𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪

18

Por razones bastante obvias Sumi no estaba feliz con la idea de convivir con Akaza "unos días", la excusa que le dieron fue que él había sido echado de casa por su madre y no tenía un lugar a donde ir, una mentira no tan alejada de la verdad que por ahora era mejor no saber por el bien de todos.
Shinjuro como era de esperarse no estaba tan feliz con la decisión de su hijo sobre dejarlo quedarse, especialmente lo decía por Sumi ya que ella era la que menos felicidad le provocaba la noticia, pero finalmente terminó cediendo, su hijo mayor podía ser bastante terco como él si trataba de convencerlo.
A Akaza se le dió una habitación cerca de la se Kyojuro, mientras Sumi tenía una al otro lado del pasillo, justo frente a la habitación de Kyojuro ya que así ella podía vigilar con mayor facilidad los movimientos de su futuro esposo.

Akaza apenas podía mantenerse tranquilo en esa habitación, especialmente porque está y toda la casa tenían impregnados el aroma de lavanda de esa omega, él prefería el aroma de Kyojuro ya que así se sentía más seguro pero por ahora no podía acercarse tanto a él, especialmente porque ella tenía sus ojos puestos en el pilar.

Pero Akaza no era el único que estaba incómodo, Kyojuro se sentía aún más presionado que antes, ahora tenía que convivir con dos omegas, el que le dará un hijo y la que sería su esposa, además de que debía hablar seriamente con su padre con respecto a su compromiso, también estaba el hecho de que toda la organización se podría venir encima suyo si sabían que Akaza realmente era un demonio, y no uno cualquiera, la tercera luna superior y que además esperaba un hijo suyo.

La peor parte es que ya toda la organización parecía saber que Kyojuro vivía con dos omegas, algunos de sus compañeros le miraban raro y por otro lado otros celebraban el hecho.

— oye amigo, supe que ahora vives con dos omegas, quien diría que eres todo un casanova ¿No piensas presentarme a los afortunados picaron? —  Uzui era uno de los que aplaudía el hecho.

— ¡No es lo que piensas, sólo es un amigo que pidió quedarse unos días! — dice Kyojuro en su defensa.

— claro, claro, yo dije lo mismo cuando supieron de mis esposas, pero ahora no me importa — dijo claramente orgulloso de si mismo.

Kyojuro decidió ignorar los comentarios de Uzui, no era ningún mujeriego.

Ahora mismo han pasado tres días desde que se mudó a la finca.

No tenía ni una semana de estar en la finca Rengoku y ya su vida era un completo infierno, Sumi no sólo era insoportable sino que también era bastante entrometida en lo que no le importaba.

— ¿Puedo saber quién es el padre de ese niño? ¿Tienes pareja? ¿Estás casado? — preguntaba la mujer con insistencia.

Akaza estaba harto de sus preguntas, no había contestado ninguna de ellas porque no estaba obligado a hacerlo, pero también el no contestarlas traería como consecuencia comentarios burdos por parte de Sumi.

— ya veo, entonces en verdad eres de esos omegas que se prostituyen con todo lo que se mueve, ahora entiendo. Imagino que ahora te estás escondiendo por vergüenza, supongo que nunca pensaste que terminarías embarazado aún con la clase de vida que seguro llevas — dijo Sumi sin nada de tacto, por suerte y desgracia no estaban Shinjuro, Senjuro o Kyojuro para presenciar la clase de mujer que era.

— ¿Quién te crees tú para hablarme así? — Akaza estaba comenzando a perder la paciencia, esta mujer lo sacaba de quicio.

— soy la futura señora de la casa, así que debes tratarme con el debido respeto porque yo puedo hacer que te echan a la calle — las pudieron haber terminado hasta ahí, pero ella insistió en seguir hablando — pero no entiendo porque tengo que gastar mi saliva, es claro con la poca educación que tienes que no comprendes ni una sola palabra de lo que digo, después de todo yo soy una dama con clase y educación y tú solamente eres un omega de clase baja que está de paso — y acto seguido ella ríe con cinismo.

“¡Voy a matar a esta perra!”

Pensaba Akaza con cada palabra llena de veneno que salía de los labios de esa mujer, nunca pensó que sería posible para él odiar a una mujer a tal punto de desear sólo extragularla.
Pero tenía que calmarse, no podía hacer mucho ya que su fuerza se había ido así que ella si quisiera podría golpearle. Pero el que ríe el último ríe mejor, si tan sólo esta mujer supiera que el bebé en su vientre era del hombre que sería su futuro esposo.

— haz la cena, no creas que te dejaré quedarte gratis, tendrás que ayudar en las labores domésticas y no te preocupes porque te voy a pagar — después de decir eso ella sacó un par de yenes y los arrojó al piso para después irse.

Sus ganas de asesinar a esa mujer eran enormes, pero más grande era su paciencia, no en vano había soportado por cientos y cientos de años a Douma y sus comentarios acerca de ser mejores amigos.

Cuando Kyojuro regresó la primera persona en recibirlo fue Sumi, quien para sorpresa del pilar, le dió un beso en la mejilla y después miró de forma burlona al azabache.
Akaza no podía ocultar sus celos mientras cortamos las verduras para la cena, incluso llegó el extremo de cortarse un dedo por accidente, pero nada de qué preocuparse porque el dedo le volvió a crecer en cuestión de segundos.

Kyojuro entre más miraba a Sumi más se daba cuenta que no la amaba, y nunca lo haría, había experimentado de primera mano el tipo de persona que es y se daba cuenta que no era el tipo de persona que buscaba para pasar el resto de sus días, incluso podría decirse que estaba más feliz de tener a Akaza y sentir su dulce aroma a canela y cereza, parece que el cielo le había escuchado y lo había mandado como señal de vida de que ya era momento de ponerle un alto a toda esta locura.

— Sumi, necesito hablar contigo después — dijo seriamente el pilar.

— ¿Se trata de la boda? Te dije que yo no quiero a esos "cazadores" en mi boda, sólo personas de la alta sociedad y gente importante — dice la mujer de manera arisca.

— no se trata solamente de la boda, esperaré que venga mi padre y mi hermano para que podamos hablar — finalmente iba a tomar el valor para hablar, ya había llegado el momento.