesante clase, sobre las diferencias entre madera y cemento. – dice con sarcasmo Elix, Elian sonríe en su dirección y niega con la cabeza.

- Mi punto es ¿Por qué, teniendo todas las paredes de cemento, decidieron poner esta de madera? – cuestiona Elian.

- Es un compartimento secreto. – dice Elix cayendo en cuenta.

- Exacto.


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Ayer no subí capitulo, quería descansar. Besos y abrazos.

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