Capítulo XXII

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- Arlet. – llama Elian a su prometida la cual se acerca a donde él se encuentra junto con Honey.

- Estuvimos viendo todas las salidas posibles sin embargo somos muchas personas y sin una distracción no podríamos salir todos a tiempo. Solo hay una salida, al menos viable, pues la principal y la de emergencia están bloqueadas por los cazadores.

- ¿Y cuál es esa salida? – pregunta Arlet. Los chicos dirigen sus miradas al ascensor central, el que lleva a la azotea del edificio.

- La azotea. – anuncian Honey y Elian al unísono.

- ¿Y cómo la azotea nos servirá como salida? No tenemos avión y no creo que podamos caer casi ochenta pisos sin sufrir daños. – expone con sarcasmo a lo cual su prometido le ofrece una sonrisa divertida.

- Espera, ya llegaremos a eso. Nos pusimos a pensar en porque los cazadores no han destruido el edificio todavía, todos sabemos que podrían hacerlo cenizas cuando quisieran o abrir la puerta en este momento y acabar con todos nosotros. – Elian tiene razón, no es difícil para los cazadores acabar con ellos -. La respuesta llegó rápidamente: Ciudad Coliseo ama el espectáculo y no hay algo que disfruten más que el vernos con cinismo antes de morir, recordarnos quienes son y lo que son capaces de hacer. – absolutamente cierto, los asesinatos en el Coliseo son una muestra de su vanidad, alargar la muerte de los cristianos, volverla lenta y dolorosa, ese era su cínico disfrute.

- Tienes razón, por eso los drones nos siguen a todas partes, por eso no han entrado aún quieren que quede grabado lo que hicieron, quieren darle un espectáculo a sus espectadores y como no pueden grabarnos están esperando a que salgamos o poder entrar sin hacernos daño y llevarnos al Coliseo para ser la diversión de los ciudadanos. – dice Arlet, hasta donde podía llegar el cinismo y orgullo de esa gente, tanto así que o les importaba perder la oportunidad de asesinarlos con tal de que su muerte fuera un hecho que alocará al público.

- Bizarro, pero cierto. Sin embargo este espectáculo que buscan podría sernos útil. Sin cámaras no hay entretenimiento y sin entretenimiento no hay muerte, al menos no tan cerca. Si destruimos los drones eso nos dará más tiempo para que todos escapemos de esta ciudad. – no era un mal plan después de todo.

- ¿Y cómo haremos eso? – pregunta Arlet -. Aunque hallemos una forma de destruir los drones ¿Cómo saldremos por la azotea?

- Hay otro edificio a la par de este, casi de la misma altura, con una tirolesa improvisada podemos pasar de un edificio a otro, y con una cuerda bajaríamos del edificio más rápido.

- Está bien, hagámoslo.

- Vale. Honey, tú y Arlet dividan el grupo en dos y llévenlos a la azotea. Honey, tú sabes qué hacer. – dice Elian, Arlet frunce el ceño ante sus palabras. Elian camina hasta el ascensor central y antes de entrar Arlet lo detiene.

- Elian ¿Qué quieres decir? ¿A dónde vas? – Elian sube al ascensor y antes de que las puertas de este se cierren dice:

- Alguien tiene que servir de distracción. – ante sus palabras Arlet trata de entrar, pero él cierra las puertas -. Así es el plan, no hay opción. Te amo.

Arlet ve como el ascensor empieza a ascender y la imagen de Elian desaparece pues al comenzar a subir el cristal se vuelve negro. La chica solo espera que todo salga bien pues enfrentarse a los cazadores no es tarea fácil y las posibilidades de escapar de ellos son demasiado bajas. Una oración corta y en forma de susurro sale de los labios de la pelinegra: Por favor, cuídalo, lo amo demasiado y no quiero perderlo.

Honey la abraza y dice:

- Vamos, tenemos trabajo que hacer. – la chica asiente ante sus palabras. Dividen al grupo en dos y suben a la azotea, pequeños destellos de luz, como explosiones, confirman que el plan está funcionando y que los drones están siendo destruidos. Pero ¿a qué costo?

Observan el edificio al que deben ir, el cual es un poco más bajo que el centro comercial, y de concreto, cuya separación es de al menos cinco metros. Caerán en el helipuerto de ese edificio y luego con una cuerda atada a uno de los soportes de metal podrán bajar y llegar a los túneles los cuales, según el mapa que tenía Elian, se encuentran a cien metros del ya mencionado edificio.

Honey aparece con un objeto parecido a una ballesta, la cuerda era muy gruesa y de color negro, la punta era de metal y de dos cuartas de largo, claramente podría atravesar el concreto del edificio, solo esperaban que la cuerda no se rompiera a mitad del descenso pues sería una caída mortal, obviamente, no eran de hule.

- ¿De dónde sacaste eso? – pregunta Arlet, era claro que no lo habían traído del refugio.

- Es un centro comercial de al menos ochenta pisos Arlet, hay de todo aquí. No te preocupes pagué por ella. – responde sarcástica y divertida al mismo tiempo, hecho que caracterizaba a la morena.

La morocha ajusta el dispositivo y con un certero disparo la punta se clava en el edificio teniendo una improvisada tirolesa como resultado.

- Bien, apresurémonos, aunque Elian está sirviendo de distracción no significa que todos los cazadores han ido a perseguirlo. – explica Honey. Colocando guantes en las manos de todos, para así no quemarse las manos, todos observan la cuerda que los guiara a su salvación o muerte segura, sin presiones -. La diferencia de alturas hace que el descenso sea posible, pero no se suelten y tengan cuidado, una vez que salten irán a gran velocidad.

- Yo iré primero. – informa Arlet -. Así podré ayudarlos a bajar del otro lado. Honey asiente.

La pelinegra avanza hasta la barandilla de metal que está en la azotea y que la protege de una caída. Levanta un pie y lo coloca del otro lado que resulta ser un borde de concreto de veinte centímetros, sin pensarlo demasiado la chica levanta sus brazos y se sujeta de la cuerda, salta.

Honey tenía razón, la velocidad era abrumadora. El viento golpeaba su cara y sus ojos empezaban a llorar, en segundos estaba de cerca del otro lado y cuando ya tenía el suelo de concreto del edificio bajo sus pies se soltó, sin rasguños ni duras caídas, ya estaba del otro lado. El plan había funcionado después de todo, solo esperaba que todos lo lograrán.


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