Capítulo 19

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—¿Cuánto tiempo crees que va a durar la reunión?—pregunta Angelina mientras caminamos hacia mi casa.

—Máximo una hora y media—respondo un poco dudoso.

—¿Es en serio? ¿Me ves como una persona con mucho tiempo libre? Si llego tarde a casa, mis padres se enojarán muchísimo.

—Oye, sé que no hemos hablado mucho hasta el día de hoy, pero de verdad necesito que todo salga bien, sé convincente ¿Sí?

—Bien, me compadezco de tu situación, pero no entiendo por qué debe ser tanto tiempo.

—No es como si fueras a comer, si fuera así saldrías rápido, sé mis padres te interrogarán un montón.

—Te dije que debo ir temprano a casa, también debo acabar mis deberes.

—¡Vamos! Máximo estás saliendo de mi casa a las nueve.

—Bien, bien... Oye ¿Quién es tu novio? Simple curiosidad, ya sabes.

—Oh, creo que tampoco se lo mencioné al profesor.

—No, no lo hiciste. Y si no te preguntó fue por respeto, pero cuando habló conmigo de esto se notaba que se moría por saber.

—No lo sé, no lo sé...

—¿Es Mendieta? Durante las clases veía cómo te lo llevabas para que Campoverde no se pudiera acercar.

—¿Estás pendiente de nosotros?

—Al inicio solo los observaba con recelo porque tenía miedo de que cuenten algo, pero después solo los empecé a ver para ver qué tal le iba a Victoria con Mendieta, después de todo ella es mi amiga y tenía interés sobre cómo iban sus avances.

—Oye ¿Y ella va a seguir molestando a Damián?

—No, ella tiene un nuevo objetivo.

—Júralo.

—Te lo digo en serio, y le gusta tu amigo, pero no recuerdo cómo se llamaba... el que se quedó solo por un tiempo porque te expulsaron a ti y a los otros dos.

—¿Molina?

—¡Sí, ese! ¡Molina Louis!

Dios, Dios...

—Me estás mintiendo.

—Lo que digo es en serio, así que dile a tu amigo que se vaya preparando porque en cualquier momento ella no se va a contener más.

Y cuando llegue ese momento, Coelho también se le va a lanzar encima a Louis ¿Por qué no mejor tu amiga no le presta atención a ese odioso? Él de verdad le tiene muchas ganas.

—¿Qué fue lo que le vio a Louis? No entiendo.

—Victoria dice que él tiene bonitos ojos y una nariz prominente.

Al escuchar lo último, me sorprendí tanto que me atoré con mi propia saliva. Tosí por un rato hasta que se me pasara la sorpresa. 

Pero Dios, no creí que las chicas se fijarían en eso.

—Bien, me imaginaba lo de los ojos, a muchas chicas creo que le deben gustar los ojos verdes, pero... lo de la nariz no lo veía venir.

—Me di cuenta de que te sorprendiste—comenta entre risas. Vaya, la primera vez que la veo reír en todo el día—. ¿Y a ti qué te gusta de Damián? ¿Te atraen sus ojos color avellana?

—Me gusta todo de él—respondo con una media sonrisa.

Al darme cuenta de que ya estaba frente a mi casa, me detengo bruscamente en la entrada, a donde Angelina también me sigue. Inhalo y exhalo un par de veces, luego no tardo mucho en abrir la puerta y pasar junto a Angelina.

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