Los corazones de Elian y Arlet amenazaban con salir de su pecho mientras ambos se preparaban para la boda, la cual se llevaría a cabo dentro de una hora, más exactamente a las dos de la tarde. El día era perfecto, faltaba una semana para que empezara el otoño por lo que no había riesgo de lluvia sin embargo algunos árboles ya empezaban a colorearse de amarillo anunciado que la época deseada estaba más cerca que nunca.
El lugar había quedado precioso, simplemente habían agregado algunas guirnaldas de flores al sauce debajo del cual se celebraría la ceremonia. Las mantas de diferentes colores y patrones estaban tendidas en todo el campo de flores y sobre ellas, a manera de centro de mesa, había una corona de flores entretejida con velas dentro de ellas posicionadas en el centro de la manta. Sencillo y a la vez elegante sería una forma de definir la futura boda.
Honey jugueteaba con los cabellos negros de Arlet y de vez en cuando se llevaba un "auch" de parte de la novia, quien estaba completamente emocionada y algo desvelada pues solo la idea de que iba a casarse la llenaba de felicidad e hizo la noche infinitamente larga.
- ¡Auch! – otro jalón de pelo hace que Arlet lance un gemido.
- Lo siento. – se disculpa Honey con la víctima del cepillo. Coloca algunas horquillas más antes de dar por terminado el peinado, este consiste en ondular el cabello de Arlet, el cual le llega hasta la cintura, y hacerle una trenza a lo largo de la mitad de su cráneo para dar como resultado una especie de diadema en la cual ha insertado margaritas y campanillas azules, debajo de la diadema de trenza coloco el velo que una de las mujeres del refugio le había regalado -. Listo reina del drama. – bromea Honey para luego permitirle a Arlet observar el peinado.
- Es hermoso Honey. – la aludida sonríe -. Valió la pena cada jalón de pelo. – bromea Arlet causando que la morena se coloque una mano en el pecho, ofendida.
- Te lo perdono por esta vez. Ven que te ayudo a subir el cierre del vestido. – agrega, Arlet deja que la ayude. Cuando todo está completo la pelinegra se observa en el espejo de la casa de Iliana, en la cual vinieron a arreglarse, y sonríe. Le encanta todo, el vestido, el peinado, todo.
Honey le pasa las zapatillas blancas que ha elegido llevar, no quería tacones porque era al aire libre y detestaba esas cosas, así que para mayor comodidad eligió unas zapatillas de color blanco simples no tenían ningún diseño ni accesorio, le gustaban. Nunca había usado maquillaje y ese día no era la excepción, un simple bálsamo en los labios fue lo que se puso, tampoco quiso llevar aretes ni collares, el anillo de compromiso era más que suficiente. Estaba lista.
Iliana entro en la habitación con un vestido color azul eléctrico que iba a la perfección con su nívea piel, sus ojos color miel brillaban entusiasmados y su cabello castaño, con algunos mechones grises a causa de la edad, iba recogido en un mono sujetado por una diadema que tenía incrustada una rosa azul. Segundos después entra el padre de Elian, Yannick, vestido con un traje color azul marino que se ajusta a la perfección a su cuerpo fornido, el traje resalta sus ojos grises y su cabello platinado está perfectamente recortado al igual que su brava grisácea.
- Estás hermosa Arlet. – dice Iliana a punto de llorar, se lanza a darle un abrazo el cual la chica corresponde. Se separa de ella y pasa la mano por su rostro, con una gran sonrisa en su cara.
- Radiante, esa palabra te describe a la perfección. – agrega Yannick quien igualmente se acerca para darle un abrazo seguido de un beso en la frente acto que hace sonrojar a Arlet como siempre lo ha hecho, desde pequeña -. Siento que fue ayer que correteabas por esta cabaña jugando con Elian y ahora van a casarse. Estoy tan feliz por ustedes. – deja de hablar y sus ojos cristalizados explican la razón. Arlet lo abraza con fuerza y al abrazo se une Iliana.
- Gracias, por todo. – dice la pelinegra.
- No hay porque darlas. – responde Iliana, ambos se separan de la chica, antes de retirarse de la habitación diciendo un: "te vemos allá".
Arlet espera a que Honey se cambie. La morena sale del baño unos minutos después enfundada en un vestido rosa palo el cual llega debajo de las rodillas, se ajusta a su cintura y después es holgado. Unas zapatillas negras le acompañan y una corona de margaritas se posa sobre su rizado y castaño cabello.
- Estoy feliz por ti Arlet. – chilla la morena y la abraza con fuerza. Se separan, amabas con las lágrimas amenazando con salir de sus ojos, tantas emociones juntas y poco que decir.
- Aún no me puedo creer que esté a punto de casarme. – anuncia la pelinegra con emoción y voz ahogada. Ve a Honey que la ve con una sonrisa y ambas se dirigen a la puerta.
En la habitación de Elian, está el chico inundándose la corbata negra que forma parte de su traje, nunca había usado un traje por lo que la corbata queda descartada, desabrocha el primer botón de la camisa blanca y abrocha el único botón del traje negro. En el bolsillo izquierdo del traje tiene enganchada una margarita junto con una campanilla azul, su normalmente desordenado cabello rubio está perfectamente peinado y su varaba ha sido recortada.
El pequeño Arlan se ríe de él al verlo dar vueltas por toda la habitación, esto llama la atención de Elian quien se voltea a verlo.
- ¿Te hace gracia mi nerviosismo? – pregunta divertido, el pequeño asiente descaradamente y Elian niega con la cabeza.
- No deberías estar nervioso. ¿Tú la amas no? – pregunta el pequeño, se gana un asentimiento de Elian -. Pues nada más importa, vamos que llegaremos tarde. – Elian niega la cabeza extrañado porque un niño pequeño acaba de darle una lección y una buena.
Ríe y sigue al pequeño quién ya ha salido de la habitación y va caminando por los pasillos. Lo alcanza y toma su mano mientras ambos se dirigen al campo, al lugar en el que en pocos minutos cambiara sus vidas.
Bueno, ya tiene listos sus trajes? La boda va a empezar señores, espero que hayan traído regalos.
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P E R S E G U I D O S
General FictionEn el año 3095 Ciudad Coliseo cumple más de 100 años de persecución y asesinato a los cristianos, ¿qué podría tener de diferente esta vez? Arlet no lo sabe pero las cosas iban a cambiar más de lo que ella imaginaba, para bien o para mal. Pero nadie...