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estúpido, estúpido ¡Es tan estúpido! — gritaba una joven geisha.

Gyutaro tan sólo se limitaba a escuchar las quejas de su hermana, quien no dejaba de quejarse desde que salieron del distrito rojo, pero al menos ahora de quejaba de una cosa muy diferente a la de hace unas semanas.

¡No puedo creerlo, esa tonta se atrevió a comprar un kimono parecido al mío! ¡No, no! ¡Inaceptable! — gritó la joven completamente histérica.

Todos los presentes sólo observaban como la chica iba llorando y gritando a cada paso que daban, Gyutaro empezaba a incomodarse de las miradas fijas de las personas sobre ellos.
Se detuvo abruptamente y tomó a su hermana de los hombros para sacudirla, sólo un poco.

¿¡Podrías cerrar la boca un momento!? ¡Estás haciendo una escena! — exclamó la sexta luna con fastidio.

Ante la reacción del mayor los ojos de Ume empezarón a llenarse de lágrimas y pronto Gyutaro vió aproximarse un nuevo berrinche, ahora se arrepentía de haber abierto la boca.

¡Estúpido hermano mayor! ¡Eres malo! — chilló la chica entre sollozos.

¿Para qué hablé? — suspiró pesadamente y decidió ignorarla, después se le pasaría.

Entonces Gyutaro decidió tomar a su hermana del brazo continuar caminando entre la gente, poco le importaron las miradas curiosas sobre ellos y la forma que llamaban la atención por el comportamiento infantil de su hermana menor.

hace rato te dije que compraría un vestido nuevo, así que deja de llorar — dijo sin mirarla y con la vista en el camino.

Daki al escuchar a su hermano pronto dejó de llorar, finalmente un poco de paz para los pobres oídos de Gyutaro y por fin podrían caminar por la calle sin llamar demasiado la atención.

recuerda, compramos el vestido y regresamos — dice el mayor mientras buscaba entre los locales alguna tienda de ropa.

entonces quiero que mi vestido sea de seda, lo quiero con hilos de oro y con muchas flores, también quiero que combine con mis joyas — explica la chica con gran entusiasmo.

tendrás el vestido que quieras — fue lo único que le dijo antes de continuar su búsqueda.

Mientras ambos hermanos caminaban abriéndose camino por las calles, Daki miraba sin ningún interés a los diferentes transeúntes, la actividad que ella más disfrutaba era atraer a un hombre con una sola mirada.
Miró que se aproximaba un hombre, entonces la chica bajó la mirada al suelo y caminó un poco más despacio, justamente cuando el hombre pasó a un lado de ella, Daki alzó la mirada para verlo de reojo y sonrió ligeramente, aquel pequeño gesto sin importancia cautivó tanto al hombre que terminó chocando contra un par de ebrios que deambulaba por ahí, Daki sonrió para sus adentros, una de las ventajas de poseer una vida inmortal era que siempre podía pulir y perfeccionar sus habilidades de seducción, lo que a otras les tomaría años aprender a hacer perfecto para ella era casi un juego de niños.

Retomó su camino y notó que a lo lejos había un muchacho que le resultaba familiar, pero no recordaba dónde lo había visto.

La omega sintió el olor dulce de canela y cerezas, su memoria entonces comenzó a andar y recordó dónde lo había olido antes.

la tercera luna ¿Qué hace por aquí? — se preguntaba la chica mientras lo veía detenidamente.

Akaza estaba caminando perdido en sus pensamientos, estaba ajeno a su entorno como para notar que Daki estaba a pocos metros de él y ella estaba interesada por saber que era lo que estaba haciendo lejos de la fortaleza.
La chica decidió separarse de su hermano sin que esté se percate de su ausencia, decidió que tendría que seguirlo a toda costa para averiguar más.
Sin embargo Akaza era difícil de alcanzar y que las personas se amontonen no ayudaba, además estaba el hecho de que constantemente era detenida por hombres en busca de hablar con ella, pero Daki los ignoraba para molestia de ellos.

estúpidos humanos — murmuró bajo mientras caminaba.

Vió que Akaza dobló a una esquina, era su oportunidad, era un callejón sin salida así que él no tendría oportunidad de escapar. La joven corrió siguiendo sus pasos hasta que por fin llegó a ese callejón sin salida, pero para su mala suerte Akaza no estaba ahí.

¿Dónde se metió? — se preguntaba la chica mientras miraba en los posibles escondites.

En ese momento ella siente que una mano la toma del brazo, Daki se asusta pensando que era un ebrio, pero pronto se tranquiliza al ver que se trataba solamente de su hermano mayor.

¡Tonto, no me asustes así! Eres malo — se quejó la joven dándole un fuerte golpe a su hermano.

¿Se puede saber qué haces? Te dije miles de veces que nunca te separes de mi estando en la calle ¿Y si te hubiera encontrado un mal nacido? — dice histérico la sexta luna, mostrando su preocupación por su hermana pequeña.

no sería rival para mí, pero ese no es el punto. Akaza estaba aquí, yo misma lo ví entrar a este callejón — explica señalando al solitario callejón.

Gyutaro le da una mirada rápida al callejón, en eso unas bolsas de basura se mueven, lo que capta completamente su atención y aparta a su hermana en caso de tratarse de alguien peligroso, pero del basurero sale un gatito quien al verlo eriza sus pelos y corre hacia ellos saliendo del callejón.

sólo es un gato, vámonos, tienes trabajo en el distrito rojo — dice malhumorado y toma a su hermana del brazo.

pero yo lo ví ¡No estoy loca! — grita la joven histérica.

Entonces ambos hermanos se retiran del callejón para caminar en dirección contraria.
Mientras Akaza salía de su escondite, el cual era dentro de un contenedor de basura, no era el mejor escondite pero al menos pudo esconder su aroma de ellos. Las sextas lunas eran un potencial peligro para él ahora, especialmente de Daki en quien no confiaba especialmente ni para guardar un secreto.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora