Capítulo 31

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—¿No planeas salir ni siquiera hoy? Ha pasado una semana desde que no has venido al colegio—manifiesta Louis, quien muestra tristeza en su rostro—. Sé que te es difícil porque prácticamente todo el mundo te insulta, pero... deberías salir.

—Te juro que no tengo ánimos para ir.

—Frank, haz un esfuerzo, pro favor... No querrás dejarle a mi papá esperando, está afuera desde hace quince minutos solo para ver que salgas con el uniforme y subas al auto.

—Seguro te sientes solo porque Jack fue transferido de colegio, y no hemos sabido nada de Damián desde aquél viernes ¿Verdad?

—Los hecho de menos la verdad, pero más que por eso, quiero que salgas de aquí por tu futuro.

—¿Mi futuro?

—¡Sí, tu futuro! Tienes que estudiar mucho si quieres independizarte, una vez que lo hagas te irás de aquí, y podrás vivir tranquilamente con Damián cuando él mejore ¿No has pensado en eso?

—Louis...

—¡Vamos, Frank! ¡Es por tu futuro y el de Damián!

Damián...

—Iré.

Al decir esto, me levanto de la cama y empiezo a sacarme la ropa, haciendo que Louis muestre una sonrisa, que rápidamente se transformaría en incomodidad.

—¡No te desnudes frente a mí! Voy a esperar afuera ¿Sí?—dice entre risas, no tarda mucho en salir del dormitorio después de decir esto.

Me cambio de ropa y alisto mi maleta animado de tan solo pensar: Nuestro futuro. Un futuro en el que Damián y yo seremos felices, habrá ese día en el que viviremos juntos en un lugar alejado con muchas plantas, un perro quizá, un lugar en el que podamos tomarnos de la mano sin la preocupación de que alguien nos vea... Para conseguir todo eso que quiero, necesito dinero, mucho dinero ¿Y qué necesito para conseguir mucho dinero? ¡Estudiar!

Aunque sepa que esté muy atrasado en las tareas y que probablemente los maestros me reprenderán mucho por no traerla, que mis compañeros de clase se burlarán de mí... ¡No importa! ¡Yo saldré e iré hoy para estudiar y darnos un futuro!

Al salir del cuarto, mi padre estaba junto a Louis, quien lucía incómodo teniendo a mi papá tan cerca.

—¿Por fin te animas a ir al colegio hoy? Eso es bueno, necesitas estudiar si piensas en casarte y mantener a tu familia—dice él, quien le da una calada a su cigarrillo ¿Ha vuelto a eso? Hace mucho que no lo veía fumar.

—No estudiaré por ese chiste de compromiso que arreglaste para mí, no habrá boda, quiero que eso te quede claro.

—Frank, yo soy quien decide lo que harás con tu vida—dice firmemente mientras frunce el ceño—. No vas a pasar el resto de tu vida con un hombre, es asqueroso y antinatural ¿Entendido?

—Eres un viejo de mierda—digo mientras empiezo a avanzar a la puerta, lo cual hace que Louis se sobresalte y me haga salir rápido de la casa junto a él.

—¡Repite de nuevo lo que dijiste, mocoso majadero!—grita mi padre, quien sale justo cuando nos subíamos al auto—. ¡Ven ahora mismo, Frank! 

Cierro la puerta antes de que se acerque más al vehículo, el señor Molina parece entender que si no aceleraba ahora iba a correr sangre, así que el auto no tarda mucho en ponerse en movimiento.

El camino al colegio fue rápido; pues, debido a que me se habían demorado mucho solo en sacarme de mi casa, el señor Molina manejó lo más rápido posible para que no llegáramos tarde. Una vez en el colegio, cuando me encontraba a punto de bajar del vehículo, el padre de Louis dice con una sonrisa que mostraba compasión:

—Trataré de hablar con tu padre, sabes que él me escucha.

Al escuchar esas palabras, le agradezco y salgo del auto.

Me adentro al colegio junto a Louis, quien a lo largo de la mañana, junto a su novia, serían una pequeña ayuda para que me mantuviera de pie. Por algún motivo, el pensar en el futuro que podría tener con Damián si me esforzaba, hizo que me mantuviera centrado durante las clases. Claro que llegó el momen4o de salir cuando tocó la campana, por lo cual ahora iba a tener mi tiempo para almorzar.

—No tienes dinero para comprar el almuerzo ¿Verdad?—pregunta Louis mientras salimos de la institución.

—Tú viste claramente cómo salí hoy de la casa sin pedir ni un sucre.

—De hecho, hoy tengo mucho din..

—¡Váyanse a lamerse el culo a otra parte!—exclama un chico en tono de burla, interrumpiendo a Louis y dejándolo con el ceño fruncido.

—¡Creí que les dejé claro que debían dejar de decir estupideces!—dice Campoverde, quien rápidamente viene hacia nosotros y se aferra al brazo de Louis. Al final la chica no es tan mala como pensaba antes...

—Victoria ¿A dónde quieres ir a comer? Hoy tengo mucho dinero, pagaré por Frank y por ti—dice Luis con una sonrisa.

—De hecho, hoy traje dinero para pagar la comida de los dos, así que yo quiero ser la que pague por ti—le responde mientras juega un poco con su cabello suelto y ondulado.

Me agrada la pareja que hacen, pero cada vez que los tengo cerca siento que estoy sobrando, además... les tengo un poco de envidia por no haber podido comportarme con Damián como una pareja frente a tantas personas al igual que como ellos lo hacen.

Doy un pequeño suspiro mientras escucho su conversación, nada relevante en realidad, solo cosas de enamorados.

Estaba a punto de creerme la persona más miserable del mundo hasta que me quedo paralizado al sentir que alguien me estaba abrazando por la espalda. Louis y Victoria paran al notar que me quedo atrás, pero cuando miran hacia mí, se muestran increíblemente sorprendidos ¿Podría... ser quien creo que es?


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