—Frank, vístete bien—insiste mi padre sin evitar fruncir el ceño un poco.
—¿Tiene algo de malo usar vaqueros y una camiseta?
—Pero esta es una cita ¡De seguro Miranda irá fantástica! ¿Así que podrías esforzarte un poco más?
—Mí cita, mi manera de vestir—es lo último que digo antes de dirigirme a la sala, claro que mi padre no tarda en seguirme.
—No lo estropees.
—Miranda es la que debería esforzarse, ella tratará de impresionarme, yo no soy quien intentará seducirla.
—Frank ¿Sí pondrás de tu parte? ¿Intentarás hablar amigablemente con ella?
—Lo haré, lo haré...
—Suerte.
—Hasta luego, papá—digo mientras abro la puerta principal para después salir de nuestra casa.
¿De verdad me van a hacer salir a citas con Miranda por mi suspendieron? ¿Este es mi castigo además de prepararme mi propia comida? ¿No podían mejor prohibirme salir de casa por un tiempo?
Sé que tiene esperanzas de que termine aceptando el compromiso, pero no lo haré, debería dejar de soñar. Ya tengo a Dam, así que es imposible decirle que sí a este chiste del matrimonio arreglado.
Ni modo, ahora tengo que ir al parque.
Estaba saliendo de la cuadra para ir hacia el parque que mis padres dijeron que fuera. Me encontraba muy tranquilo hasta que me fijé que a la esquina de mi casa estaba aquella mujer saliendo de su domicilio, la señora que estaba hablando sola el otro día ¿De verdad somos vecinos? Pensé que todo lo que ella decía eran tonterías.
—¡Mamá, debes tomar tu medicinas!—exclama una chica que se apresura en ir detrás de la mujer.
—¡Tú no eres mi hija, cuando tu papá los llevó a todos ustedes al viaje, fueron cambiados por unos malditos monstruos cambiantes!
Qué incómodo, mejor me voy.
Decido ignorar el espectáculo que estaba pasando allí y continuar con mi camino. No corrí, pero no pude evitar caminar a un ritmo acelerado. Milagrosamente, antes de darme cuenta, me encontraba lejos de mi barrio, tal vez no tan lejos del parque.
Algo no olía bien, había un aroma muy fuerte y no me gustaba.
—¡Frank!—exclama Miranda, quien se acerca a mí con una sonrisa de oreja a oreja.
Dios, era su perfume lo que estaba percibiendo. El olor es muy fuerte, se puso demasiado.
—Miranda, perdón, pero preferiría que no te acerques mucho.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Qué hice?
—Los olores fuertes me marean y te pusiste mucho perfume.
—¡Oh, lo siento! Pero pensé que te gustaba, tu mamá me dijo que te gustaba el olor a uva.
Mamá, nunca antes podrías haber estado más equivocada.
—Supongo que lo dijo porque me gustan las uvas, pero de verdad odio el olor de todos los perfumes.
—Entonces la próxima vez no me pondré para que no te moleste.
—Por cierto, se suponía que nos encontraríamos en el parque ¿Qué hacer aquí, entonces?
—Solo estaba revisando los alrededores para ver si te encontraba, te estabas demorando un poco en venir.
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Eternity
RomanceEternity no es un nombre común y ella lo sabe perfectamente, pero está encantada con él porque puede tener una linda frase con su pareja gracias a este. Ella quiere la aprobación de su padre, la primera persona de su familia con la que saldrá del cl...