Capítulo 29. Sentimientos no expresados de un corazón enamorado

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Antes cuando el cadáver me tomó por el cuello, sentí algo— expuso Wei Wuxian.

¿Qué?— interrogó el jade con su tono usual.

Ira y dolor, una mezcla de sentimientos, era como si su cuerpo estuviera detenido en el momento justo antes de su muerte y eso lo llena de resentimiento— mencionó, al recordar la sensación sentía vértigo en el pecho. Lan Zhan, ¿crees que quien les hizo eso es una persona malvada?— presentó su duda.

El jade guardó un prudente silencio antes de responder Nadie es malo. En el yin hay yang y en el yang hay yin, se complementan. No todo puede ser maldad dentro de ellos. Wei Wuxian le dio la razón.

El silencio se hizo otra vez de la velada. Pero sus corazones estaban encendidos al igual que las brasas rojizas de un fuego seductor.

Lan Zhan, lo siento— la disculpa de Wei Wuxian, altero el relajado semblante de jade. Bueno, te he inculpado falsamente y te acuse frente a su Alteza, además me salvaste si yo hubiera caído quizás una pierna rota no sería lo único roto en mi. 

No tienes por qué disculparte— detuvo el discurso nada de eso importa, de cualquier forma no te hubiera dejado caer.

Es tu forma de decir que no tengo que darte las gracias— dio en el blanco.

Hmn— asintió. 

Wei Wuxian sonrió dulcemente. Y su alegría se multiplicó al divisar la bolsa mágica de Lan Wangji en el suelo, seguramente cayó producto del forcejeo anterior, la recogió para encontrar en su interior el adorado licor que había perdido. Con ese mismo regocijo bebió directamente de la botella y se embriago con el sabor amargo.

Lan Zhan, cuéntame algo alegre— propuso un poco borracho.

Transcribí cien veces las reglas del templo— mencionó sincero.

Eso no es nada alegre— discrepó. Después reflexionó, Lan Wangji era una persona reservada, poseía un carácter frío y distante, pero eso era parte de su encanto. Sin embargo, hacer siempre lo correcto y seguir las reglas volvía su vida monótona, tal vez no poseía demasiadas memorias felices y eso lo preocupó Entonces, canta algo para mí. ¡Qué tal una canción que te guste!

Lan Wangji no cambio su expresión así que no podía inferir que pensaba, sin embargo, los labios del jade se separaron para emitir el sonido mas hermoso que Wei Wuxian había escuchado en su galante vida, la letra era desconocida, la melodía un misterio, pero le recordaba a las notas del guqin claras y tenues. Wei Wuxian pudo relajarse conforme la melodía se hacía más baja hasta desaparecer por completo como un murmullo que nunca existió.

El jade le contó algo alegre y le cantó una canción ¡¿qué más podía pedir?! Lan Zhan no deberías consentirme tanto, me voy a terminar encariñando de ti— reprocho débilmente, a pesar de que se sentía muy feliz su tono de voz decayó, quizás se había relajado demasiado.

Lan Wangji no contestó. Pero su silencio lo dejaba en evidencia. Si retrocedemos unos días en el pasado, a cuando Lan Wangji cerró la puerta frente a las narices de Wei Wuxian, aquel momento en el que Wei Wuxian juro vengarse del jade, pensando que lo menospreciaba; descubriremos que si en ese momento Lan Wangji no hubiera cerrado la puerta bruscamente Wei Wuxian hubiera visto una singular sonrisa en el rostro pálido. Al contrario de él, Lan Wangji le había tomado cariño mucho antes.

"Lan Zhan me gustas", la afirmación lo dejo mudo. Extrañamente después de beber, su mente era más lucida y sus sentimientos más claros. Lan Wangji le gustaba. Se había enamorado igual que una joven doncella de algún cuento. Ciertamente quería reírse de el mismo hasta morir.

|Enamorado del enemigo| - Xue Yang y Xiao XingChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora