Capítulo XL

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Todos salen del lugar, corriendo. Elian junto con Arlet se dirigen al refugio, al complejo hexagonal, para al menos buscar sus trajes y algunos dispositivos que los ayuden a salir de allí, así como llaves de los autos que necesitaran para transportar a los refugiados que aún quedan.

El exterior es una masacre, se puede sentir el olor dulzón de la sangre en el aire junto con el de la piel quemada a causa de las explosiones y el fuego que estás causan y que ha empezado a quemar el pasto verde y algunos árboles. Los gritos y el llanto se incrementan con cada paso que quedan y las lágrimas en los rostros de los chicos no se hacen esperar. Después de todo ese fue su hogar desde temprana edad, allí empezó todo, su amistad, amor y casamiento, esas personas forman parte de ellos, son su familia, su sufrimiento es el de ellos.

Arlan se ha quedado con Elix en la cabaña mientras Fierce se dedica a llevar a los sobrevivientes a esa cabaña para que luego los chicos los transporten fuera de allí con los autos que conseguirán.

Entran al refugio sorprendentemente sin que los cazadores los intercepten, se dirigen directamente a los casilleros de dónde sacan sus trajes y se los colocan con rapidez, llenan sus mochilas con dispositivos varios y dos trajes más para Elix y Fierce. En la sala de mando se encuentran mesas y sillas tiradas en el suelo, Elian se dirige a la computadora principal para sacar el disco duro y guardarlo en su mochila, toman varios aparatos como tabletas y comunicadores además de las llaves de los vehículos que usaran para escapar.

Los pasillos están desolados lo que les permite salir de allí con rapidez. Corren hacia la cabaña en donde se encuentran a unas treinta personas, entre ellas los padres de Elian, los sobrevivientes de toda esa locura. Forman grupos de cinco y entregan las llaves a uno de cada grupo para que puedan subirse a los vehículos y huir. Acompañan a los grupos hacia el lugar en donde se encuentran guardados los vehículos, los observan marcharse dejando todo atrás.

Sacan a todo los que pueden, pero el número parece incrementarse cada vez que regresan, lo bueno es que hay espacio en los autos y camionetas para que todo puedan irse. Arlan y los padres de Elian ya se han marchado, cuando regresan a la cabaña solo queda Elix, Fierce y tres personas más.

- Toma las llaves y vete en el aeroauto, déjanos la aeromotocicleta a nosotros. – le dice Elian a Elix quien asiente y se va con el resto del grupo. Cuando estos desaparecen del campo de visión de los chicos Elian y Arlet ya pueden irse.

Juntos salen de la cabaña y traspasan el campo para adentrarse al pequeño bosque por el cual llegaran al almacén donde está el transporte que los sacara de allí.

- ¡Alto! – escuchan un grito que los detiene y sabe perfectamente a quien le pertenece. Se dan la vuelta para encontrarse con Honey frente a ellos y con una arma, apuntándoles. Ya no queda duda, ella fu la causante de todo, ella los traiciono y provoco las muertes de todas esos cristianos.

- De verdad quise creer que tú no podrías hacer algo como esto. Creí que alguien que había sido mi mejor amiga y más que eso, hermana, no sería capaz de acabar con las vidas de tantas personas. Pero veo que me equivoque y cuanto me duele haber cometido ese error. – expresa Arlet con los ojos llorosos viendo directamente a Honey.

- Yo no quería que esto pasara. – dice la morena con voz baja.

- ¿Entonces porque lo hiciste? – pregunta Arlet, dolida.

- ¡Porque no fue fácil Arlet! ¡No fue fácil perder primero a mi padre y luego a mi madre y hermana por culpa de un Dios que se supone que es amor! ¡Porque no podía creer como alguien que decía amarme me había robado todo lo que tenía! ¡Porque perdí a mi familia por causa de una fe insuficiente! – grita, llora -. Me lo quito todo para después decirme que me amaba. ¿Por qué alguien tan bueno permite que sufra tanto?

- Yo también perdí a mis padres Honey, he perdido a varios amigos también. Dios no tiene la culpa de que tu familia haya muerto, tú lo sabes muy bien, él no jalo el gatillo que les quitó la vida a Elisa y Annie, ni mato a tu padre en un espectáculo del Coliseo. Tú sabes muy bien quienes asesinaron a tu familia. Ellos creían en Dios, tu padre nunca negó su fe en el aun cuando la muerte estaba tan cerca, ni tampoco lo hizo tu madre ni tu hermana. Al igual que yo, ellos sabían a qué se enfrentaban cuando decidieron seguir a Cristo, sabían que la muerte estaría muy cerca de ellos, esto no es un juego Honey o una decisión que se toma a la ligera, es una decisión que tomamos siendo conscientes de las consecuencias. – responde Arlet con certeza, todos sabían a qué se enfrentaban, todos sabían el precio a pagar.

- Dios no disfruta ver sufrir a nadie Honey, eso lo sabes. También sabes que todo lo malo que sucede es por culpa de la maldad que hay en el mundo, es culpa del mal que hay en todos los seres humanos. Y sé que muchas veces hemos llegado a preguntarnos por qué nosotros siendo seguidores de él también sufrimos, la respuesta la encontramos en su palabra Honey, él nos dijo que en el mundo tendríamos aflicción, nos dijo que habría problemas, que habría pruebas difíciles de soportar, pero que sobre todo él estaría con nosotros y nos daría la salida. Él tiene una razón para todo Honey y una mente tan finita como la nuestra no puede entender la mente tan infinita de él, solo nos resta confiar y caminar de su lado. – agrega Elian, le ofrece una sonrisa que solo hace que la morena llore.

- Yo hice la llamada cuando hicimos la misión en la ciudad, yo provoque la muerte de las personas en el resto de las personas y aunque yo no las mate, yo las cause. ¡Dios mío! Yo cause que los secuestraran, yo cause sus torturas e incluso podría haber causado su muerte. Yo traje a los cazadores aquí, yo provoqué la muerte de toda esta gente, yo lo hice, yo tuve la culpa. – habla como puede mientras llora con fuerza y suelta, gritos agudos, se agarra el cabello con fuerza y grita.

El sonido del arma al ser disparada se escucha.

Un cuerpo impacta en el suelo.

Un charco de sangre empieza a formarse y a manchar el pasto.

Un grito de dolor retumba en el bosque.

¿Nadie dijo que seguirle sería fácil, no?

No solo se refería a gritos e insultos, o discriminaciones.

También se refería a muertes, torturas y traiciones.

También se refería a muertes, torturas y traiciones

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